domingo, 6 de febrero de 2011

Kalasasaya está sostenida por palos y Puerta del Sol pierde pedazos


Pequeñas partes de la pieza arqueológica serían arrancadas manualmente y luego vendidas a turistas como amuletos.

Palos sostienen una de las esquinas de la estructura del Templo de Kalasasaya, para evitar el deslizamiento, según evidenció EL DIARIO en visita al afectado sitio.

Además, este espacio arqueológico guarda la valiosa pieza Puerta del Sol y según denuncia realizada por los pobladores, en los últimos tiempos pequeños trozos son arrancados de forma manual para ser vendidos a turistas extranjeros como amuletos para atraer la buena suerte.

INVESTIGACIONES

Diferentes investigaciones de la Fundación Wiñay Marka verificaron este hecho, las cuales explican que la parte interior del portal sería la más afectada donde puede notarse a simple vista que partes de este monumento fueron arrancadas pedazo a pedazo.

Los habitantes del lugar explicaron que “no se conoce con precisión quiénes son los responsables de este acto vandálico, pero sospechan de los mismos vigilantes del lugar, que al parecer estarían implicados en el deterioro de la reliquia más visitada del Complejo Arqueológico de Tiwanaku”.

CAMBIO EN EL COLOR

En su visita a las ruinas, EL DIARIO también precisó los daños que revelan estudios de la Fundación.

En la parte central del portal de la pieza arqueológica se hace notorio el desgaste provocado a la fuerza.

Las pequeñas carencias revelan un importante cambio en el color de la estructura haciéndola más clara en los sectores de donde se habrían desprendido “los amuletos”.

El sector más dañado se encuentra en la parte central al sector izquierdo, la totalidad de la línea delantera lamentablemente se encuentra desportillada supuestamente de forma manual.

PRECIO Y SIGNIFICANCIA

Dichas partes serían vendidas en un precio de entre $us 200 y $us 250 dependiendo del tamaño de la pieza y la urgencia del turista para obtenerla.

Éstas serían promocionadas como amuletos que atraen la fuerza del “Tata Inti” (Dios Sol), para que mientras el objeto permanezca en su poder la persona se sienta imbuida de poder.

ADMINISTRACIÓN

Gonzalo Mamani Reynoso, supervisor del Centro Arqueológico Tiwanacu, aseguró “no tener conocimiento de estos supuestos actos vandálicos aseverando que el personal que trabaja en el lugar está completamente comprometido y dedicado al cuidado de las ruinas por lo que no serían los culpables de estos hechos”.

“No conozco ninguna de estas denuncias pero puedo asegurar que el personal encargado del cuidado de las ruinas se encuentra comprometido con su labor, por este motivo no serían los responsables de esta supuesta venta”, manifestó.

Asimismo, José Luis Paz, Jefe de la Unidad de Arqueología del Ministerio de Culturas, expresó que “estas revelaciones no tendrían validez debido a que en todo momento existe personal encargado del cuidado de estas reliquias por lo que ningun individuo podría acercarse a arrancar los objetos para comercializarlos”.

Mamani agregó además que, la Puerta “se encuentra rodeada de sogas que impiden que los malintencionados se acerquen a dañar la estructura”.

EL DIARIO pudo observar sólo a cuatro personas encargadas del cuidado de las ruinas en el día y según explicó el supervisor del lugar, cinco efectivos policiales cumplirían el trabajo en turno nocturno.

KALASASAYA

En cuanto al Templo de Kalasasaya. EL DIARIO verificó que en una esquina existen cuatro troncos apuntalados en la tierra resguardando la caída inminente de varios bloques de construcción.

En época de lluvias, esta estructura peligra, como lo advirtió EL DIARIO en al año 2010.

Entretanto, Gonzalo Mamani Reynoso, supervisor del Centro Arqueológico afirmó que: “éste es un factor que atenta contra la estructura del Templo” pero aclaró que “este paliativo garantiza la estabilidad momentánea del armazón”.

Una calamina es el único material visible que trata de resguardar las reliquias de las constantes lluvias, empero las goteras del líquido llegan a desembocar por este sector que también forma parte del interior del Templo.

Para José Luis Paz, Jefe de la Unidad de Arqueología del Ministerio de Culturas, este problema sería solucionado en dos años más, “cuando se concluya con el proyecto de drenaje para la zona”.

DESCUIDO

Asimismo, se evidenció la presencia de malezas en el terreno debido a la falta de mantenimiento de los encargados.

El pasto alto, pajas y plantas con barro perjudican el paso de los visitantes quienes deben esquivar estos elementos para poder acercarse a las reliquias.

También EL DIARIO evidenció que en el lugar existen residuos de excrementos de animales acumulados en diferentes sectores.

Según el supervisor del Centro Arqueológico las mismas pertenecerían a “cuis” (conejos pequeños) que atraviesan el alambrado llegando hasta lugares protegidos.

Añadió que “el cuidado respectivo para el control de la crecida de la maleza y la limpieza del lugar se realiza una vez al mes debido al escaso personal que poseen”

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