lunes, 9 de diciembre de 2013

Un paraíso chiquitano

Enclavado en la naciente e incomparable sierra chiquitana está ubicado el complejo turístico Santa Rosa de la Mina Club, donde, rodeado de naturaleza viva, de espejos de agua, bosques y el constante trinar de aves de mil especies y colores, uno encuentra, entre laderas, lomas y serpenteantes caminos, amplias y cómodas cabañas construidas al estilo colonial clásico donde no falta un detalle para el sosiego, para la celebración en familia o con amigos o, simplemente, para el rencuentro con la naturaleza.

Este complejo turístico se ubica en la puerta de entrada del circuito misional de Chiquitos a 189 km de la capital cruceña (tres horas de viaje en vehículo privado y cuatro horas en vehículo colectivo). Está a nueve kilómetros de San Ramón, sobre la carretera a San Javier.

El propietario del complejo y hospitalario anfitrión de los visitantes, Herman Antelo, no se cansa de mostrar las bondades del lugar y de hablar de los servicios que ofrece a la gente que acude interesada en pasar un fin de semana o un feriado en esas instalaciones.

Paz y tranquilidad
“Lejos del estrés y de las preocupaciones el cuerpo y la mente comienzan a relajarse y a sentir la tranquilidad que tanto ansiaban”, afirma Antelo en uno de los lugares de descanso del camino por donde se recorre la propiedad. “Esa terapia para ahuyentar el cansancio y la tensión se complementa con caminatas por senderos ecológicos, paseos a caballo o en bote, por momentos de esparcimiento en la piscina o en las lagunas, por la práctica del golf y otras actividades al aire libre”, dice demostrando sus amplios conocimientos de guía, pero más que todo de experto vendedor de propiedades rústicas en el complejo.

Servicios y comodidades
En el complejo se ofertan cabañas en alquiler para una y hasta para cuatro parejas. Además de su servicio de spa, cuenta con un amplio restaurante, con piscinas, lagunas y canchas deportivas polifuncionales. “Pero al margen del buen hospedaje no podemos pasar por alto el tema de la gastronomía que, perdonen la falta de modestia, es una de las mejores tanto en cuanto a comida internacional como a la típica cocina de Bolivia y en especial de Santa Cruz”, apunta el anfitrión de cientos de familias que acuden al complejo los fines de semana para pasar horas de tranquilidad rodeadas de naturaleza, al lado de la familia o con delegaciones empresariales, comerciales o profesionales que llegan de distintos lugares del país para asistir a seminarios o talleres que se organizan allí con el fin de que, mientras se trabaja, se goce de las cosas naturales, algo que no se encuentra en el bullicio y aire caldeado de los núcleos urbanos.

En el lugar se dispone de todos los servicios, incluyendo los de telefonía y de internet.

En visitantes asiduos se han convertido muchos grupos estudiantiles procedentes de la capital cruceña, de las poblaciones chiquitanas y de distritos del interior de Bolivia, que disfrutan sus vacaciones más que todo haciendo uso de la piscina y cabalgando o practicando deportes.

Opciones vecinas
A escasos 1,5 km del complejo está la comunidad indígena Santa Rosa de la Mina (origen del nombre del sitio), que es una opción complementaria al paseo. En este pequeño pueblo que mantiene vivas sus costumbres ancestrales, el visitante puede admirar la pequeña capilla barroca que, entre sus atractivos, además de su hermoso y antiguo retablo, expone una campana fundida por los misioneros jesuitas de la misión vecina de San Javier en 1707. Un poco más distantes están San Javier (a media hora en vehículo) y Concepción (a 1 hora y 45 minutos de viaje) y Ascensión de Guarayos (a dos horas de viaje).

Ofertas especiales
Herman Antelo, que gerenta el condominio campestre Santa Rosa de la Mina Club de Campo, explica que, aparte del alquiler de las cabañas, que reproducen el estilo cruceño, los interesados pueden adquirir su lote de terreno para construir a su gusto su propia cabaña, lo que le da derecho al uso del club house y de las innumerabes facilidades recreativas de este original complejo inmobiliario turístico hotelero.
Recordó que entre varios copropietarios de las cabañas están la reconocida modista cruceña radicada en Estados Unidos, Rosita Hurtado, gracias a quien llegó hasta el lugar, para descansar, el afamado cantante mexicano Juan Gabriel (febrero de 2012), que gozó de la tranquilidad y hermosura del complejo y consumió casi una arroba de achachairú.

Fiesta de fin de año
La administración de Santa Rosa de la Mina programó con anticipación la oferta para los que quieran despedir 2013 y recibir el Año Nuevo en medio de la naturaleza.
En primer lugar, los organizadores sugieren vestimenta al estilo hawaiano. Para la fiesta el precio por persona se fijó en Bs 400 para mayores y en Bs 100 para menores. Con alojamiento por una noche, Bs 700 por persona y Bs 350 los menores, y con alojamiento en San Ramón, Bs 600 y 300 para los menores.
El encanto de la naturaleza y de esta tierra noble chiquitana pueden ser un gran escenario para visitar e iniciar el nuevo año que está en puertas



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