domingo, 16 de junio de 2013

El esplendor de la “nueva” Alhambra

EL PATIO DE LOS LEONES, UNO DE LOS ESPACIOS MÁS REPRESENTATIVOS DE LA ALHAMBRA | EN LA CIUDAD ANDALUZA DE GRANADA, HA RECUPERADO SU ASPECTO ORIGINAL TRAS UNA DÉCADA DE TRABAJOS DE RESTAURACIÓN.

Ha sido palacio, ciudadela, fortaleza, residencia de los sultanes nazaríes, de los altos funcionarios y de los soldados de elite. La Alhambra de Granada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, refleja como ningún otro enclave el legado del arte musulmán en España.

Es uno de los monumentos más visitados de Andalucía y de España. De hecho, según datos del Patronato Provincial de Turismo de Granada, en 2012 recibió 2.260.299 visitantes.

RINCONES Y TORRES

Conocida también como la fortaleza roja, la Alhambra se alza sobre la colina al-Sabika y la ciudad de Granada se extiende a sus pies.

Sobre tortuosas callejuelas de casas encaladas, el mirador de San Nicolás, ubicado en el barrio granadino del Albaicín, brinda unas preciosas vistas de la Alhambra con las cumbres de Sierra Nevada al fondo.

El conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife es parada obligada para todos aquellos que visitan la ciudad de Granada. Recorrer sus estancias y relajarse en sus jardines es una experiencia inolvidable, pero para poder disfrutar de este enclave hay que reservar la entrada con antelación, ya que el aforo de visitantes a los palacios nazaríes es limitado.

La visita a la Alhambra y el Generalife dura unas tres horas. Los espacios visitables de este conjunto monumental se organizan en cuatro sectores: la alcazaba, los palacios nazaríes, el Partal y el Generalife.

La alcazaba, el área militar del recinto, es una de las zonas más antiguas de la Alhambra. Intramuros se ubica la plaza de las armas, un espacio diáfano destinado a paradas militares en tiempos de paz y a establecer la defensa en el momento de la batalla. Pero la alcazaba también fue un área residencial para los soldados de elite que servían al sultán. Lo que se conoce como el barrio castrense era, de hecho, una pequeña ciudad.

Hoy se pueden apreciar los muros y pavimentos que un día formaron parte de las viviendas de la guarda selecta y los restos de otras estructuras que podrían pertenecer a almacenes o a espacios para la tropa.

Además de la plaza de las armas y del barrio castrense, el recorrido turístico por este recinto incluye una visita a la terraza de la torre del Cubo, al adarve de la muralla norte, a la terraza de la puerta de las armas, al jardín de los Adarves y a la torre de la Vela.

La torre de la Vela, coronada por una campana, ofrece unas vistas espectaculares, tanto de la Alhambra como de la ciudad de Granada. Su campana suena cada 2 de enero, pues fue el segundo día del año 1492 cuando los reyes católicos tomaron Granada.

La tradición cuenta que las mujeres solteras de la ciudad que hagan sonar esta campana el 2 de enero contraerán matrimonio antes de que termine ese año.

Pero, sin duda, la zona más admirada de la Alhambra son los palacios nazaríes. Se trata de tres palacios: el de Mexuar, el de Comares y el de los Leones, cada uno edificado en una época distinta.

El conjunto destaca por la minuciosa decoración de sus interiores y por la belleza de sus patios, donde el agua es siempre protagonista.

El patio de los Arrayanes es una de las imágenes más reconocibles de la Alhambra. Se dibuja en torno a la alberca, cuya lámina de agua refleja las estructuras circundantes. Este patio está presidido por la torre de Comares, el edificio más alto de la Alhambra y cuyo interior alberga el salón de Embajadores o del Trono.

LOS LEONES Y SU PATIO
Pero es el palacio de los Leones el que marca el momento de máximo esplendor arquitectónico. Fue mandado construir por Muhammad V durante su segundo mandato, que va de 1362 a 1391, y representa una síntesis de todos los estilos nazaríes. El palacio se ubica en torno al famoso patio, en cuyo centro una fuente sostenida por doce leones riega cuatro estrechas acequias que surcan el suelo de mármol.

Hoy, este espacio ofrece a los visitantes un aspecto muy similar al que lucía cuando fue creado.

“Tras diez años de obras de restauración, el patio de los Leones de la Alhambra, uno de los espacios más emblemáticos del monumento granadino, ha recuperado una imagen muy aproximada a la original, la que disfrutaron los reyes nazaríes que lo mandaron construir hace siete siglos”, señala Francisco Jiménez Titos desde el Patronato Provincial de Turismo de Granada.

“Los doce leones de la fuente, tallados en mármol blanco, han sido sometidos a un delicado proceso de limpieza en los talleres del Patronato de la Alhambra. La intervención consistió en retirar las gruesas costras calcáreas y los elementos perjudiciales que se habían adherido con el tiempo. La taza de la fuente, debido a sus grandes dimensiones, ha tenido que ser restaurada en el mismo patio mediante la instalación de un taller temporal”, explica.

Desde el patio de los Leones la visita continua por el interior de los palacios bajo bóvedas de mocárabes y bellos artesonados de madera.

Junto a los palacios nazaríes se halla el palacio de Carlos V, obra del arquitecto Pedro Machuca y una de las construcciones civiles más destacadas del renacimiento español. No obstante, para levantarlo se derribó buena parte de lo que fueron los palacios nazaríes.

El nuevo palacio fue proyectado como complemento de la residencia privada que el emperador tenía en la Alhambra.

Este debía servir de escenario a las ceremonias y actos oficiales de la corte.Es de planta cuadrada y sus estancias se distribuyen alrededor del patio circular que ocupa el centro del edificio. Hoy alberga el museo de la Alhambra y el museo de Bellas Artes de Granada.

LA BELLEZA DEL GENERALIFE

Otro palacio destacado dentro del recinto de la Alhambra es el del Partal. Dispone de un patio, con una gran alberca central, presidido por un pórtico. A través de él se accede a la estancia principal, ubicada en el interior de la conocida como torre de las Damas.

En esta zona del conjunto monumental se puede visitar el pórtico del palacio, los jardines y paseos, la Rauda (cementerio), el palacio de Yusuf III y el paseo de las Torres.

Desde el recinto de la Alhambra, un agradable paseo nos lleva hasta el Generalife. Este espacio se construyó como lugar de recreo para los reyes granadinos.

Jardines repletos de árboles y fuentes rodean el palacio del Generalife. Entre todos sus espacios, destacan el patio de la Acequia, que da acceso al pabellón norte, y la sala regia, profusamente decorada.

Asimismo, el patio del ciprés de la sultana es otro de los rincones característicos de esta zona de la Alhambra.

Cuenta la leyenda que aquí tuvieron lugar los amoríos entre la esposa del rey Boabdil y un caballero abencerraje.

Más allá del recinto de la Alhambra y el Generalife, Granada guarda diversos vestigios de la cultura árabe.

En el recorrido por la ciudad, podemos hacer una parada para degustar un té con pastelillos o para relajarnos con un baño y un masaje en uno de los tradicionales "hamman" y trasladarnos por un momento al que fue el último reino musulmán de la Península Ibérica.

Datos

• Granada está situada en la Comunidad Autónoma de Andalucía, al sur de España. Esta ciudad, de 239.000 habitantes, se halla a los pies de Sierra Nevada y a unos 80 kilómetros del mar Mediterráneo.

• Se tarda unas dos horas en llegar a Granada desde Sevilla por carretera, una hora desde Málaga y unas cuatro horas desde Madrid.

• También se puede acceder a la capital granadina en tren o en avión. El Aeropuerto Federico García Lorca está situado a 15 kilómetros de Granada, en la localidad de Chauchina, y dispone de vuelos a Madrid, Barcelona, Melilla y Palma de Mallorca.

• La tradición cuenta que las mujeres solteras que hagan sonar la campana de la torre de la Vela de la Alhambra el día 2 de enero contraerán matrimonio antes de que termine ese año.

• El patio del ciprés de la sultana es uno de los rincones característicos del Generalife. La leyenda narra que aquí tuvieron lugar los amoríos entre la esposa del rey Boabdil y un caballero abencerraje.

• Contemplarlo permite a los visitantes retroceder siete
siglos en la historia y sumergirse en la época en la que los reyes nazaríes residían allí. Un lugar mágico declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

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