lunes, 24 de noviembre de 2014

Rutas descubre una ‘nueva era’ para el turismo rural comunitario



Los aventureros que busquen experiencias únicas que hagan de sus viajes algo inolvidable pueden visitar comunidades que ofrecen servicios turísticos de calidad gracias a Rutas, un programa que pretende llevar el Turismo Rural Comunitario (TRC) en Bolivia, Perú y Ecuador a una “nueva era”.

El “Programa Rutas: Turismo Comunitario con Calidad Sostenible en América Latina” mejoró la competitividad turística y la articulación comercial de 351 emprendimientos de TRC, involucrando la participación de comunidades rurales vulnerables y el sector privado-público y obteniendo resultados alentadores en términos de mejora de la calidad de vida de las poblaciones involucradas.

“Estamos a las puertas de una gran oportunidad de cambio, de generación de ingresos y de difusión de los valores y riqueza de los bolivianos al mundo. Espero que con Rutas el turismo comunitario en Bolivia, Perú y Ecuador ingrese a una nueva era”, dijo en la presentación de los resultados del programa Emilio Uquillas, director representante en Bolivia de la CAF, promotor de la iniciativa junto con la fundación española Codespa.

El programa aportó financiamiento ($us 1,2 millones) y conocimiento técnico, administrativo y comercial para que los participantes desarrollen propuestas turísticas sostenibles basadas en la riqueza natural y cultural de sus localidades. El programa apoyó a 3.380 emprendedores de 17 comunidades cercanas a tres destinos con alto flujo turístico: los lagos Imbabura (Ecuador), el Valle Sagrado del Cusco (Perú) y el lago Titicaca (Bolivia).

Rutas “representa para el Estado una posibilidad estratégica para generar una metodología real y aplicarla en beneficio propio. Es un interesante programa piloto que puede trascender a todas las regiones de Bolivia que tienen una organización de vida en comunidad”, informó el viceministro de Turismo, Marko Machicao.

El TRC (actividades que permiten al visitante entrar en contacto con comunidades rurales que conservan su identidad cultural) representa desde el lado de la demanda un complemento vivencial a las visitas turísticas tradicionales, y desde el lado de la oferta, una oportunidad para generar trabajo, ingresos complementarios y oportunidades de desarrollo para las comunidades participantes.

Aun así, en muchos casos, el encuentro entre la demanda y la oferta, así como el establecimiento de relaciones de negocio duraderas entre los operadores de turismo y las comunidades, se dificulta por las brechas de calidad existentes respecto a las expectativas de los turistas. Procesos de comercialización incipientes y aislamiento de las comunidades respecto a los demás actores del mercado dificultan también la oferta de servicios.

Esos problemas minan la sostenibilidad de aquellos emprendimientos turísticos, que pese a los recursos y a las ganas invertidas por sus comunidades, no encuentran salida comercial y terminan frustrando las expectativas de las familias vinculadas. El programa Rutas ofrece una solución a estos problemas.

“Antes de emprender en turismo comunitario, nuestros padres solamente se dedicaban a la agricultura, pero no era suficiente para educarnos, tener una buena casa, alimentarnos o vestirnos mejor. Solo podíamos comprar lo que más necesitábamos”, recordó Ronal Canal, socio de la tierra de los Yachaos (Perú).vivencias. En Bolivia, el programa, que se desarrolló en Challapampa, Coati, Patapatani, Quehuaya, Sahuiña y Sampaya generó 39 emprendimientos turísticos y permitió que las familias involucradas incrementen su ingreso promedio mensual en 22%. “La sostenibilidad se garantiza con la apropiación de las comunidades de los emprendimientos turísticos”, sostuvo Javier Bendezu, delegado de Turismo para Bolivia y Perú de Codespa.

“Antes, nuestros abuelos, nuestros papás, vivían de la pesca y de la de agricultura; hoy, nosotros tenemos la alternativa del turismo”, afirmó Jorge Mendoza, presidente de Apthapi, una red compuesta por 207 familias de tres comunidades indígenas aymaras que formaron parte del programa.

“Confiamos en Apthapi. Nos han demostrado ser una empresa seria de turismo comunitario. Es nuestro operador local que cumple lo que ofrece”, dijo Óscar Ordóñez, gerente de la operadora de turismo Late Bolivia.

Según datos del programa, debido al incremento de la duración de las visitas de los turistas a las comunidades y de la mejora de la oferta turística, los visitantes han incrementado su gasto promedio en las comunidades, llegándose a duplicar en el caso de Bolivia de $us 7,18 por día a 14,91.

Para Amelia Amaru, responsable Comercial de Apthapi: “No fue fácil para los comunarios dar servicios de calidad. Hay muchas cosas que han podido hacer con mucho esfuerzo, ha sido mucho trabajo para ellos el poder asimilar estos servicios de calidad, pero vamos en buen camino”.

OMT destaca el potencial

Bolivia es uno de los países de la región con mayor nivel de desarrollo del turismo comunitario, según la Organización Mundial del Turismo (OMT).

La propuesta turística basa su éxito en tres pilares

El modelo Rutas está compuesto por tres elementos principales: competitividad turística, que asegura que la oferta de Turismo Rural Comunitario (TRC) sea de calidad y cumpla con las expectativas de la demanda; comercialización sostenible, gestionada por las propias comunidades rurales; y alianzas público-privadas-comunitarias estratégicas, que generan mutuos beneficios y oportunidades de negocio.

“Este proceso no fácil ni corto, necesita de un trabajo de apropiación, de generación de condiciones y de sostenibilidad local, administrativa y financiera, de un proceso de comercialización que sea justo y eficiente para las comunidades”, dijo el viceministro de Turismo, Marko Machicao.

Rutas, ejecutado en 18 meses, permitió el desarrollo de 130 restaurantes, 46 asociaciones de guías turísticos, 108 hospedajes, 34 talleres artesanales, 17 servicios de transporte y 21 servicios de turismo de aventura en las 17 comunidades de Bolivia, Perú y Ecuador que fueron parte del programa, en el que los propios comunarios realizan constantes evaluaciones sobre la calidad de los servicios a los turistas.

Tendencias mundiales de visitas son favorables

Las tendencias internacionales muestran un interés cada vez mayor en localidades remotas y únicas y por eso el sector turístico es uno de los últimos lugares en los que la población local tiene potencial de competitividad en el mercado, gracias a la singularidad de su patrimonio cultural y patrimonio natural, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial.

Las estadísticas de la Organización Mundial del Turismo muestran que los países emergentes han generado al menos $us 470 millones en 2013, transformando el turismo en una de las principales actividades generadoras de ingresos en el mundo.

“El turismo se ha convertido en una oportunidad y una herramienta de desarrollo sostenible que posibilita inclusión social y económica para las comunidades rurales de la región”, según la CAF.

Datos del informe de gestión del presidente Evo Morales dan cuenta de que, el año pasado, Bolivia recibió 1,26 millones de turistas extranjeros que dejaron al país ingresos por $us 525 millones. El Gobierno pretende que en 2025 lleguen al país 3,32 millones de turistas extranjeros y dejen $us 1.700 millones en ingresos.




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