domingo, 24 de noviembre de 2013

Villazón, la puerta a Bolivia

La "Capital Folclórica del Sud del País". Esta localidad está ubicada en un lugar estratégico para el paso del Rally Dakar el próximo año. Los preparativos se van intensificando en todos los niveles. El turismo es uno de ellos.

“La capital folclórica del sur del país”, “La joven morena del sur", "La niña de ojos estrella" o el "El diamante que se pule solo", son algunos de los nombres con los que se conoce a Villazón, que por su ubicación geográfica y su condición de ciudad fronteriza se constituye en una antesala de ingreso a la patria grande: Bolivia.

Enclavada en medio de pequeñas colinas, que revelan un agreste paisaje debido a la aridez de sus suelos y temperaturas con gran amplitud térmica, ahí se encuentra la ciudad fronteriza de Villazón (Potosí), el mayor asentamiento urbano y la más importante del sudoeste boliviano.

Su condición de ciudad fronteriza con la república de Argentina, unida con La Quiaca a través de un puente internacional, cuyo río del mismo nombre hace de límite natural, sin duda le encumbra como un destino por demás atractivo; no por el comercio en constante crecimiento; ni por las contadas infraestructuras erigidas a principios del siglo XX; o las construcciones vanguardistas del presente siglo; sino por el solo hecho de ubicarse en un hito fronterizo.

Los límites, para muchas personas se constituyen en un atractivo propio, por el solo hecho de ser límite, es decir, el fin de algo que depara un aura de misterio. Asimismo, una frontera también supone conocer los secretos bien guardados de ambos lados, secretos como si no perteneciera a nadie y al mismo tiempo a todos. Pues esa impresión se siente cuando se está en el punto culminante donde termina Villazón, si lo prefiere, nuestro país.

Hablar de Villazón no solo es detenerse en apreciar su pujanza económica y demográfica, sino también es sumergirse en su vasta extensión territorial; porque esta ciudad al ser la capital y única sección municipal de la provincia Modesto Omiste, se precia de tener una riqueza inagotable de manifestaciones culturales y naturales, aptas para el turismo.

Villazón turística

Con solo ir unos cuantos kilómetros se puede encontrar varias aldeas rurales, haciendo del lugar un hermoso oasis, digno de una postal. Varias de esas poblaciones son un libro abierto para los historiadores, pues allá se han escrito una serie de hechos históricos, como ser la batalla de Suipacha, la guerra del Pacífico o la del Chaco.

No solo eso, la existencia de vestigios arqueológicos de arte rupestre y asentamientos humanos demuestran que este municipio tiene sus raíces en los Chichas, además de los Omaguacas o los Incas. De cuyas civilizaciones aún perviven muchas de sus costumbres.

Dada esa riqueza tangible e intangible, las autoridades municipales de Villazón han visto en el turismo una mejor oportunidad de mantener encendida esa lumbre cultural, a través del diseño de tres productos turísticos, traducidos en el “Circuito Este, Central y Oeste”.

Circuito Este

Inmerso al final del páramo puneño, donde los colores vivos y grisáceos, salpicados del eterno verdor de sauces, molles y álamos tienen su reino en el río Sococha. Ahí se inicia el recorrido, en el mirador natural de Yanalpa, una pequeña comunidad asentada en el límite internacional con Argentina, sigue su curso río arriba involucrando a las comunidades de Sococha, Chosconty, San Pedro y San Marcos.

Yanalpa es privilegiado por un clima agradable que ha motivado a la habilitación de un pequeño albergue turístico capaz de alojar a una veintena de visitantes, bueno, contando con el área de camping.

La presencia arqueológica traducida en arte rupestre es otro de los atractivos de este circuito. Inmortalizados en farallones y abrigos rocosos, a simple apreciación pueden identificarse desde una taruca, constelaciones cósmicas, reptiles e incluso las clásicas figuras incaicas. Considerados como únicos por su temática, los grabados de Yanalpa o de Sococha se constituyen en un auténtico museo al aire libre de valor incalculable.

Ya en San Pedro, el destino preferido de todo turista es el refugio “Pásalo Bien”, un emprendimiento privado, donde los visitantes tienen todos los servicios propios de un establecimiento rural.

Pero llegar a San Pedro no supone hacer un turismo estacional en el refugio citado, pues toda la comunidad depara una serie de actividades. El agroturismo o turismo comunitario es la más recomendada, dada la existencia de varios huertos frutícolas.

Bendecida por la madre naturaleza, el deseo de sus autoridades y población en general es que esta zona se convierta en un destino enoturístico, dada la existencia de antiguos viñedos. Según sus habitantes, en otros tiempos, en todo este valle se llegó a producir los mejores.

vinos del país, al punto que los racimos fueron a alimentar los viñedos de Tarija. Esos tiempos parecen estar volviendo, pues ya se está trabajando, inicialmente, en la ampliación de la producción de la uva; después será el diseño de un paquete, y el producto estrella, los viñedos.

Circuito Centro

Ubicadas sobre la carretera asfaltada a Tupiza – Potosí, actualmente conocida como la Ruta de los Libertadores, el Circuito Central cuenta entre sus atractivos a las comunidades de Mojo, Yuruma, Sagnasti, Moraya y Lonte.

A simple vista, estas comunidades no parecieran tener nada interesante que ofrecer, pues el crecimiento urbano y la construcción vanguardista de sus viviendas en algunas de ellas, y en otras el abandono que están sufriendo lo demuestran así. Sin embargo, los anales de la historia nos narran que dichas comunidades sirvieron como puntos de enclave para la guerra de la independencia, especialmente para la épica Batalla de Suipacha, acaecida en los campos de Suipacha, el 7 de noviembre de 1810.

No obstante dentro el circuito también hay varias muestras de la arquitectura colonial, como es el caso de las iglesias y haciendas.

La hacienda de Lonte, por citar entre algunas, es una de las más conservadas. Ubicada en la comunidad de Lonte, al noreste de la Ruta de los Libertadores, tiene soberbios miradores panorámicos se constituye en hermoso destino turístico de aventura. Se tiene previsto que se convierta en hospedaje rural, sus propietarios ya lo están acondicionando para esos fines.

Circuito Oeste

Privilegiado con un paisaje de ensueño y seguro ruta del Dakar 2014, evento deportivo a correrse por este suelo el próximo 12 de enero, ofrece una serie de alternativas turísticas.

El producto estrella son sus comunidades alfareras de Berque, Chagua, Chipihuayco, Casira y Sarcari, donde desde hace cientos de años, al igual que sus antepasados, han hecho del barro su modo de vida.

Con la habilidad que le caracteriza a todo artesano, decenas y decenas de ollas, jarras, cántaros, floreros y una infinidad de creaciones artísticas son cocidos en pequeñas fosas ardientes al aire libre, las que son alimentadas por la combustión de los animales. La mayoría son comercializadas en las comunidades vecinas de la Argentina, y sólo el excedente se vende en Villazón o en Tarija.

Parte de este circuito también se encuentra en el asentamiento prehispánico más grande de toda la provincia Omiste. Si bien, a la fecha podemos ver contadas edificaciones de mínima altura, pero en un radio de más 20 hectáreas es posible ver los cimientos de toda una civilización, que en sus tiempos ha debido de ser una ciudadela o fortaleza. La existencia de un sitio paleontológico, es otras de las ofertas del circuito, cuyas muestras es posible apreciar en el museo regional de Villazón.

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