domingo, 13 de febrero de 2011

EL MOHO SE APODERA DE TIWANAKU

Techos desplomados, humedad, basura y moho son señales del abandono en el que se encuentra el sitio arqueológico de Tiwanaku. Autoridades nacionales y municipales no asumen responsabilidad sobre la administración del lugar, algo aún no definido.

Mientras tanto, los daños en las milenarias estructuras se hacen cada vez más evidentes. La Razón constató el jueves que el moho se apodera de los bloques de piedra, siendo la Puerta del Sol uno de los monumentos más afectados, especialmente en el lado posterior de la mole.

Los restos de la civilización preincaica tienen en la humedad a su peor enemigo. Al lado del templo de Kalasasaya, la bases y fosas donde están los monolitos se llenan de agua. Ello socava los cimientos, al grado de que algunos muros han colapsado.

No existe un sistema de drenaje adecuado, aspecto que, según el director de Patrimonio del Ministerio de Culturas, José Luis Paz, debe ser prioridad para el municipio. Lo único que se ve en el lugar es una canalización rudimentaria, hecha con tubos, surcos en la tierra y planchas de metal.

La humedad no sólo afecta a las piezas que se hallan a la intemperie. Los museos Lítico y Arqueológico la sufren. El primero tiene una grieta en el techo, por donde ingresa el agua cuando llueve. La deficiencia se denunció en febrero del 2010, cuando la ministra de Culturas, Zulma Yugar, inspeccionó el sitio.

Transcurrido casi un año de la revisión, aún no se hizo un arreglo permanente. Paz justificó el hecho con el proceso judicial que el Ministerio inició a la empresa constructora. Según la autoridad, hasta que un fiscal de Guaqui no ordene una inspección, la situación se mantendrá igual.

El Museo Arqueológico muestra daños en su estructura. La humedad descascara las paredes e incluso llegó a las vitrinas que guardan piezas arqueológicas.

“Desde que la Alcaldía tomó el control, no ha hecho nada. Los trabajos están paralizados y dejan que los comunarios manejen el lugar a su antojo. Mientras tanto, todo se viene abajo”, denunció una vecina del poblado, que pidió mantener su nombre en reserva.

En noviembre del 2010, una comisión de la Unesco visito Tiwanaku, Patrimonio de la Humanidad, y recomendó realizar planes de prospección y manejo, coordinar tareas con otros actores y mejorar la protección del sitio.

Prioridad
Según el Ministerio, la protección de las piezas de arenisca es la tarea más urgente en el complejo.

Juicio
La entidad inició un proceso a la empresa constructora del Museo Lítico, a cargo de un fiscal del Distrito de Guaqui (La Paz).

Control
Desde el año pasado, los diferentes actores trabajan en un proyecto de decreto supremo para definir la administración del sitio arqueológico.

La protección del sitio todavía no recae en ninguna entidad

Según el Ministerio de Culturas, es el municipio el que se ocupa de la conservación y restauración en el complejo arqueológico de Tiwanaku. Contradictoriamente, la comuna espera el traspaso oficial del sitio a su jurisdicción para ejecutar proyectos en ese sentido.

“Tienen varios proyectos, entre ellos la implementación de un sistema de drenaje y la realización de estudios para ver la mejor manera de conservar las ruinas, pero (el municipio) aún no puede implementarlos debido a las lluvias”, indicó el director de Patrimonio del Ministerio, José Luis Paz.

De su lado, el alcalde de Tiwanaku, Marcelino Copaña, señaló que pondrán en marcha nuevos proyectos una vez que la administración del lugar pase a manos de la Alcaldía de manera oficial. “Tenemos expertos y técnicos que se encargan de los problemas que existen”, aseguró.

Desde el 2010, los actores involucrados en el tema trabajan en la elaboración de un decreto que defina la administración del lugar y las responsabilidades de cada uno de ellos. Paz anunció que se prevé que la norma sea emitida a fines de este mes.

Para la autoridad, la necesidad más urgente es proteger las piezas de piedra arenisca, como las cabezas clavas del templete semisubterráneo y el monolito barbado, muy vulnerables ante el azote de los fenómenos climáticos. A decir de Copaña, ya se prohibió que turistas suban a la cima de la pirámide de Akapana mientras duren las lluvias para evitar presión sobre las ruinas.

El 2009, la Unesco solicitó al Gobierno boliviano la creación de una dirección que se ocupe únicamente de la administración del sitio arqueológico de Tiwanaku. Esa unidad aún no existe.

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