domingo, 23 de junio de 2013

EL FUERTE, OBSERVATORIO ASTRONÓMICO AMAZÓNICO

La necesidad de búsqueda permanente ha llevado a Danilo Drakic Ballivián a lugares insospechados. El antropólogo cruceño, que fue a México para estudiar a los mayas y mostrarlos en un documental de History Channel, ha mantenido en los últimos años un especial interés por los misterios de El Fuerte de Samaipata. Su conocimiento sobre la mítica roca enclavada en los valles cruceños le ha permitido formular una hipótesis que fue defendida en el primer Encuentro Sudamericano de Historiadores, que se llevó a cabo esta semana. La misma plantea que la roca tallada sirvió de calendario y de observatorio astronómico a las civilizaciones de tierras bajas (posiblemente los chané) que habitaron la zona hace más de 1.500 años.
Bajo la premisa de que no se ha tomado la atención debida a los grabados dejados en la roca tallada, Drakic empezó a descifrar la infinidad de símbolos que se encuentran en el lugar a través de un trabajo minucioso que lo llevó a la conclusión de que no fueron tallados al azar y que había una previa concepción tanto matemática como física. “Son aproximadamente 1.700 a 2.000 grabados en toda su composición. Si empezamos a detallar este análisis, encontraremos cierta similitud y secuencia lógica. Lo que me interesaba descubrir era la funcionalidad de ciertos espacios, ahí es donde se logra establecer que una de las posturas primordiales de la roca tallada tiene que ver con observaciones astronómicas”, afirmó Drakic.

Control del tiempo
En un principio lo que Drakic efectuó fue un análisis básico de la roca para mostrar toda la secuencia de grabados, lo cual le abrió un panorama mucho más amplio del asunto al punto de estar convencido de que El Fuerte fue el calendario de las culturas amazónicas tal como lo tuvieron los mayas. “Al hombre siempre le ha preocupado manejar y tener un control del tiempo. No nos olvidemos de que el tiempo es poder y manejar todos estos cambios de estaciones o el paso de los astros le permite a la gente incluso planificar el futuro. La cultura maya fue tan precisa que pudo manejar un reloj cósmico que les permitía moverse en el tiempo y determinar cuándo eran los cambios. Por eso planificaron y dijeron que en 2012 se iba a dar un gran cambio, que no era el fin del mundo, como muchos lo vieron desde una mirada más de Hollywood que científica”, continuó el antropólogo.
Drakic marca la diferencia entre la visión de otras culturas que coincidieron en un calendario de 12 meses y 30 días en base a los movimientos del sol, con respecto a las que trabajaron en El Fuerte, que se basaron en observaciones lunares. “Esa esencia viene de las culturas cazadoras y recolectoras de la antigüedad. No nos olvidemos que para un cazador, lo importante es la luna, la cual también está asociada con el proceso biológico de las mujeres, son cosas que el sol no tiene”, explica.
Ese detalle vendría a ser el que demuestre el manejo matemático tan preciso de las culturas de tierras bajas, las cuales se cree que manejaban el teorema de Pitágoras, la trigonometría y diversos símbolos, como pi. Drakic asegura que eso se ve incluso en la forma en que diseñaban sus espacios para construir sus silos de abastecimientos o fortalezas, todo basado en la matemática pura. “También se relacionaba con nuestro sistema métrico en proporciones distintas y en el manejo de los números impares. El 3 es muy importante, no nos olvidemos que si conocemos el número impar, conocemos el cero y si conocemos el cero, conocemos todas las formas trigonométricas del mundo. Es distinto a la forma que tienen de ver el mundo las culturas andinas, que se basan en dualidades o números pares”, complementa el antropólogo, que ve este mundo impar centrado en tres círculos que representan el lugar donde los habitantes viven, practican su agricultura y cazan.

La labor de Drakic está relacionada con la de los investigadores cruceños David Antelo y Diego Belfort, que en el encuentro expusieron sobre los mapas y rutas en ciudades precolombinas y sobre la cosmovisión del oriente boliviano reflejada en lo que quedó en Samaipata. Es un conjunto de posturas que coinciden en que la roca tallada fue un observatorio astronómico creado por culturas de tierras bajas. Su intención, además, es desterrar esa idea de que el habitante de la zona fue solamente un salvaje. “No porque andes con taparrabo y seas cazador y recolector no vas a podes tener conocimiento científico”, finalizó Drakic

Un inédito encuentro que generó encendidas discusiones
Durante tres jornadas, el primer Encuentro Sudamericano de Historiadores Samaipata, historia y debate en la montaña tallada reunió a expertos de Bolivia, Perú y Ecuador, quienes expusieron sobre varios temas relacionados con la cosmovisión de las culturas de la región y plantearon diversas hipótesis respecto al origen, uso e historia de la roca situada en los valles cruceños, a 1.900 metros sobre el nivel del mar.
Encendidas discusiones fueron las que se generaron a partir de algunas intervenciones en el salón de eventos del hotel Campeche, entre las que se destaca la de Bismarck Cuéllar, que rescata a los arawak (chané) y sostiene que fueron los constructores de El Fuerte. “Hemos comprobado que los arawak fueron los primeros en asentarse en este territorio”, expresó Cuéllar, que fue más allá al afirmar que los chané fueron los constructores de Tiwanaku y que los urus son provenientes del Amazonas.
Esta tesis fue refutada por la cochabambina María de los Ángeles Muñoz que sostiene que El Fuerte es una edificación inca. “Tengo más preguntas que respuestas, pero la magia de la roca nos abre muchas perspectivas para seguir trabajando”, dijo Muñoz.
La Gobernación de Santa Cruz impulsó el evento inédito de historiadores.

Detalles del trabajo de Drakic

La visión de un antropólogo cosmovisión y mitología
En toda la mitología de los grupos etnográficos del oriente boliviano, la serpiente, el jaguar y el ñandú son animales fantásticos que definen el origen o juegan un papel importante en la formación de los distintos grupos étnicos. Imágenes de estos animales fueron grabados en el ingreso del recinto.

Dorso de la serpiente
En esta zona de la roca tallada se encuentra una escultura en bajo relieve que tiene dos canales profundos delimitados por rombos. Sus dimensiones tienen 27,10 metros de largo por 3 m de largo, el cual da un ángulo de 6º30’. Ecuación que recuerda al teorema de Pitágoras.
Filiación de los grabados
DIversas culturas de tierras bajas utilizan la distribución espacial demográfica en forma circular de sus viviendas y conectadas entre sí, de forma radial por sus calles, similar al calendario de Samaipata.

Panorama en los valles
Entre el 1000 y700 a.C. aproximadamente ingresa en la región la cultura llamada El Palmar provenientes del este, que se estableció y fusionó con otros grupos locales para crear una civilización de la que su mayor legado que tenemos es El Fuerte de Samaipata. Para el 500-700 d.C. llega la tradición cultural chané. Su mayor característica son las urnas funerarias. También, posiblemente por estas fechas, llega la cultura guaraní.

El autor
Danilo Drakic estudió Antropología en México, donde se especializó en la cultura maya. Esta experiencia le permitió ser contratado por History Channel para conducir la serie Exploración Maya. Actualmente trabaja en la Gobernación cruceña donde desarrolla proyectos de apoyo a la investigación arqueológica de Samaipata. También trabajó en la elaboración de la primera maqueta de Santa Cruz la Vieja.

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