martes, 18 de diciembre de 2012

El adiós de un ciclo aviva la histeria humana y el turismo



Así como pasó antes, la predicción de un cataclismo en la Tierra, el 21 de diciembre, ha desencadenado la histeria de personas que construyeron refugios subterráneos aprovisionados de alimentos o peregrinan a colinas que las salvarán de las garras del “apocalipsis maya”.

Hay rumores de búnkers VIP para millonarios. Inmobiliarias han incursionado en el rubro, con anuncios y ofertas por internet y periódicos en los cinco continentes. En España surgió el GSE (Grupo de Supervivencia España) 2012, que construyó una comunidad en zonas montañosas para sobrevivir a tormentas solares, tsunamis o lo que se venga el viernes.

Más fortines fueron anunciados en Ecuador. Mientras en Venezuela, los arquitectos Bruno Bellomo y Ellian Rubina buscaron inversionistas para su proyecto Oziré, un caparazón acuático en forma de erizo. Otro caso es del científico Yevgueni Ubiyko, que edificó en Rusia una bóveda para 40 personas, y le puso el precio de casi $us 100 mil a cada plaza. En Yucatán, México, en la aldea Xual, italianos han creado la “ciudad del Fin del Mundo”, urbanización apta para soportar altas temperaturas e incluso la falta de comida.

Aparte, sectas y miles de creyentes de la corriente New Age se pelean por acceder a la montaña Byugarash, en el pueblo francés del mismo nombre, donde el valor de las casas trepó a los cielos. Se cree que el sitio alberga el Santo Grial, que es la pista de despegue de un OVNI que recogerá a los “elegidos” y que en el interior del monte están las “puertas a otro mundo”. No en vano inspiró filmes de Steven Spielberg.

En el territorio que antes era dominado por los mayas, autoridades, empresarios y lugareños apuntan a sacarle el jugo a la fama del calendario maya y prevén un aumento del turismo en 10%: Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice aguardan a cinco millones de visitantes y México, a aproximadamente 10 millones. Se han preparado ceremonias en las zonas arqueológicas de Palenque, Tulum, Comalcalco, Chichen Itzá, Uxmal y Cobá (México), Xunantunich (Belice), Joya de Cerén (El Salvador), Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras), con desfiles y fiestas.

¿Y esto acabará si todo sigue igual el 22 de diciembre? Por lo menos quedan otras profecías con el beneficio de la duda, como la colisión de un asteroide con la Tierra en febrero de 2013 o 2040; o el presagio del padre de la Teoría de la Gravedad, el inglés Isaac Newton, de que el final de la vida será en 2060, o el del sismólogo italiano Raffaele Bendandi, de que la humanidad perecerá en 2521.

Científicos alertan de siete amenazas

El diario británico The Guardian preguntó a científicos sobre cuáles son las diez amenazas que pueden hacer desaparecer al hombre. La primera es el cambio climático, por el aumento de la temperatura global por culpa de los gases de efecto invernadero. La segunda es la “erosión de los telómeros”, el desgaste de los cromosomas que avanza de generación en generación y provocaría un envejecimiento cada vez más rápido y mayor contagio de enfermedades. Otra es la irrupción de una pandemia viral.

La cuarta es la posibilidad de un ataque terrorista masivo. La quinta, una guerra nuclear a escala global. La sexta, el impacto de un meteorito con la Tierra. La séptima, una rebelión de los robots o máquinas inteligentes, o que el ser humano prefiera robotizar su cuerpo y cerebro. La octava, el bombardeo de rayos cósmicos por la explosión de una estrella supernova. La novena, la erupción de un supervolcán, un fenómeno devastador que acontece cada 50 mil años. Y por último, que el planeta resulte engullido por un agujero negro, algo que puede ser activado con el tiempo.

El futuro estará en peligro por 7 guerras

Otra arista para analizar una posible hecatombe en la Tierra son las guerras. El sitio web www.rbc.ru, junto con expertos militares y politólogos de Rusia identificaron los focos de siete posibles conflictos bélicos que pueden presentarse en un futuro cercano.

Primero está la contienda entre Estados Unidos e Israel contra Irán, a causa del programa nuclear de esta República Islámica. Luego figura el Medio Oriente, donde el reguero de pólvora puede ser esparcido en Siria. Tercero, un enfrentamiento entre Estados Unidos y China, a raíz del crecimiento de la potencia asiática. Cuarto, un combate entre Corea del Sur y Corea del Norte.

Quinto, una conflagración en las ruinas de la Unión Soviética. Sexto, la rebelión de los tuaregs en África, que buscan su propio Estado. Y por último, los expertos mencionan a la III Guerra Mundial, desencadenada por la crisis financiera y las ansias de exposición de los nuevos tipos de armamento.


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