sábado, 26 de marzo de 2016

“Por la despersonalización, muchos destinos turísticos tienden a desaparecer”



Sucre “La Ciudad Blanca de América” y Salta “La Linda” tienen mucho en común. Una de las similitudes pasan por el alto perfil de estas ciudades para el turismo.

El año pasado, Salta capital se consolidó como una de las provincias con mayor cantidad de turistas en Argentina, y en los últimos días se conoció que este destino se encuentra entre los cinco preferidos por los argentinos para los feriados de la Semana Santa, junto con las Cataratas del Iguazú, El Calafate, Bariloche y Córdoba.

¿Cuál es su receta? Básicamente, la decisión conjunta, de actores públicos y privados, de encaminar las voluntades hacia un mismo fin económico, en este caso, la actividad del turismo.

Capitales (C). Pablo Epstein, Licenciado en Turismo, vicepresidente del Centro de Convenciones Salta, Argentina, ¿qué puedes destacar de Sucre con miras a un futuro desarrollo de la “industria sin chimeneas”?
Pablo Epstein (PE). Yo creo que mucho de lo que he visto en Sucre es que mantiene su originalidad, eso está muy bien porque hoy en día el volver a las fuentes está bueno. Como técnico en Turismo, creo que está bueno.

C. ¿Cuánto ayuda, en ese sentido, el nuevo Centro de Convenciones de Sucre?
PE. El Centro de Convenciones de Sucre es un aporte muy valioso para la actividad turística porque el turismo de reuniones, de convenciones, ha pasado a ser una de las actividades más importantes dentro del turismo.
Sucre tiene buena hotelería y gente muy predispuesta: la idiosincrasia del pueblo hace que justamente el turista vuelva e insista en localidades como estas, que son increíbles, con un aporte histórico y cultural muy valioso, que en otros lugares del mundo no se ve. A partir de que el turismo comienza a tener cada vez más despersonalización, eso hace que muchos de nuestros destinos comiencen a tender a desaparecer.
Entonces, está bueno mantener la cultura, mantener la idiosincrasia, mantener el amor por la localidad que uno representa.

C. ¿Has encontrado puntos coincidentes entre Salta y Sucre?
PE. Muchísimos, muchísimos. Desde la arquitectura, la gente, he visto que la gente de Sucre, lo mismo que la de Salta, tiene muchas ganas de recibir al turista. Somos muy hermanos en esto.

C. ¿Cómo trabaja el Centro de Convenciones de Salta?
PE. El Centro de Convenciones colabora con el turismo de forma tal de evitar que la estacionalidad se vea más marcada. El turismo de reuniones no coincide con el turismo convencional, es decir, cuando llega la temporada baja comienza la temporada alta de las convenciones, de los congresos y de las reuniones. Entonces, obviamente, eso hace que siempre el turismo esté equilibrado y haga que gran parte de la población se dedique o esté involucrada directa o indirectamente con la actividad turística.

C. ¿Depende de alguna oficina del Estado?
PE. El Centro de Convenciones en Salta es una sociedad del Estado, dependemos directamente del Ministerio de Cultura y Turismo (de la provincia de Salta), con lo que todo lo que el aporte que necesita, ya sea la cultura, el turismo o la ciencia, se encuentra en el Centro de Convenciones convergiendo y logrando una fuerza entre todos para que un congreso, por ejemplo, sea no solamente una reunión de personas, sino que el artesano venda, que el dueño del restaurante trabaje, que los hoteles estén llenos y que se haga un aporte increíble, por ejemplo, con la ciencia. Cuando hay congresos científicos, ¿quiénes son los que más se capacitan? Obviamente la localidad.

C. ¿Cuántos años tiene el Centro de Convenciones de Salta y cuáles son sus características?
PE. Se inauguró el año 2007, tiene un predio con 32 hectáreas y un edificio con 10.500 metros cuadrados. Para que tengan una idea, el Centro de Convenciones todos los años recibe al Dakar, y pronto acogerá una de las maratones más importantes, el Cruce de los Andes. Así, el Centro de Convenciones se encarga de dar la bienvenida a aquellas personas que llegan a Salta desde distintas partes del mundo.

C. Como especialista en Turismo, ¿qué impresión te llevas de Sucre?
PE. La cultura de Bolivia me encanta. Tenemos mucho en común, nuestra cultura siempre ha sido… no diría parecida, porque tenemos la misma cultura. Entonces de repente es bueno que compartamos esa cultura, sobre todo Sucre y Salta, el norte argentino.
En Sucre se ha gestado mucho de lo que es la independencia de Argentina y muchos de nuestros grandes valores, como la bandera que fundó Belgrano, está aquí en Sucre. Así que la impresión que me llevo de Sucre, como de todo Bolivia, es increíble. La verdad es que los felicito.

C. ¿Entonces, le ves potencial para el turismo a esta ciudad?
PE. Por supuesto. Insisto: la vuelta a los orígenes hoy en día es una realidad. Hoy, para mucha gente, un shopping, los negocios, la noche, el juego, ya no son motivo de viaje. Hoy en día, si uno sale en Sucre a la calle vamos a ver un montón de extranjeros, alemanes, holandeses, que buscan el origen de todas las cosas. Y Sucre tiene esa alternativa que ellos buscan.

"Sucre tiene buena hotelería y gente muy predispuesta: la idiosincrasia del pueblo hace que justamente el turista vuelva e insista en localidades como estas, que son increíbles, con un aporte histórico y cultural muy valioso, que en otros lugares del mundo no se ve”.

"En el Centro de Convenciones (de Salta) converge y se logra una fuerza entre todos para que un congreso, por ejemplo, sea no solamente una reunión de personas, sino que el artesano venda, que el dueño del restaurante trabaje, que los hoteles estén llenos”.

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