jueves, 7 de abril de 2011

La Parroquia de San Roque, emblema de los tarijeños

La capilla, que lleva el nombre de un santo, es una de las primeras que se instauró en el casco viejo de la ciudad. En la actualidad el templo es el epicentro de la fiesta más grande de Tarija.

El templo de San Roque ofrece una vista impactante a cada visitante que pasa por la capital de nuestro departamento, y con el pasar del tiempo ha llegado a ser una de las vitrinas más importantes de la identidad Chapaca. Además es punto de concentración que inspira y fortalece las diferentes manifestaciones que se realizan en petición y cumplimiento de nuestros derechos.

Hace más de 400 años, entre las calles General Bernardo Trigo y Fray Manuel Mingo, concurrían las personas más humildes, a razón de ello, los Franciscanos instauraron una pequeña ermita o capilla denominada San Roque. San Roque fue un peregrino francés que vivió en siglos pasados y fue y es venerado como protector contra las enfermedades.

La construcción del templo como tal duró más de 40 años hasta su conclusión y se inició a mediados del siglo XIX. Según las crónicas, misioneros del archivo franciscano, gracias a la constancia de diferentes Sacerdotes y al apoyo de los devotos, que colaboraban con dinero o esfuerzo propio, trayendo consigo piedras del río Guadalquivir para la construcción de cimientos y muros que se pueden observar en la actualidad, es que se pudo concluir en 1880 esta magnífica obra.

La construcción fue iniciada con la cúpula seguida de los muros externos para proseguir con el levantamiento de las columnas centrales para sostener los pisos siguientes y el techado mismo del templo.

En virtud al número creciente de fieles y en beneficio espiritual de los vecinos; se segregó la iglesia matriz de San Roque erigiéndola como Parroquia; instalada por el excelentísimo y reverendísimo arzobispo de la plata Fray Sebastián Francisco Pifferi de la Orden de los Frailes Menores y Misionero Apostólico del Convento Franciscano de Tarija.

Al comienzo del siglo XX, el 27 de octubre de 1907, fue entregado interinamente al Reverendo Padre Columbano María Puccetti de la Orden de los Frailes Menores y Misionero Apostólico, más conocidos como Franciscanos, siendo éste el primer pastor de la parroquia que gracias al apoyo de personalidades renombradas pudo realizar mejoras en el interior del templo. Durante la primera década del siglo XX se realizaron modificaciones en la fachada del templo dejándolo con el diseño actual.

Fue el 16 de Julio de 1956 cuando los Carmelitas llegaron a Tarija y se les entregó la Parroquia San Roque para su custodia y administración. Junto con el Cura Pastoral de la zona, los Carmelitas reciben una experiencia de fe que da identidad al pueblo expresada en todo lo que es San Roque, que como cristiano dejó una huella en la vida de la población que padeció enfermedades contagiosas.

Durante años posteriores a su construcción no se cuenta con información respecto a refacciones o cambios que se podrían haber realizado. Fue hasta 1995 que el reverendo padre Eduardo Vella O.Carm, miembro de la Comunidad Carmelita, custodios de la Parroquia San Roque, realizó el repintado del interior de la iglesia.

Posteriormente se realizaron mantenimientos y refacciones, como pintado externo de la fachada, realizando sólo un trabajo superficial de relleno. A la fecha se puede contemplar un notable deterioro del diseño original de la pintura que sufrió alteraciones desde su última refacción. Las instalaciones internas de iluminación y electricidad requieren de un cambio sustancial desde su instalación inicial.



PATRONO SAN ROQUE

Según la historia, San Roque fue un peregrino originario de Montpellier, Francia, parte de una familia cristiana acaudalada y huérfano en su juventud, vendió sus pertenencias y donó el dinero a los necesitados. En su peregrinaje se detenía en los lugares donde había enfermos, a quienes curaba con la oración. Al contraer la peste, se le formó una dolorosa llaga en la rodilla y, para no causar molestias, se retiró a un lugar solitario. Un perro le llevaba un pan diariamente y cuando el dueño del animal lo descubrió, curó sus heridas. Ya de regreso, fue asesinado luego de ser acusado de ser espía. Cuando su cuerpo estaba en el ataúd fue identificado por su fama de santidad y el pueblo lo veneró. Hoy es protector contra las epidemias.

Se considera que entre los años 1853 y 1858 se construyó en la comunidad Lazareto de nuestra ciudad, ubicada a siete kilómetros de la capital, un leprosario al que acudían las víctimas de esta plaga. A pesar de que hoy sólo quedan ruinas, algunos peregrinos aún van al templo de la zona, donde según la tradición apareció San Roque un mes de septiembre, durante la colonia, y curó las heridas de los enfermos.

Iglesia de San Roque es sede de la fiesta grande de Tarija. Bajo las súplicas al Santo Curandero nace la incomparable fiesta de San Roque, la más popular de la región, la que se ha apoderado del sentimiento general del Valle Chapaco, desde la época colonial.

Como se indicó anteriormente, fue gracias a la valiosa y fructífera labor de los padres Franciscanos, hermandad a la que perteneció Roque en vida, y a la Orden de los padres “Carmelitas”, las que han mantenido intacta la tradición de la celebración de esta fiesta, es que la costumbre se conserva hasta nuestros días.

La fiesta en sí es un conjunto de tradiciones, creencias y costumbres ancestrales que enorgullece al pueblo. El ambiente mismo de la festividad crea un clima místico muy propicio, donde encuentra un perfecto acomodo la devoción y el sentimiento de un pueblo, que de una manera sencilla, sin opulencias ni excesos, con el carácter propio del chapaco, hacen de esta celebración religiosa la Fiesta Grande de Tarija.

El 16 de agosto, día de San Roque, es recibido con sonoros repiques de campanas, anunciando la celebración de misa en exaltación al Patrono, con una masiva participación del devoto pueblo. Una bonita tradición se ha mantenido en esta fecha, la de homenajear a todos los perritos de la ciudad, adornándoles su cuello y patas con cintas y collares de varios colores, ofreciendo en ellos un aspecto alegre y festivo.

(RECUADRO)

La iglesia requiere de una refacción

El párroco de la iglesia San Roque, Alberto Brincat, indicó que la parroquia necesita de una refacción total en su interior. Existen varios trabajos por realizar ya que los cables del sistema de electrificación y sonido no se encuentran instalados de manera interna, y eso hace que se crucen por los pisos y paredes, dando un mal aspecto a la parroquia.

Otro de los trabajos que urge realizar es la refacción del techo, puesto que el mismo cuenta con rajaduras y grietas que deja ver la caña y paja con la que fue construida, a razón de ello existe preocupación de que los cables que están descubiertos puedan ocasionar un cortocircuito ocasionando un incendio.

La refacción total tiene un costo de 350 mil bolivianos, el trabajo será ejecutado en tres fases. La primera fase concluye el 24 de abril, la labor consiste en colocar los cables en tubos y de manera interna en las paredes y pisos, este trabajo tiene un costo de 70 mil bolivianos; sin embargo, hasta el momento sólo se cuenta con 28 mil bolivianos.

Es por ello que la parroquia se encuentra realizando la campaña denominada “Amigos de San Roque”, en la que se busca recaudar los fondos necesarios para llevar adelante los trabajos que amerita el templo. El párroco instó a las instituciones y empresas a apoyar con un granito de arena para hacer realidad los trabajos que son de urgencia para conservar.

Hace más de 400 años, entre las calles General Bernardo Trigo y Fray Manuel Mingo, concurrían las personas más humildes, a razón de ello los Franciscanos instauraron una pequeña ermita o capilla denominada San Roque. Y fue a partir de ello que es invocado como protector contra las enfermedades.

1 comentario:

  1. Sería bueno se indique que ciertos párrafos de éste artículo, han sido extractados de mi trabajo escrito en el libro "San Roque, la Fiesta Grande de Tarija".


    Mario R. Suárez Calbimonte

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