domingo, 25 de enero de 2015

Estrellas de Hollywood viajan al Titikaka por conocer a los Limachi

La esquina de los Limachi, colmada de réplicas de balsas que se usaron en expediciones mundiales, corrales de llamas y chozas de barro, es la más cotizada dentro del único hotel cinco estrellas y complejo turístico que hay a orillas del lago Titikaka, Inca Utama.

La fama que se ha ganado esta familia, considerada pionera en la construcción de balsas de totora (planta que crece a orillas del lago Titikaka), ha rebasado las fronteras nacionales. Solo en los dos últimos años reconocidas personalidades y estrellas de Hollywood llegaron hasta “su esquina” para conocerlos.

Entre ellos están el actor Jim Carrey e incluso el dueño de la marca italiana Diesel, Renzo Rosso.

La llegada de estas personalidades ha sido mantenida en reserva, por lo menos durante su estadía, a solicitud de ellos mismos.

Testigos revelaron que Carrey, Rosso y otros famosos llegaron al Titikaka en jets (aviones a reacción) privados, y con la finalidad de evitar alborotar a los huéspedes o a otros turistas, influenciaron económicamente para que el hotel Inca Utama cierre sus puertas durante su permanencia.

De esta manera, los ambientes se convertían exclusivamente para ellos y sus acompañantes.

Pero ¿por qué los Limachi son los rockstars del Titikaka?

Esta familia incursionó en la construcción de balsas de Totora en 1947 y desde entonces sus construcciones han sido usadas por National Geographic, BBC, investigadores y demás, en expediciones por mares de Egipto, Noruega, Marruecos y una decenas de países del mundo.

Durante unos buenos años, los Limachi se abocaron únicamente a la construcción de balsas y recién el año 2002 formaron parte de una expedición.

Fermín Limachi, sobrino del precursor de las balsas de totora, fue el primer boliviano que participó en una expedición.

Abora II era el nombre de la balsa a la que Fermín se subió en calidad de expedicionario y constructor.

Cuenta que aquel año, transportaron el Abora II, por piezas, hasta Arica (Chile) en camión y posteriormente un avión llevó la balsa hasta Egipto, de donde partió junto a otras nueve personas.

En total navegaron durante 65 días por el Mediterráneo, con la finalidad de comprobar si las balsas de totora resistían una navegación contra viento y marea.

DETALLES

Actualmente, los Limachi están en proceso de construcción de una balsa con la que pretenden dar la vuelta al mundo a principios de la siguiente gestión.

Según Demetrio Limachi, la construcción de la balsa tomará por lo menos unos tres meses, debido a que se debe seguir todo un proceso.

En principio se recolectan totoras, luego se las hace secar, posteriormente se las trenza, a continuación se forman las partes principales de las balsas y finalmente se las ensambla.

FINANCIAMIENTO

Las expediciones de la familia Limachi hasta ahora han sido por etapas y demandan una inversión de hasta un millón de dólares.

El financiamiento para la construcción de estas balsas habitualmente proviene de empresas privadas.

“SU ESQUINA”

Los Limachi están instalados en un sector del hotel Inca Utama. Ahí Demetrio Limachi tiene su oficina donde, con mucha cordialidad, invitó a pasar a OPINIÓN.

Sus muros son de adobe y sus muebles, como no podría ser de otra manera, están hechos con totora.

En días donde no hay mucha afluencia de turistas, Demetrio Limachi se encierra en su oficina para diseñar balsas a escala que son comercializadas a los visitantes hasta por 15 bolivianos.


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