lunes, 26 de agosto de 2013

Un viaje al corazón del altiplano

Emocionados y ansiosos. Una comitiva de 25 personas de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Mayor de San Simón emprendió viaje hacia Curahuara de Carangas (Oruro).

El viaje, según relato del docente Diego Echevers, se realizó por la carretera troncal que vincula los departamentos de Oruro, Cochabamba y La Paz. Tras casi ocho horas de travesía con paradas de merienda y descanso, el grupo arribó a Patacamaya, localidad de La Paz, para seguir su trayecto hacia el occidente más remoto del país.

Tomando la carretera internacional que vincula Tambo Quemado con Chile, el viaje se tornó más colorido cerca del atardecer que cae sobre el río Desaguadero. “Aprovechando la luz cálida de ese momento, todos descendieron del bus para lograr tomas sobre un conjunto de chullpares que descansan allí, como viejos y eternos guardianes de la historia aymara”, describió Echevers.

Al caer la noche, las luces de la localidad de Curahuara aparecen sobre el horizonte, frío y callado. Minutos después, el grupo llega hasta la casa parroquial dirigida por el sacerdote Gabriel Antequera, que tiene a su cargo los templos de San Pedro de Totora, Curahuara de Carangas y un circuito de 12 capillas coloniales ubicadas alrededor del asiento natural del nevado más alto de los Andes centrales de Bolivia, el Tata Mallku Sajama (5.542 m.s.n.m).

Luego de pasar la noche en el pueblo, con cerca de 18 grados bajo cero, los diseñadores e investigadores se levantaron temprano para comenzar el trabajo en la capilla de Santa Bárbara, a cinco minutos del centro poblado.

Por la tarde se abrieron las puertas centenarias de la Capilla Sixtina, desatando emociones en los jóvenes que habían visto innumerable cantidad de fotografías del lugar, antes de la visita.

Una de las imágenes, que según los estudiantes quedó grabada en sus memorias, luego de observar durante meses las fotografías, fue el fresco del Juicio Final.

“Éste rompe todos los esquemas, proyectándose hacia los estudiantes como una imponente obra de más de 7 metros de largo por 5 de alto”, explicaron.

“¡Grande había sido!”, decían todos, para luego perderse en el universo de detalles polícromos que cubren el espíritu de la iglesia curahuareña.

Los siguientes días se convirtieron en verdaderos “safaris” fotográficos, para los jóvenes, pues se recorrieron íntegramente los parajes de altura más maravillosos. El Parque Nacional Sajama, a través de las bendiciones del “Abuelo” (nevado sagrado – Achachila dicen los aymaras), se abría en su máximo esplendor para ser descubierto por los lentes fotográficos de los diseñadores.

Los estudiantes y docentes destacaron que la fauna y la flora silvestre son tan exuberantes en este lugar que se convierte en un destino que debe ser visitado por todos.

Como resultado del viaje de más de una semana, los jóvenes lograron obtener un millón de tomas fotográficas, con el compromiso de producir los sistemas gráficos para promocionar el sitio.

“El gran mérito del trabajo de este equipo es que se rompe con la idea del diseño para mercado e incorpora el componente social”, afirmaron.

“Es diseño para la gente, para las regiones y para el municipio y es el aporte más sustantivo que se puede lograr”, dijo Echevers.

APOYO DEL GOBIERNO

De su parte, el director general de Patrimonio, Marcos Michel, reconoció que si bien no existen inversiones anuales para la conservación de este Monumento Nacional, por parte del Ministerio de Culturas y Turismo, esta cartera de Estado, desde su creación como Instituto Boliviano de Cultura (IBC), ha canalizado diferentes financiamientos de cooperación internacional y de otras instituciones para realizar trabajos de conservación arquitectónica.

Señaló que para adelante, lo que resta es implementar un Plan de Manejo y aprovechamiento como un recurso cultural local y nacional, actividad que debe estar a cargo del municipio, en coordinación con la parroquia y Gobernación como entidades operativas, y con el Ministerio de Culturas y Turismo como institución de gestión para la canalización de recursos económicos.

“El 2012 se ha concluido con la restauración integral de la iglesia de Curahuara de Carangas a nivel arquitectónico y de pintura mural, trabajo realizado en diferentes etapas desde 1984”, mencionó Michel.

Añadió que el Ministerio de Culturas y Turismo, mediante la Unidad de Monumentos y Sitios – Taller de Restauración, perteneciente a la dirección general de Patrimonio, tuvo una intervención directa de rehabilitación de la pintura mural.

Posteriormente, a través de la contratación de consultores se concluyó con la restauración integral de la capilla.

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