lunes, 17 de octubre de 2011

Toro Toro evidencia a los dinosaurios hasta nuestros días

Toro Toro, milenario escenario, está ubicado en la Provincia Charcas en el departamento de Potosí no obstante el ingreso a la localidad se efectúa por una carretera de 138 km más o menos, partiendo desde el departamento de Cochabamba y no teniendo que viajar más de 8 horas, dependiendo del estado del tiempo. En 1989 fue declarado Parque Nacional y actualmente es uno de los más importantes de Bolivia.

Al estar uno en Umajalanta, uno de los mayores atractivos de la zona, puede gozar de un espléndido viaje subterráneo ya que más o menos son 5 km que uno recorre en una gruta plagada de estalactitas formadas en el tiempo, llegando hasta las pequeñas lagunas que existen donde viven pequeños peces ciegos. Otro de los grandes atractivos de la zona es el Vergel, que es una caída de agua desde la parte alta del cerro y en las posas que son formadas por el río, en el fondo se aprecian algas petrificadas que le dan otra tonalidad al agua.

Sin lugar a dudas el mayor atractivo de la zona, es el involuntario viaje en el tiempo que realiza quien la visita ya que se pueden apreciar mucha vida fosilizada, como por ejemplo tortugas y árboles. Hay un lugar denominado el Cementerio de Tortugas donde están detenidas en el tiempo una cantidad enorme de tortugas marinas. Las huellas de dinosaurios mantenidas a la perfección con seguridad por las erupciones volcánicas. Con razón algunos la denominan la “Pompeya Andina”.

Adicionalmente podemos oficiar de críticos de arte de la época con la enorme cantidad de pinturas rupestres que hay a lo largo de las caminatas, ubicándose a 8 metros de altura y siendo en su mayoría de color púrpura. A todo esto se suma el hallazgo de vasijas hechas en cerámica de origen todavía desconocido. Sin duda vale la pena sacarse algo de tiempo y planear una visita a la mágica Toro Toro, que sigue acariciando el cielo a lo largo de los años.

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