miércoles, 11 de mayo de 2011

“Curqui” el cantón tarijeño de la arqueología Chicha – Inca

algunos de los objetos de esta cultura se encuentran en el museo paleontológico de la ciudad. Otra cantidad importante se encuentra aún en las ruinas del cantón de Curqui.

A 72 kilómetros de la ciudad de Tarija, se encuentra la comunidad de “Curqui”, ubicada en la segunda sección de la provincia Méndez del municipio El Puente, siendo hoy por un hoy un importante valle altiplánico que guarda en sus entrañas el principal centro arquitectónico de la cultura Chicha – Inca, que data de los años 500 al 1800 después de Cristo.

En esta comunidad se puede encontrar restos arquitectónicos de lo que fue esa cultura, como los grabados en arte rupestre, las famosas tumbas chichas o las denominadas chulpas. También se puede observar cimientos antiguos del pueblo precolombino y sus diversas artesanías.

Según el padre Simón Díaz, quién en compañía de algunos investigadores logró recuperar información de la misma zona, explica que esta cultura empezó a asentarse en las partes altas de los valles y el altiplano, caracterizada por su cultura material de cerámica bicolor de pintura negra.

“Los asentamientos chichas se caracterizaban por ser de diferentes tamaños y jerarquías, los más grandes y de mayor importancia se encuentran en los valles, por su alto potencial agrícola y artesanal”.

La denominadas Chulpas

La mayor parte de las viviendas están cimentadas en un antiguo cementerio, esto por la abundante arqueología y restos que se encuentran, de quienes en su momento estuvieron presentes en esta zona tarijeña, y fueron conocidos como el pueblo Chicha Incaico.

En las excavaciones de cualquier cimiento de esta zona se hallan tumbas cubiertas de piedras pircadas y enlocetadas, en las que uno puede observar vasijas de cerámica. Dentro de ellas se encuentran los restos de fósiles humanos, algunos en descomposición total y otros que aún se encuentran conservados.

“En otros casos existen tumbas llenas de cerámicas y entre estas se puede apreciar ollas, platos, puntas líticas (flechas) , silbatos, cuentas de collar, pequeñas herramientas de cobre entre otras cosas”.

El Fuerte de la “Morkollajta”

En este lugar, donde los pueblos antiguos habitaron, hay un lugar denominado el fuerte de la “Morkollacta”, que son cimientos de un antiguo pueblo precolombino, que está en el borde, desde donde se ve toda la comunidad de Curqui.

En ese lugar existe abundancia de puntas líticas que son las “Flechas”. También se pude notar la existencia de terrazas arquitectónicas de la cultura Chicha Inca, que están ubicadas en las faldas del cimiento más antiguo de la zona, sobre todo en la parte denominada la quebrada de Chichimichina.

“Lo que preocupa en esta parte es que varios restos de esta cultura fueron saqueados y destruidos por los mismos comunarios o gente que conoce el lugar. La piedra por su excelente calidad, fue extraída para construir la iglesia, una posta y una escuela, así también viviendas particulares, muchas veces por el desconocimiento de quienes lo habitan y visitan la zona”, comenta.

Grabados en arte rupestre

En la serranía Los Cardonales, de este lugar paradisiaco de la provincia Méndez, se puede denotar la existencia de una “Apacheta”, que son dos montones muy grandes de piedras y de diferentes tamaños. Esas fueron extraídas desde los pies de la serranía por los viajeros, que cada vez que pasaban por el lugar llevaban una piedra, como un ritual de penitencia.

En el medio de la apacheta hay un cráneo humano de muchos años, que es muy venerado y respetado por los viajeros.

Pero no solamente se puede observar este gran atractivo turístico precolombino, también se puede apreciar los grabados en arte rupestre, que son conocidos por los lugareños como las “piedras laboreadas”.

Una de ellas parece ser la representación del Guanaco, un animal extinguido en la zona por los años 60, también se ve la figura de la vicuña como otra representación simbólica de siglos antes.

“Realmente tenemos todo en esta zona, pero lamentablemente poco o nada se hace para promocionarla como un lugar turístico que tanta falta hace al departamento, al margen de sus valles, pues la zona alta tiene mucho para ofrecer en este ámbito como es la cultura chicha incaica”.

El padre Simón Díaz, espera que estas riquezas arquitectónicas y culturales se mantengan como un simbolismo tarijeño, para que estas sean conservadas y no explotadas como ocurrió hasta el momento.

RECUADRO

Los arqueólogos Daniel José Gutiérrez y María Beierlein, que llegaron desde Argentina a Tarija, para visitar la zona de Curqui, toman en cuenta el siguiente periodo del desarrollo de esta cultura.

Paleolítico y arcaico (aprox. 12.000 A.C. – 1000 A.C.)

Formativo (1000 A.C. – 500 D.C.)

Desarrollos regionales Tempranos (500 d.c. – 1000 D.C.)

Desarrollos regionales Tardíos (Chichas) (1000 D.C.– 1480 D.C.)

Periodo Inca o fase de Influencia Incaica (Aprox 1480 D.C.– 1535 D.C.) fecha que proviene de los documentos coloniales tempranos conocidos como “crónicas”

En la fase del desarrollo formativo (1000 A.C.- 500 D.C.), en esta fase los grupos se vuelven sedentarios, empiezan a cultivar las plantas y domesticar los animales, de este periodo datan las “flechas” en Bolivia.

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