sábado, 7 de enero de 2017

Oruro tierra de amor, de Carnaval y del Dakar

Con el colorido del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, la Capital del Folklore de Bolivia dio la bienvenida al Rally Dakar 2017, en medio de una verdadera fiesta que se reflejó a nivel internacional, por la alegría que desbordó pese al clima adverso y la lluvia intensa que se generó ayer durante media jornada.

El inicio de las actividades preparadas por las instituciones departamentales y municipales, estaba previsto para las 07:30 horas, pero todo daba comienzo a las 09:30 horas con la participación del grupo autóctono Mallkus de Belén, con la danza de la tarqueada, que fue el preámbulo a una ceremonia andina de agradecimiento a la Madre Tierra.

Las miles de personas que apreciaron el arribo de los motorizados a la capital orureña, se apostaron en el Casco del Minero, zona Norte de la ciudad, desde muy tempranas horas, algunos durmiendo en el lugar donde se preparó la tarima de llegada y el palco oficial.

Cerca de las 10:00 horas los rumores de un abandono de Walter Nosiglia a la competencia, ponía a una mayoría con un rostro de desazón, por constituirse en el mayor representante boliviano en el Rally Dakar, mala noticia que fue confirmada minutos después.

Pese al desconcierto por la noticia, la fiesta no podía amargarse, porque en la avenida Tomas Barrón, se veía el colorido de los trajes del Carnaval de Oruro, que indicaban el inicio de una pequeña entrada folklórica, con la participación de los tinkus Jairas, Tobas Sud, Phujllay Oruro, Wititis, Sambos Caporales, la Morenada Mejillones y la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada.

La entrada iniciaba y minutos después se informaba que la competencia se acortaba y los competidores arribarían a Oruro por la parte Este, lo que derivó en una modificación en la ruta de entrada, ante la molestia de muchas personas que esperaban desde temprano en el otro sector, además de las comerciantes y feriantes que se apostaron en ese sector.

Otro inconveniente que atravesaron los espectadores, fue la lluvia intensa que cayó en la capital y no calmó hasta avanzada la noche, pero las personas no se movieron por ver a los representantes bolivianos, quienes ondearon en alto la bandera nacional, elevando el civismo boliviano.

La fiesta continúo pese a la lluvia y el frío, mostrando que en Oruro existe el compromiso con esta competencia internacional, esperando ver la gestión próxima nuevamente este Rally en la Capital del Folklore de Bolivia.

CONTROL

Pese a la buena intención de la Policía Departamental de establecer un control adecuado para brindar seguridad a los espectadores y competidores, en horas de la tarde, se notó la ausencia de uniformados, especialmente en la avenida 24 de Junio, ruta por la que ingresaron los motorizados hacia el Casco del Minero.

Imágenes que se hicieron virales en las redes sociales denunciaron que los competidores tuvieron que esquivar vehículos particulares para cumplir su cometido y llegar a su destino.

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