domingo, 13 de marzo de 2011

San José de Chiquitos recupera su patrimonio

En las antiguas Misiones Jesuíticas se conservan seis iglesias barrocas, que junto a sus pueblos y a toda la riqueza inmaterial fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1990. En ese tiempo, ocho municipios chiquitanos, junto a representantes de la Iglesia local decidieron unirse para, entre todos, y con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), fundar el Plan Misiones (Plan de Rehabilitación de las Misiones Jesuíticas).
Dentro de este panorama, San José de Chiquitos ocupa una posición privilegiada al contar con el único conjunto misional en Bolivia construido parcialmente con muros y bóvedas de piedra, ladrillo y cal, a diferencia de las construcciones comunes de madera y adobe.
El conjunto misional de San José, construido entre 1747 y 1754, se compone del templo, el colegio de los padres, la capilla miserere, el cementerio y el campanario o torre. En 2006, después de un cuidadoso proceso de planificación, basado en investigaciones históricas y arqueológicas, el Plan Misiones inició la intervención de toda esta infraestructura como respuesta al gran deterioro que había sufrido el colegio, más conocido como la bóveda.
Con equipos dedicados a obras de albañilería y la restauración de la pintura mural, se trabajó en base a técnicas y criterios científicos, con la premisa de recuperar la originalidad del inmueble. El exitoso resultado de esta tarea fue presentado oficialmente el pasado 26 de febrero, durante la celebración de los 450 años de fundación de Santa Cruz de la Sierra.
En la oportunidad estuvieron presentes el presidente Evo Morales, el gobernador Rubén Costas y el embajador de España, Ramón Santos, además de representantes de la Iglesia, como el monseñor Carlos Stetter, obispo de la Diócesis de San Ignacio, que se encargó de bendecir las obras de restauración y del espacio cultural.

EL PROCESO
Concebido desde una óptica multidisciplinaria, el proyecto contempló el informe histórico a cargo de Eckart Kühne y el estudio arqueológico del colegio jesuítico y su contexto, realizado entre los meses de mayo y septiembre de 2006, bajo la dirección del arqueólogo Pablo Cruz. Dichos esfuerzos estuvieron dirigidos a proporcionar la información necesaria para comprender los procesos históricos y la evolución arquitectónica de este complejo misional.
“Las intervenciones de cada parte del monumento se realizaron respetando la apariencia, el diseño, el sistema constructivo, los materiales y la decoración, conservando de forma fiel la secuencia histórica en base a criterios de preservación de elementos arquitectónicos y artísticos de valor histórico. Asimismo, la liberación de elementos añadidos y otros no funcionales, como también la consolidación de estructuras, la restauración de las pinturas murales de todo el conjunto, la reintegración de piezas originales y la integración de instalaciones y carpinterías”, señaló el arquitecto Marcelo Vargas, director ejecutivo del Plan Misiones.
Por su parte, Cinthia Jiménez, arquitecta especialista en gestión de patrimonio, explicó que la intervención realizada hasta el momento se refiere a la rehabilitación física de los edificios históricos, quedando pendientes actuaciones en elementos del entorno inmediato como los patios y plazas que se constituyen en el nexo entre el monumento y su entorno urbano.
“Uno de los componentes fundamentales en esta última parte del proceso es la apropiación de los chiquitanos de este patrimonio. En ese sentido, estamos trabajando en la capacitación de nuevos valores para que la gente del lugar difunda la riqueza con la que cuenta. Esa labor se realiza en la escuela taller dentro del conjunto misional, en los centros productivos y mediante la conformación de consejos de patrimonio misional en cada sitio, empezando por San José, para que pueda haber una asociación que aglomere a todas las instituciones locales y que exista una organización que sirva de control social y de consulta para las intervenciones del patrimonio”, mencionó Jiménez.

HISTORIA
Un espacio que resume la vida del complejo misional de San José de Chiquitos en los distintos tiempos de nuestra historia es el colegio misional.
Según los datos revelados por el estudio histórico de Eckart Kühne, este fue construido en 1754. Durante la época jesuítica (1752-1767) esta construcción se llamó ‘casa del padre’ o ‘casa de los misioneros’. Aparentemente fue concebida como una vivienda para los sacerdotes. Luego, en la época republicana, adquirió el denominativo de 'bóveda', porque el techo fue construido basado en aquel sistema.
Por otra parte, en la primera mitad del siglo XX y a raíz de la Guerra del Chaco, el edificio sirvió como cuartel, albergue para indigentes y hasta como una prisión. Como en 1947 las obras de construcción del ferrocarril llegaron a San José, este se alquiló a la Comisión Mixta del Ferrocarril, que lo utilizó como parte de sus oficinas y almacenes. Posteriormente, el edificio fue entregado a las Madres Angelinas, que en 1950 instalaron allá el colegio Santa Clara.
Si bien, la de San José es una de las construcciones que mejor se conservó entre las iglesias jesuíticas de la zona, ciertas refacciones eran necesarias para conservar su patrimonio. En ese sentido, el edificio más golpeado por el paso del tiempo, dentro del complejo, fue precisamente el colegio misional.
“En varios espacios fuimos encontrando una sucesión de siete a nueve capas y épocas distintas de pinturas murales dentro de lo que ha sido la actividad de este edificio, que se sustenta en la información que nos dio el estudio histórico. Estas fueron descubiertas de una forma no intencionada, a causa de las fisuras en los revoques, que con el tiempo las fueron descubriendo”, explicó José Antonio Fernández, técnico restaurador encargado de la obra de la pintura mural, que hace seis años llegó desde La Paz y hoy es un chiquitano más junto a su familia.
Según datos proporcionados por Plan Misiones, se calcula haber realizado un trabajo de restauración de pinturas murales que ha permitido contar con más de 1.500 metros cuadrados de pinturas, convirtiéndose de esta forma en uno de los monumentos más importantes del oriente boliviano en cuanto a su valor pictórico. De esta forma, el conjunto misional de San José de Chiquitos se confirma como una joya de la cultura regional que resplandece al mundo.

La rehabilitación

Arte. Las pinturas murales primitivas con pilastras y arcos encontradas en la bóveda son parecidas a las que se hallan debajo del coro de la iglesia (las únicas de importancia en el templo), que corresponden a una época jesuítica o quizás a un periodo un tanto posterior (1754), mientras que también se encontraron otras, probablemente, posjesuíticas y republicanas (1779, 1793, 1810).

Cuidado. Antes de poner manos a la obra, en lo que significa la restauración de las pinturas, propiamente dicha, los técnicos hicieron las prospecciones respectivas para dejar un ejemplo de las distintas capas de pintura en toda una secuencia de tiempo que muestra de qué punto parte el fresco original y los sucesivos, hasta los momentos en que estos se cubrieron con pintura plana o simple revoque.

Fachada. La peculiar fachada de piedra de la iglesia es, en realidad, el resultado del tránsito de los años, puesto que en el pasado esta tenía un revoque de pintura blanca. Según los objetivos perseguidos por el proyecto de restauración, empeñados en restituir la apariencia y técnicas originales al edificio, la fachada de piedra del conjunto misional de San José de Chiquitos tenía que ser revocada.

Colegio. Los estudios arqueológicos centrados en el colegio jesuita buscaron comprender cómo se insertaba este dentro del complejo misional y dentro de la historia de la región. Todo el complejo de San José tuvo una vida muy dinámica, que no refleja un periodo en particular, sino todo un proceso histórico que se extiende a la época contemporánea, en la que la globalización revaloriza la cultura local.

Inversión. La rehabilitación del conjunto misional de San José de Chiquitos alcanzó un total de $us 745.212, monto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), que aportó con $us 559.828; la Diócesis de San Ignacio de Velasco, que dio $us 41.376; y el municipio de San José de Chiquitos, que contribuyó con $us 144.008.

Entrega. Se realizó en el marco de los festejos por los 450 años de la fundación de Santa Cruz de la Sierra, fecha en la que se inauguró el espacio cultural de San José.

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