viernes, 19 de febrero de 2016

Complejo El Mirador abrirá sus puertas al turismo

En los paseos periódicos que organiza la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno Municipal, tocó el turno de un paradisíaco lugar llamado Complejo Acuícola “El Mirador”, que no solo ofrece una vista del paisaje de un brazo del lago San Jacinto, sino que también se crían allí distintas variedades de peces y en el que su producto estrella es el Tilapia Nilósica.
Luego de que al menos una treintena de personas, en su mayoría mujeres, abordaran el bus del municipio tarijeño, este se dirigió a la zona de Tolomosa Centro, lugar donde se encuentra el Complejo y cuyo propietario, Orlando Cartagena, fue el encargado de recibir a los visitantes y darles la bienvenida.

Paisaje
“Cuando un turista llega a Tarija se le muestra de la tierra chapaca, los viñedos, el río Guadalquivir, los sauces llorones, pero no se le muestra este tipo de naturaleza, más agreste como es esta zona, donde hay churquis y tacos y peor aún cuando no hay las condiciones necesarias”, empezó a explicar Cartagena.
En primer término, ofreció a los visitantes unos bocadillos que los denominó “crocanpeces”, que eran carpas de no más de cinco centímetros, tostadas y crujientes. El paseo se inició en el mirador del lugar para primero observar el paisaje, el lago, y la disposición de las más de 10 piscinas de crianza de peces.
Las características del paseo son ilustrativas e interactivas. Por un sendero se bajó hacia el primer espejo de agua, de dimensiones considerables, en el que se tuvo el primer contacto con esos animalitos, al ser casi transparente, se vio que nadaban en cardúmenes, por grupos y de manera sincronizada.
Posteriormente se pasó a otro estanque en el que explicó en qué consistía el alimento balanceado que se les da, que es en base a fibra, cereales y otros nutrientes. Ofreció a cada persona una bolsa llena de pellets (esferas de biomasa alimenticia) para arrojarlos al agua. Apenas caían estos, carpas de regular tamaño, algunas grandes, rojas y amarillas, empezaron a aflorar a la superficie para comerlos y ofrecieron un espectáculo que sacó expresiones de admiración.
Después, el turno fue de otra piscina en la que se mostró cómo se pesca. Dos colaboradores sujetaron una gran red por los extremos y fueron avanzando hasta llegar a un borde en el que los peces, acorralados, fueron sacados y las personas tuvieron la oportunidad hasta de tocarlos y posar con ellos para la foto. Luego fueron devueltos a su medio natural.
Esta actividad duró al menos una hora y media, finalmente, se sirvió un platillo especial, filetillos al ajo, preparados en base a carne de Tilapia Nilótica, “el manjar de los faraones” porque esta variedad procede del río Nilo, Egipto. Se caracteriza por no tener “espinas” y poseer un sabor exquisito.
Contó que es un emprendimiento familiar que ya tiene 17 años, y cuenta con siete profesionales que colaboran con él. Adelantó que es un centro de producción de semilla de peces de 15 variedades distintas que son ofrecidas a todo el país, por ejemplo, los ejemplares sembrados en lugares como Wacata, La Caldera, etc., salieron de este lugar.
El complejo, actualmente experimenta con sábalo, pacú, bagre, peces nativos, pero con los que más trabajan son las carpas, porque son los más rústicos, resistentes y son adecuados para empezar en la piscicultura.

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