miércoles, 26 de diciembre de 2012

EL RETO DE SER PATRIMONIO PARA SAN IGNACIO DE MOXOS

La investigadora que fundamentó y defendió el proyecto que derivó en la declaratoria de la Ichapekene Piesta -fiesta Mayor de San Ignacio de Moxos- como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Carmen Beatriz Loza, cuenta que la postulación fue iniciativa del Cabildo Indigenal, porque sus expresiones consagraron a San Ignacio de Moxos como Capital Folclórica del Beni y como Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado de Bolivia.

“Como paceña tenía mucha curiosidad por acercarme a sociedades indígenas no andinas. Fue un verdadero desafío. Me presenté a la consultoría lanzada por los ignacianos a petición de don Marcelo Araúz, que, desde Santa Cruz, me motivó a seguir trabajando por la cultura patrimonial y su difusión”, cuenta.
Fue un proceso largo que requirió de la compresión del documento de base Convención de la Unesco del 2003. “Si el espíritu de ese documento se comprende, el proceso se desa- rolla fluido”, aclara Loza. También se llenó un expediente con apoyo audiovisual.

Trabajo de indagación
Para una postulación mundial se requiere un equipo. Para San Ignacio de Moxos este equipo fue multidisciplinario. Colaboraron académicos extranjeros conocedores de la historia de Moxos ofreciendo datos (Akira Zaito, David Block, John Walker) y académicos bolivianos (Patricia Alegría, Roberto Fernández, Hans van den Berg, Enrique Jordá). Al mismo tiempo, moxeños aportaron y procesaron información. El Ministerio de Culturas elaboró la catalogación con los moxeños. Se presentó un disco con música de la fiesta, grabado con altos estándares a lo que coadyuvó la Escuela de Música de Moxos.
“Me tocó recoger esa información y sistematizarla para realizar el planteamiento central de la postulación y defenderlo públicamente”, detalla la especialista, que cumplió esa tarea en la séptima reunión de la Unesco, en París, ante 800 expertos del mundo. “Fui sola a representar a Bolivia como responsable del Expediente moxeño”, relata la historiadora, que en tres minutos defendió el trabajo y logró apoyo de los miembros con voz y voto.

Testimonio
“Esta difícil experiencia de conseguir consenso y apoyo de por lo menos 14 países me permitió comprender mejor los estándares que se juegan en la presentación de un expediente para lo cual se necesitan recursos a la altura del desafío mundial. Si el Gobierno pone a disposición los recursos suficientes existen más posibilidades de lograr productos de calidad para presentarlos ante la Unesco. “La Decisión del Comité (7. COM 11.7 Unesco) recomendó que se lleven a cabo las medidas de salvaguardia propuestas en la carpeta”.

La responsabilidad asumida es mayúscula. ¿Qué debe hacer de aquí en adelante San Ignacio de Moxos con su fiesta ante la obtención de la declaratoria?
Loza opina que los ignacianos tienen un desafío en gestión cultural. “El Cabildo Indigenal debe asumir la puesta en marcha de ese plan porque es la institución tradicional que por 323 años se ocupa sistemáticamente de la fiesta. Eso debe ser respetado y fortalecido porque el cabildo es una institución ejemplar”, valora.
“Ahora debe contar con apoyo económico para que todas las expresiones estén presentes: los 48 grupos de danzarines enmascarados. Al mismo tiempo, los jóvenes deben asumir el desafío e incorporarse a las iniciativas del cabildo, no pueden dejar solos a los mayores. La nominación es un incentivo para las nuevas generaciones, que deben ser los puntales para recrearla y salvaguardarla”, acota

Testimonio

Valoración de la Unesco fundamentación

“La dimensión de la transmisión de los conocimientos que vehicula la fiesta moxeña en torno al medioambiente; la celebración multiétnica que promueve respeto a la diversidad cultural y biológica. En la fiesta participan los humanos y los no humanos, esa presencia es la más visible en los cortejos de danzarines enmascarados. Al mismo tiempo, congrega a la diversidad étnica de la región .”
La nominación es un incentivo para las nuevas generaciones

Protagonista

Historiadora y demógrafa
Directora de Investigación del Instituto Boliviano de Medicina Tradicional Kallawaya

INVESTIGADORA
Carmen Beatriz Loza trabajó en el Instituto Max Plank de Historia de la Ciencia en Berlín y en el Instituto Nacional de Demografía en Paris. En Bolivia, durante largos años, en el Instituto Nacional de Arqueología. Consiguió dos nominaciones mundiales en patrimonio inmaterial para Bolivia. En 2003 colaboró a los médicos kallawaya de La Paz para declarar su cosmovisión como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Desde entonces es miembro de esa nación, pese a no ser indígena, hecho inédito. La Ichapekene Piesta es la segunda nominación mundial.
Consiguió, en noviembre de 2012, la inscripción de la prensa en miniatura de Alasitas en la Lista de la Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe.

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