martes, 11 de abril de 2017

Chiaraque, el pueblo de la Muela del Diablo



Juan Mamani es uno de los comunarios mayores de Chiaraque, el pueblo de la Muela del Diablo, la cima de cerro en forma de pieza dental que adorna La Paz. Juan tiene 85 años y vive en el poblado desde siempre. "Nací aquí, soy heredero de mi padre, Gregorio Mamani”, afirma el hombre. Dice que es mayor, pero "no tan viejo como el cerro”, al que llaman Auqui Qollo (cerro viejo), un lugar sagrado donde los de Chiaraque realizan sus ceremonias ancestrales en ciertas fechas, como en el Año Nuevo Aymara, cada 21 de junio.

El padre de Mamani fue uno de los colonos beneficiados con la distribución de tierras que se hizo 1854, en el marco de la Reforma Agraria, en Chiaraque, conocido entonces como el fundo Mallasa, una propiedad extendida a los pies de esa colina coronada con la Muela del Diablo, uno de los símbolos naturales de la topografía de la ciudad de La Paz.

Para algunos de los comunarios el cerro es en verdad la muela de un demonio. Es que en Chiaraque -cuentan- se libró una batalla entre arcángeles y seres malignos. Los segundos perdieron y uno de ellos, en la batalla, perdió la muela, que se quedó para siempre como muestra del poder de los "ángeles de Dios”.

"Desde siempre este Auqi Qollo ha sido lugar de ceremonias”, asegura Juan. Samuel Mamani, dirigente de los comunarios de Chiaraque, añade que reciben el Año Nuevo Aymara con una huatia preparada en horno de barro.

"Esa es la comida tradicional de Chiaraque”, añade. "Pero también celebramos con bailes y otras ceremonias”, continúa Samuel.

Con esa descripción quiere resaltar una de las vocaciones que tiene su poblado: el turismo que atrae la Muela del Diablo. Estando a 45 minutos del centro de La Paz y a 30 minutos de Calacoto están convencidos de que son una buena opción.

"Tenemos movimiento durante toda la semana y eso se incrementa los fines de semana y feriados, la Muela del Diablo siempre tiene gente”, dice.

Los comunarios de Chiaraque siempre estuvieron dedicados a tareas de cultivo, pastoreo y ahijaderos, pero estas actividades no son suficientes para su subsistencia, por eso miran la posibilidad de convertirse en una alternativa para absorber el rebalse de visitantes que cada fin de semana tienen Mallasa y Achocalla, los dos centros recreacionales más visitados de La Paz.
"Mallasa y Achocalla colapsan cada fin de semana y nosotros queremos ser una nueva alternativa para la población. Tenemos un proyecto que estamos trabajando”, afirma Samuel Mamani.

El proyecto está en su etapa de diseño. Los comunarios se organizan para presentar su propuesta a las autoridades correspondientes.

Alejandro Quispe, secretario general de Chiaraque, precisa que se trata de un complejo donde ofrecerán todos los servicios a los turistas: comida, transporte, guías y otros.

"También queremos tener una cancha, una iglesia y parqueos”, dice Juan Mamani.

Ya tienen experiencia en la atención a los turistas que pasan por su poblado para alcanzar la cima del cerro. "Las señoras se organizaron en una asociación que cuando se requiere atienden a los turistas con la alimentación, ya hemos trabajado en eso”, asegura otro de los dirigentes del poblado.

Están esperanzados en su proyecto para traer de regreso a algunos de sus comunarios, que debido a que Chiriaque no goza con todos los servicios básicos se fueron a vivir a zonas aledañas, como Chasquipampa, Cota Cota y El Pedregal. Actualmente en el pueblo viven unos 27 comunarios con sus respectivas familias.

Chiriaque es un lugar encantador, al menos en la época de lluvia, cuando se pinta por completo de verde. Las plantaciones de hortalizas y el pastoreo de vacas, ovejas y de otros animales lo convierten en un pueblo pintoresco, desde dónde se puede dominar con la vista toda la ciudad de La Paz, su centro, la zona Sur e incluso la ciudad de El Alto.

Sin embargo, es la cima de la Muela del Diablo la que ofrece un espectáculo paceño mayor. Son suficientes unos 20 minutos para alcanzar su cima, donde, en la época húmeda, una suave y cálida brisa acompaña la experiencia.

Destino en La Paz

Altura La Muela del Diablo es una formación rocosa de unos 300 metros de altura. Sobre la cima la altitud es de 3.825 metros sobre el nivel del mar.
Ingreso Se puede llegar a Chiarque caminando, como lo hace la gran mayoría de los turistas, o en transporte.
Qué llevar Ropa cómoda para caminar, una gorra, bloqueador solar y unas gafas de sol.
Atractivos El pueblo de Chiaraque ofrece, en tiempo de lluvia, un hermoso paisaje verde que contrasta con el aspecto árido de la Muela del diablo.
Servicios Los pobladores se organizan para ofrecer alimentación y otros servicios a los turistas.

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