domingo, 9 de enero de 2011

Salar de Uyuni El “gigante blanco” es una de las maravillas naturales de Bolivia

El Salar de Uyuni es la mayor planicie de sal de la tierra. Tiene 3.650 metros de altura y es el mayor desierto de sal del mundo, que se estima contiene unos 64 mil millones de toneladas de área salina.
Piensa en una superficie mayor a doce mil kilómetros cuadrados, a casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Calcula un diámetro de ciento cincuenta kilómetros de norte a sur y de doscientos cincuenta kilómetros de este a oeste. Imagina que está conformado por once capas que varían en espesor entre los dos y veinte metros de ancho y la costra de la superficie, por la que seguramente caminarás, tiene un grosor de diez metros. Vuelve a calcular, y piensa en uno de los depósitos de sal más grandes del mundo, con casi sesenta y cuatro millones de toneladas, además de inmensos yacimientos de litio, boro, cloro, magnesio y sodio entre otros minerales.
EXPERIENCIA ÚNICA
Vuelve a calcular, estimar e imaginar y rápidamente te darás cuenta que vivir y describir al gigante es una experiencia única, subjetiva y muy individual.
Sólo comprende que su belleza agreste y de horizontes infinitos hace que la tierra se confunda con el cielo. Que esta inmensidad blanca fascina a cuanto visitante la conoce porque es una rara oportunidad para experimentar uno de los grandes misterios de la naturaleza… Como Neil Amstrong, el primer hombre que pisó la luna en el Apolo XI, quien quedó impresionado al ver el fulgurante brillo de su superficie desde la inmensidad del espacio.
ESPEJISMOS Y SILENCIO
Entre abril y septiembre, durante la estación seca, el Salar de Uyuni es una superficie impecablemente blanca. Descubrirás los fenómenos de levitación y espejismo, donde las montañas lejanas parecen flotar o estar invertidas y otras, generalmente más pequeñas, simplemente desaparecen del horizonte.
Verás que el cielo es casi siempre de un azul muy intenso, y si te tocan nubes, éstas cobrarán una majestuosidad y presencia casi surrealista. Aquí, el amanecer y el atardecer son experiencias únicas e irrepetibles, pues los conocedores afirman que estos fenómenos son siempre distintos y pueden variar radicalmente de un día a otro.
En este lugar, podrás observar la forma convexa de nuestro planeta, fenómeno que solamente puede apreciarse en las regiones polares. En las frías noches, verás que las estrellas brillan con tal intensidad, que seguramente te parecerá estar a un paso del firmamento.
Durante la estación lluviosa, entre enero y marzo, una capa de cuarenta a cincuenta centímetros de agua cubre la totalidad del salar y el gigante blanco espejo refleja el cielo perfectamente. Sólo la gravedad podrá indicarte donde te encuentras, pues tu sentido de ubicación se trastorna y te sentirás como flotando en el aire.
Uno de los sitios más notables es la “Zona del Silencio”, donde verdaderamente no se escucha absolutamente nada. La sensación es tan impactante, que muchos consideran que ni siquiera los latidos de tu corazón son perceptibles.
Uyuni, el salar más grande del mundo, tiene cuatro islas y un volcán.
LA ISLA DE INCAHUASI
No dejes de visitar la isla Incahuasi, seguramente uno de los lugares más singulares del planeta, con sus cactus gigantes e increíbles formaciones de rocas calcáreas. Viendo los restos de coral y conchas marinas, comprenderás el origen marítimo del gran salar. Recorrer las isla, entre sus senderos bien señalizados, te tomará poco tiempo; haz un esfuerzo y llega hasta la cima, pues serás recompensado con unas vistas que realmente no tienen precio.
Al norte del salar, se encuentra el volcán Thunupa. Cuenta la leyenda que “algunos moradores del Titicaca estaban muy disgustados con el profeta Thunupa y lo amarraron en una balsa para que se estrellará en una roca del embravecido lago. Pero donde debía ocurrir esa desgracia, la tierra se abrió y dio origen al río Desaguadero. Avanzó al sur originando los lagos Uru-Uru y Poopó. La balsa se detuvo en un remanso y la divinidad quedó convertida en un volcán yaciente en un entorno cristalizado”. Al ascender al volcán podrás observar el salar y sus islas en forma general. A mitad de camino hacia la cumbre, están las denominadas “Momias de Coquesa” restos arqueológicos muy impactantes que aún no han sido investigados por los entendidos.
ORILLAS DEL GIGANTE
En los alrededores del salar verás el paisaje típico de la pampa altiplánica con cultivos de papa, quinua y terrenos de pastoreo para ovejas y llamas. Existen diversas poblaciones de acceso al salar, siendo la principal la localidad de Uyuni, hoy dedicada íntegramente a turismo receptivo. Allí, tendrás la oportunidad de visitar el famoso “Cementerio de trenes”, una extraordinaria reminiscencia de los viejos transportes a vapor, cuando esta localidad era uno de los más importantes núcleos ferroviarios del país.
Al sur de Uyuni, existen pequeños pueblos que se mimetizan con el paisaje. No pierdas la oportunidad de visitar San Cristóbal, que fue trasladado de su lugar original por la empresa minera que opera en la zona. Su iglesia, que también fue trasladada piedra a piedra, conserva bellísimas pinturas y objetos coloniales. Otro de sus atractivos es el famoso bar “Mad Max”, una singular construcción circular que aprovecha un antiguo tanque de agua. También es recomendable que visites localidades como Culpina K, San Juan y Julaca entre otras.
Como describió un visitante de este mágico lugar “no se puede perder la oportunidad de ser parte de está inmensa página blanca”. La experiencia de estar en el Salar de Uyuni es única e irrepetible.

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