domingo, 9 de septiembre de 2012

MIZQUE La ciudad de los 500 quitasoles

Tradición, cultura y turismo, por ocho jornadas consecutivas, del 8 al 15 de septiembre, formarán parte de la amplia agenda festiva de los mizqueños en honor a su santo patrono, el Señor de Burgos.

En la región del Cono Sur cochabambino se encuentra Mizque, uno de los más antiguos asentamientos coloniales, fundado el 19 de septiembre de 1603, bajo el nombre de “Villa Salinas del Río Pisuerga”.

Mizque, cuyo nombre viene de origen quechua “misk’i” que significa dulce, de acuerdo a la tradición oral, esta región desde tiempos remotos siempre se ha caracterizado por la cosecha de la miel de abeja, razón por la cual se la conoce con este nombre.

Conocido también bajo el seudónimo de la “Ciudad de los Quinientos Quitasoles”, en alusión a las mujeres que en la época colonial usaban estas sombrillas para protegerse del Sol, Mizque es un destino turístico atractivo gracias a su ubicación geográfica, su historia, clima y gente amable, dispuesta a brindar la mano a cuanto viajero llega a sus puertas.

Ubicada a 147 kilómetros al Sur de la ciudad de Cochabamba, Mizque a pesar de estar experimentando el crecimiento urbano con tintes modernistas, que de a poco están desplazando a las contadas viviendas coloniales y republicanas, en cuanto a sus costumbres es una de las pocas regiones que aún conserva sus tradiciones.

La mejor forma para conocer de cerca esas tradiciones, es participando en sus diversas actividades socioculturales, como Carnavales, la feria de la Fruta, Semana Santa, o en sus fiesta patronales.

Festividad del Señor de Burgos

Hablando de sus fiestas patronales, precisamente, este próximo 14 de septiembre, Mizque será escenario de la Festividad del Señor de Burgos, considerado uno de los eventos religiosos más grandes a nivel del Cono Sur cochabambino, pues éste se lleva a cabo por ocho jornadas consecutivas.

La Festividad del Señor de Burgos, declarada Patrimonio Cultural, mediante Ley del 12 de septiembre de 2006, se inicia el 8 de septiembre con la realización de la misa celebrada en honor a la Virgen de Guadalupe, co-patrona del pueblo. No obstante, el día más consagrado es el 14 de septiembre, día esperado por todos.

Como en todo evento religioso, el evento comienza con la romería de la sagrada imagen del Señor de Burgos, después, diversas fraternidades folklóricas demuestran su gran devoción a través del baile. A este evento también acuden las comunidades provenientes de las alturas de Mizque, como Raqay Pampa, Lagunillas y Molinero, quienes ataviados de sus mejores indumentarias bailan en honor del “Tata Burgos”, ya sea de Lichihuayus, Laquitas, Queneros o zampoñeros.

Tradicional corrida de toros

La actividad complementaria de la festividad del Señor de Burgos, es la tradicional corrida de Toros, una de las prácticas más populares post hispánicas que se acostumbra realizar durante ocho jornadas.

Todas las tardes, la plaza taurina es escenario de esta famosa tradición, donde se aprecia la bravura de los toros y la experiencia de los capeadores, quienes tentados por los sendos premios buscan arrebatar la platería o los billetes de diferentes cortes, previamente amarrados en aguayos o pañoletas en las espaldas o astas de este bravo animal.

Sus atractivos turísticos

Si bien la fiesta patronal es un evento importante, pero otra de las joyitas que guarda Mizque para los visitantes, son sus diferentes atractivos turísticos que existen en todo el municipio.

Es así, que al visitar Mizque, la aventura puede iniciarse en cualquier lugar y de mil y una formas, especialmente si se busca algo diferente al turismo rutinario, ya que la región, aunque se encuentra a 147 km. de la ciudad de Cochabamba, ofrece una serie de oportunidades para que su visita sea inolvidable, de la mano del turismo alternativo.

Producción vitivinícola

Entre algunas curiosidades históricas coloniales, se sabe que el apogeo económico de Mizque, en gran manera se debió a la excelente producción de la industria vitivinícola, a tal punto que los viñedos de Mizque llegaron a producir más de cien mil botijas de vino en diferentes variedades, lo que contribuyó, sin duda, a la expansión económica y comercial de la ciudad.

Sin embargo, durante el reinado de Felipe I se vetó a esta región del cultivo de la vid, ordenanza que se cumplió con la diligencia de un corregidor, quien hizo que los viñedos de Mizque "fueran quemados hasta el último tallo”.

Paso de los libertadores

El turismo histórico tampoco está ausente en Mizque. A unos 500 metros a la izquierda del puente vehicular que pasa sobre el cañón del K’uri, rumbo a Mizque, se descubre un puente con rasgos coloniales, que a simple vista llama la atención de cuanto viajero transita por este lugar, debido a su singular ingeniería.

Los historiadores citan que por ahí pasaron el Libertador Simón Bolívar y el Mariscal Antonio José de Sucre, en su camino de Charcas a Cochabamba. A partir de ahí, el viaducto fue bautizado como el Puente de los Libertadores. Por las características de su construcción, para los especialistas, la ingeniería empleada en el adoquinado de las piedras, fue trabajada con argamasa preparada en base a la mezcla de cal, arena y abundante clara de huevo.

Mizque y su auge religioso



El turismo religioso, por ejemplo, es algo que le puede interesar, pues hablar del auge religioso de Mizque, sin duda es referirse a la masiva llegada de los españoles. Eufronio Vizcarra cita que la presencia de los ibéricos en Mizque se debió a la fertilidad de sus suelos, a tal punto que la industria vitivinícola logró alcanzar los niveles más altos de producción en toda la Audiencia de Charcas, lo que significa que su población también alcanzó un crecimiento considerable.

Este auge poblacional a su vez dio origen a la instalación de varias órdenes religiosas, y desde luego a la construcción de nuevas iglesias y conventos: entre ellas citamos a los conventos de San Agustín, San Francisco, Santo Domingo, Santa Clara y Santa Teresa, y las iglesias de San Sebastián y la Matriz de Mizque.

Para Vizcarra, el auge religioso, en complicidad con la fiebre, enfermedad de la época que azotaba a Santa Cruz, sin duda hizo que Mizque, a partir de 1605, sea fijada como residencia temporal de la Sede episcopal de Santa Cruz de la Sierra.

Lamentablemente, de las siete construcciones religiosas, a la fecha solo queda en pie la iglesia Matriz de Mizque, conocida ahora como San Sebastián. Esta edificación, desde su primitiva construcción hasta el terremoto del 22 de mayo de 1998, ha sufrido varias reformas en su estructura, hasta ser reconstruida en 1835, cambiando toda su forma original.


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