domingo, 27 de octubre de 2013

Negocios sostenibles y el turismo prosperan en el norte amazónico

El manejo adecuado de la madera, la producción de cacao, la crianza de peces, elaboración de artesanías y promoción del etnoecoturismo son cinco proyectos sostenibles que benefician a 272 familias de tres poblaciones del norte de Bolivia.

La Fundación Puma Fondo Ambiental (Puma FA) financia estos programas con una inversión de Bs 4 millones en 19 comunidades de los municipios de Rurrenabaque (Beni), San Buenaventura e Ixiamas (La Paz), en el norte de Bolivia, en la región amazónica.

Los recursos provienen de la cooperación de Holanda y Suecia en 80% y el 20% corresponde a la contraparte de los beneficiarios.

“El mayor logro es que la gente adopte como suyo el concepto agroforestal y deje la práctica del monocultivo”, manifestó Fabiola Guzmán, gerente regional Rurrenabaque de Puma FA. Guzmán precisó que excepto el proyecto de la madera, los otros pasarán a la administración de comunarios.

La bióloga de profesión expresó que la base de todos estos programas es el Sistema Agro Forestal (SAF) porque permite el cultivo de una variedad de productos orgánicos sin la utilización de agroquímicos que contaminan la producción y el suelo. “La lógica de todos estos proyectos es hacer conservación con desarrollo”, dijo.

Una de las iniciativas que más destacó fue el trabajo de la Asociación de Mujeres Artesanas “Tres Palmas” que agrupa a 27 familias (socias) de la comunidad Nuevos Horizontes, ubicada a 33 kilómetros de Rurrenabaque.

Edelia Lucero, presidenta de esta organización, explicó que el principal trabajo que realizan es la elaboración de artesanías con las hojas del jipi japa, una planta de la región que es teñida con añilina en varios colores para la obtención de sombreros, abanicos, joyeros y demás artesanías.

Sus productos son comercializados en ferias nacionales y locales, pero no es suficiente, por ello demandan ayuda para la apertura de mayores mercados, incluso con la idea de exportar ya que están seguras de que sus productos son de buena calidad. La mayoría de estas mujeres proviene del occidente (altiplano) boliviano.

Además de la artesanía, Puma FA apoya los proyectos de etnoecoturismo canopy en Villa Alcira; la producción de cacao ecológico en 11 comunidades de Rurrenabaque; el manejo y crianza de pacú y otras especies en San Buenaventura, y el Programa Forestal Baba Carapa en el Centro Comunitario de Negocios Forestales (Confor) de Ixiamas.

La adrenalina en el canopy de Villa Alcira

“Esta es una prueba de pura adrenalina, no apta para cardiacos”, advirtió el presidente de la Asociación Canopy, Francisco Chuqui Chao, quien además hace de guía en el descenso por ocho cables y nueve plataformas en el bosque de Villa Alcira. Son 1.200 metros de largo de recorrido y se baja hasta 200 metros.

Este atractivo turístico lo inició Miguel Kavlin en 2002, pero después la administración pasó a los comunarios. “Hoy lo manejamos nosotros y para beneficio de la comunidad Takana”, dijo Chuqui.

El sitio es ideal para la práctica del turismo natural y de aventura pues el lugar es rico y diverso en plantas y animales (mamíferos, aves, insectos y otros).En el lugar se construyen seis cabañas, un refugio, un centro cultural y espacios de recreación para la atención de los turistas. El paseo turístico por medio día, incluido el descenso, cuesta Bs 250 y Bs 350 por todo el día.

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