domingo, 31 de julio de 2011

Oruro cuenta con varias ofertas para las actividades turísticas

El departamento de Oruro, capital folklórica de Bolivia donde se celebra el famoso carnaval, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco) como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, cuenta con hermosos lugares turísticos.

Una muestra de la riqueza turística que atrae a visitantes nacionales y extranjeros se la puede encontrar en el área urbana, donde está la Mina San José, que hace poco abrió sus puertas a la aventura.

Asimismo, se pueden apreciar las figuras mitológicas en piedra, como el sapo, el cóndor, la víbora, el ‘Tío de la mina’ y la Virgen del Socavón, además de las aguas termales de los balnearios de Obrajes y Capachos.

En la ciudad se encuentran varios templos coloniales, el Museo Mineralógico en el templo del Socavón, el Museo Antropológico Eduardo López Rivas, el Museo Mineralógico dependiente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), el Faro de Conchupata y el Corazón de Jesús.

Los 34 municipios también cuentan con sitios atractivos, como por ejemplo Caracollo, en la comunidad Yarvicoya, donde está ubicado un antiguo templo declarado Monumento Nacional, con torre anexada y portada tallada íntegramente en piedra. La obra data del siglo XVI.

También se cuentan con pinturas coloniales y los chullpares (tumbas antiguas) que se encuentran en toda la extensión de ese municipio.

Por su parte, el municipio de El Choro, que está ubicado al occidente de Oruro, cuenta con el templo colonial de San Pedro de Challacollo —situado a pocos kilómetros del puente Español—, el Rancho de los Urus Muratos y otros atractivos.

El municipio de Challapata, ubicado en la carretera Oruro-Potosí, tiene con lugar turístico el Calvario, donde está el Cristo Redentor que se convirtió en una especie de mirador de la ciudad.

También están las apachetas de Sachuma y Huajriri Vintu —sitios muy visitados en la época de carnaval—, y la cordillera Azanaquez, en cuya cima se encuentran cuevas, lagunas y otros lugares míticos.

PATRIMONIO COLONIAL

El municipio de Santuario de Quillacas no se queda atrás, pues ostenta con orgullo su templo colonial, donde está la imagen del Señor de Quillacas. Ahí también está el tambo Viejo, construido sobre la base de piedra, que era el paso obligado en la época de la Colonia.

En Huanuni, localidad minera ubicada a 51 kilómetro de Oruro, existe un museo mineralógico, aguas calientes y las ruinas arqueológicas del Inca Pucara. Por su parte, Machacamarca cuenta con aguas termales, templos coloniales y pinturas rupestres, además del nuevo museo ferroviario que tiene la infraestructura de la época republicana.

El investigador Jim Allen sostiene que no hay que buscar más la Atlántida perdida, pues él asegura que se encontraba en el ahora municipio de Pampa Aullagas, pues cada referencia que describió el filósofo Platón coincide con estas tierras. Este continente, según la leyenda, fue poblado por seres que desarrollaron altos conocimientos.

Asimismo, el municipio de Poopó cuenta con aguas termales, chullpares en Villaque, el cerro Pan de Azúcar —que se encuentra en la Villa Poopó—, el lago Poopó, y las etnias Uru Muratos.

Por otra parte, el municipio de Eucaliptus cuenta entre sus atractivos turísticos con un templo colonial, chullpares a lo largo de Ventilla, la laguna Soledad con fauna y flora andina y la casa de Zarate Villka, el guerrillero andino.

Otro de los sitios turísticos es Huari, donde los visitantes pueden deleitarse con una visita al templo colonial de San Pedro de Condo y los Chullpares de Callapa Abajo, además de ruinas coloniales e Incaicas en Vichajlupe y Castilla Huma.

No lejos de ahí, en San Pedro de Totora, se pueden encontrar varios templos coloniales, chullpares, ruinas de la época incaica en Pucara, y lago Parcocota que muestra la belleza de la fauna y flora andina.

A su vez, el municipio de Choquecota cuenta los chullpares de katarimarca y huayllapurcara, los bofedales de Chocoma y las vertientes de Markakollo, donde se realiza el turismo ecológico.


El Faro de Conchupata, un patrimonio

La Paz - Cambio

El Faro de Conchupata se encuentra al lado de la plaza Avaroa, intersección de las calles Herrera y La Plata de la ciudad de Oruro, llamada también la ciudad de Pagador, en homenaje a Sebastián Pagador, quien encabezó el grito libertario.

Ese monumento es una elevación rocosa que también se ha convertido en un singular mirador, desde donde se aprecia toda la ciudad.

Encima de un gran balcón con balaustrada de cemento, se alza imponente el faro, con su enorme estructura globular de vidrio que se ilumina todas las noches.

En este lugar fue izada por primera vez la actual bandera boliviana (Rojo Amarillo y Verde), el 7 de noviembre de 1851, durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu.

De acuerdo con los datos recabados por los historiadores, antiguamente el lugar fue conocido como Corralpata, pero durante la dominación colonial española se constituyó en una especie de confín entre las villas española e indígena.

Circundante a él se halla el Teatro al Aire Libre Luis Mendizábal Santa Cruz y el parque Eduardo Avaroa, que reproduce el puente del Topáter donde fue inmolado el héroe del que lleva su nombre, durante la Guerra del pacífico que nos dejó sin salida al mar.

Con estos atractivos, vale la pena visitar Oruro.

Iraníes coronan el Illimani con un mensaje de paz

Jafar Hassani Azami no sólo administra el hospital que su país, Irán, construyó en la ciudad de El Alto para atender a la población de escasos recursos, sino también es un experimentado montañista que el 24 de julio coronó la cima del Illimani.

Azami, en su condición de jefe de equipo, escaló el nevado paceño, uno de las más difíciles del mundo, junto a otros maestros del alpinismo como Ali Reza Shelkhnejad y Abolhasan Karimi Yaddi.

De Irán, uno de los países más montañosos del mundo, al Illimani boliviano, el equipo de escaladores vino con un mensaje de “paz, justicia y libertad”.

“Queríamos acercar a Bolivia con Irán con un mensaje de paz, que es lo más importante de esta experiencia”, señaló Azani.

De acuerdo con el embajador de la República Islámica de Irán en Bolivia, Alíreza Ghezíli, los escaladores Azami, Shelkhnejad y Karimi Yaddi conforman el primer equipo de alta montaña que visita Bolivia.

“Y espero que esta primera experiencia sea la apertura a nuevas expediciones en el futuro”, señaló el diplomático.

El nevado del Illimani, con 6.462 metros de altura, es la montaña que adorna el horizonte de la ciudad de La Paz y es la de mayor altura de la Cordillera Real.

La cumbre más alta de Bolivia es el Sajama, pero ésta se encuentra sobre la Cordillera Occidental, otro cordón montañoso de Bolivia.

El equipo iraní, con el apoyo de guías bolivianos, escaló el macizo de más de ocho kilómetros de longitud y cuatro cumbres que sobrepasan los 6.000 metros sobre el nivel del mar en tan sólo dos días.

RECONOCIMIENTO

“El Illimani es una de las montañas más difíciles del mundo para escalar y hacerlo en dos días es una verdadera hazaña”, aseguró el presidente de la Federación Boliviana de Ski y Andinismo, Juan de Dios Guevara.

Guevara fue quien entregó el viernes a los tres escaladores los certificados que acreditan la colosal proeza.

Según Guevara, para escalar el nevado se requiere una óptima aclimatación, lo cual los tres montañistas iraníes lograron sin problemas, porque en la historia de los ascensos al Illimani se conocen varias tragedias de personas que han resbalado más arriba del campamento Nido de Cóndores en las empinadas pendientes del hielo cristal.

Uno de los escaladores contó que cuando coronaron el macizo de hielo, por breves segundos pudieron observar “el altiplano paceño, el lago Titicaca y el Sajama”.

Ascender el Illimani es, según los escaladores iraníes, una sensación indescriptible que permite disfrutar de inigualables paisajes naturales, contrastes, ecosistemas y nieves eternas.

LA ARQUITECTURA COLONIAL Y REPUBLICANA REFLEJA LA HISTORIA LOCAL DE SUS HABITANTES DE ANTAñO

Uno de los tesoros más valiosos y poco preservados de la ciudad es la arquitectura colonial y republicana. Actualmente el casco viejo tiene una pequeña muestra de ella, algunas casonas que se mantienen en el tiempo pero que poco a poco están despareciendo del imaginario urbano.

Cochabamba tenía un tipo de edificación que era especial y muy particular; por ejemplo: de acuerdo a la descripción realizada en el libro “La larga marcha de los cochabambinos de la Villa de Oropeza a la Metropolización” de Humberto Solares Serrano, la ciudad estaba conformada por dos plazas, la de San Sebastián y la Plaza Mayor; y alrededor de ésta última se concentró la edificación colonial, seguida por la republicana.

Debido a factores de producción la Villa empezó a evolucionar hacia la ciudad, es decir que dejó de ser la aldea rural que cobijaba a los hacendados y grandes terratenientes para convertirse en un centro urbano de amplio crecimiento, situación que impulsó la construcción citadina, con estilos arquitectónicos propios de la época.

Francisco de Viedma, gobernador intendente de la provincia de Santa Cruz en 1788, ahora Cochabamba, realizó una descripción de la ciudad en la que menciona las casas de altos, bastante grandes, cómodas y sólidas, hechas de adobe crudo, aunque también habían algunos portones de piedra; todas con balcones de madera y el techo cubierto de teja. El resto eran construcciones de un solo piso y no muy grandes, como que muchas en los extramuros eran pequeños ranchos del mismo material y cubiertos con paja.

La arquitecta Patricia Dueri afirma que dentro la arquitectura colonial del siglo XVI, XVII y XVIII las casas se estructuraban a través de un acceso principal denominado zaguán, espacio físico que comunicaba al patio con las habitaciones que se encontraban alrededor. En aquella época, el primer patio estaba orientado hacia la calle y las actividades segundarias se distribuían en el segundo y tercer patio.

En la arquitectura republicana de fines del siglo XIX y principios del XX se conservaban algunos detalles de la anterior arquitectura como el “zaguán”, pero se incorporaron los asientos de piedra o poyos de mampostería y en general el concepto de “patio” se siguió manteniendo, aunque edificado a mayor escala.

Dueri afirma que el boom de la arquitectura en Cochabamba se dio en el periodo comprendido entre 1870 y 1910. Dentro de todo ese esplendor arquitectónico, un aspecto importante y que pocas veces es tomado en cuenta es la fachada de la vivienda, en la que se resaltaban las puertas y ventanas con dinteles rectos o bien arcos rebajados. Aun ahora la ciudad se encuentra adornada por su peculiar belleza y denotación histórica.

las puertas del tiempo

La calle Santiváñez todavía muestra una imagen tradicional de la historia arquitectónica de la ciudad de Cochabamba, aunque algunas de estas casonas ya están intervenidas por nuevas construcciones.

La mayoría de estas casas está construida en uno y dos pisos, de muros de adobe y grandes portones, que tienen una historia que contar detrás de cada detalle, sólo es cuestión de saber descubrirlas.

Al caminar por sus calles estrechas se observa la variedad de portones que existen, sólo en una cuadra, claro que hay muchas que han sido modificadas pero otras se conservan intactas y nos permiten leer por su forma, textura y diseño.

Patricia Dueri asegura que la mayoría de las puertas coloniales y de principios de la República fueron elaboradas en madera; y que durante la época republicana comenzaron a incorporarse nuevos detalles en su arquitectura como el fierro forjado.

puertas coloniales

La descripción que realiza esta arquitecta acerca de las puertas coloniales muestran una tendencia de portones amplios, de diseño simple, con dinteles rectos o arcos rebajados.

El detalle de estos portones es que estaban elaborados en base a largos tablones de madera gruesa, los que eran colocados en sentido vertical y por detrás estaban sujetos por travesaños horizontales, los que requerían de grandes clavos forjados y remachados en la cabeza. “Estos remaches se ven al exterior de la puerta y le dan un toque característico del estilo colonial”, asegura Dueri.

Otra de las particularidades en la construcción de portones de aquella época, y que también contamos con algunos ejemplos en la ciudad, es el marco de madera superior, el cual era denominado portón. “La mayoría de estas puertas están expuestas en los templos o casas solariegas y que a simple vista pueden describirse como una puerta menor dentro de una mayor”, asegura Dueri.

Por otra parte, y simplemente como un anecdotario, algunas edificaciones coloniales presentaban un apoyo de madera, piedra u otro material, lo que se consideraría como un banco de diferentes materiales, adosado en uno de los laterales de la puerta que servía para que los transeúntes tomen un descanso.

“Esta figura es todavía visible en la ciudad pero con el paso de los tiempos se está perdiendo”, asegura Patricia Dueri.

Otro aspecto importante que hacen de estos portones muy llamativos es su tamaño, por lo general eran fabricados de acuerdo al ancho de portón que deseaban, pues este tamaño se duplicaba y ese era el alto empleado.

EL ESTILO DE FINES DEL SIGLO XIX

A partir del año 1870 la arquitectura de la ciudad adoptó el estilo Neoclásico y posteriormente el Neogótico; y las puertas no quedaron al margen de dicha influencia.

“Las puertas fabricadas en este periodo son las más fáciles de reconocer puesto que en algunos casos los portones aún llevan una inscripción del año en que se construye la edificación”, asevera Dueri.

Los portones en el periodo republicano también comenzaron a desarrollar una imagen más decorativa, seguían siendo de madera pero incorporaron el elemento del tallado, en los que se centraban detalles decorativos simétricos, haciendo uso de pilastras con estrías, frontones, remates y rombos y por encima de la puerta a manera de mayor vistosidad se armaba un arco de medio punto semicircular, en el que se insertan piezas de hierro forjado en forma radial.

“Esta pieza funciona como un tragaluz del zaguán y de ventilación”, afirma Dueri. Las puertas Neoclásicas se reconocen por el arco de medio punto y las Neogóticas por el arco ojival.

GOLPEADOR DE PORTÓN

Este es un elemento elaborado en metal fundido y servía para golpear a la puerta, razón por la cual también se denomina llamador. Actualmente quedan muy pocos de éstos con figuras de leones y manos en la ciudad, incluso no serían más de cinco ejemplares.

Muchos de estos golpeadores tenían formas que representaban las características de algunos de los propietarios de las viviendas, por ejemplo: una mano de una dama con anillo significaba que en esa vivienda habitaba una señora casada, o si la mano no tenía anillo, se informaba a la sociedad que allí vivía una dama soltera o casamentera.

En Tarata todavía quedan algunos llamadores en portones de madera; la mayoría tiene forma zoomorfa, como por ejemplo vacas, cerdos y corderos; posiblemente fueron utilizados como un indicador de las labores económicas que se desarrollaban en ese hogar.

HISTORIAS QUE DESAPARECEN

Muchas de las casonas del centro de la ciudad están desapareciendo ante el avance irrefrenable de la modernidad. Hay nuevas edificaciones en terrenos protegidos por leyes bolivianas y reglamentos municipales vigentes.

Patricia Dueri asegura que ésta es una situación difícil de controlar cuando no existe una política estricta de preservación del patrimonio arquitectónico y más aún un sistema de difusión de los valores que poseen las edificaciones patrimoniales para la ciudad.

Posiblemente, a muy corto plazo, las puertas que aún sobreviven en el perímetro urbano se conviertan en un simple recuerdo fotográfico, negando a las generaciones futuras la posibilidad de encontrarse con la historia.


La Casa de Moneda recibió a miles ayer en visita nocturna

Tal como se esperaba, la visita nocturna a la Casa Nacional de Moneda de ayer tuvo bastante concurrencia de la población, atraída
por la oferta turística de los personajes y los ambientes preparados para la ocasión.
Los visitantes hicieron fila pacientemente para efectuar el recorrido planificado en grupos de 25 personas, les esperaba un monje con una vela y su campanilla e invitaba a la primera escena donde se encontraba el personaje de Diego Huallpa que relataba el descubrimiento del Cerro Rico.
La gente pasaba luego ante el personaje de Eugenio Moulón que explicaba el trabajo de construcción del Mascaron, en el segundo patio les esperaba Salvador Villa constructor del edificio de la Segunda Casa de Moneda y subían luego al lugar de trabajo de Melchor Pérez Holguín, el pintor más conocido en Potosí.
Después se ingresaba al ambiente donde estaba el personaje de Antonio López de Quiroga uno de los hombres más rico del periodo colonial, luego se pasaba a la sala de Numismática para espectar la acuñación a golpe de martillo, después se ingresaba a la sala con figuras en el trabajo de acuñación, se miraba la muestra de la evolución de la chola por el Ballet Cima de Plata y se terminaba con el personaje de Bartolomé Arzans de Orsua y Vela que explicó sus crónicas.
Cada escena fue iluminada por luz artificial o solo las velas, se consiguió el traje apropiado al personaje y la época, se colocaron objetos acordes al tiempo y los personajes exhibieron excelente maquillaje.
Esta visita nocturna fue felicitada por la población que sugirió que se repita por lo menos una vez al mes, lo negativo fue el corte de energía eléctrica que retrasó las visitas.

Oruro Ríos urbanos y periféricos pueden convertirse en atractivos turísticos

A través de la Arquitectura, los ríos urbanos y periféricos pueden convertirse en atractivos turísticos, respetando la naturaleza, a través de una construcción complementada con la esencia del espíritu, para que no sea fría, éste fue el aporte de uno de los invitados al X Encuentro Nacional de Estudiantes de Arquitectura.

El arquitecto Milton Braga, del Brasil, expuso un interesante tema, respecto a los trabajos realizados en su país, tomando en cuenta las características hídricas de las ciudades principales de éste, la exposición se realizó en el Edificio Centenario de la Facultad Nacional de Ingeniería.

Braga explicó que la arquitectura convive mejor con la naturaleza, desde la domesticación o transformación de la misma, "no podemos mirar a una lechuga y tratarla como naturaleza, tenemos que diferenciar a los alimentos", dijo el expositor.

En la actualidad la humanidad recuperó la conciencia de que los recursos naturales deben cuidarse, pero se tienen que tomar en cuenta los patrones de consumo y luchar para cambiar la mentalidad, mejorando las condiciones de vida y organización espacial, para no contaminar el hábitat.

En Brasil los ríos urbanos están contaminados, las aguas son turbias y hay bastante basura, dijo Braga, similar a lo que se puede observar en el río Tagarete en Oruro.

Braga sugiere que estos espacios deben ser rescatados a través de la arquitectura, creando lugares atractivos, tal y como se realiza en el Brasil, lo que está dando resultados positivos.

Los ríos urbanos son muy difíciles, dijo, porque en algunos casos tienen poca o mucha agua, pero para hacerlos más atractivos se habilitan espacios para depositar los residuos sólidos, de esta manera se cambia el panorama, creando paisajes de convivencia, desarrollando el turismo y promoción de estos sitios a través de postales, convirtiéndose en íconos por su valor. En síntesis, a través de la arquitectura se deben valorizar los espacios del agua, manifestó Braga.

Por otra parte, a su llegada a la ciudad de Oruro, Braga observó las figuras de chatarra que representan a los íconos del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que se encuentran en la avenida Tomas Barrón.

Éstas llamaron la atención del invitado, quien dio a entender que son un detalle importante para la ciudad, por la muestra de cariño que se percibe, este referente es valorizado en la arquitectura moderna, "todo trabajo es bien hecho cuando es elaborado con cariño", indicó.

sábado, 30 de julio de 2011

La Alcaldía proyecta construir un hotel y restaurar su patrimonio

El municipio de Capinota, que destaca su trabajo coordinado con los dirigentes de los diferentes distritos, tiene previsto para este año la construcción de un hotel y la restauración de su patrimonio, entre otros proyectos.

Así lo informó el alcalde, Sinforiano Paniagua, a tiempo de destacar la predisposición de Coboce Irpa Irpa de coadyuvar, no sólo en la construcción de la vía de pavimento rígido cruce Yatamoco-Capinota que empezó ayer, sino “en todo lo que sea necesario”.

“Tenemos dinero en el Plan Operativo Anual para ejecutar el proyecto turístico, pero nos hace falta el apoyo de Coboce”, indicó.

Dijo también que entre sus prioridades está la restauración de una hacienda donde se encuentra el “Molino de Cucuni”, un patrimonio histórico que albergó a “pilas” (soldados paraguayos) durante la Guerra del Chaco.

“Queremos que la gente conozca nuestra historia, que nos visiten”, acotó.

Asimismo, la autoridad municipal se refirió a un proyecto de agua potable para este año y la conclusión de dos obras “Bolivia cambia, Evo Cumple” como son el coliseo y una escuela en Irpa Irpa.

Por su parte, el presidente del Concejo Municipal, Francisco Sánchez, anunció el pavimentado de una avenida paralela a la principal y otros proyectos en diferentes distritos.

“Hasta ahora tenemos un avance presupuestario del 20 a 25 por ciento pero está mejorando con el reformulado y la coordinación que tenemos con las organizaciones para que utilicen sus presupuestos en la ejecución de obras”, sostuvo.

martes, 26 de julio de 2011

Mina San José se convierte en un atractivo turístico de Oruro

El departamento de Oruro, minero por esencia desde su fundación el 1 de noviembre de 1606 como la Real Villa de San Felipe de Austria, no sólo es la capital folklórica de Bolivia por su famoso Carnaval, sino que cuenta con hermosos lugares que son muy visitados por turistas nacionales y extranjeros durante los 365 días del año.

Es así que para dar un impulso a la industria sin chimeneas, el Gobierno Autónomo Departamental de Oruro realizó el lanzamiento del proyecto turístico denominado Mina San José, el pasado 1 de julio, en instalaciones de este centro minero.

El proyecto es ejecutado de manera coordinada entre la Unidad de Cultura y Turismo de la Gobernación y la Cooperativa Minera Multiactiva Corazón de Jesús-Mina San José.

Gracias a esa iniciativa se puede visitar esa mina de Oruro para ver parte de la historia de la época colonial, republicana, el sistema de trabajo estatal, pero también la labor de las cooperativas.

En consecuencia, la Mina San José se ha concretado como un producto turístico y alternativo de la industria sin chimeneas, gracias al impulso de la entidad departamental y la Cooperativa Minera Multiactiva.

Para ofrecer este producto turístico, se puso en condiciones los distintos parajes, convirtiéndolos en un circuito turístico dentro la mina San José.

Paralelamente se capacitó a una veintena de personas —todos mineros— en técnicas para ser guías de turismo, con inglés básico incluido, pues ellos serán los operadores turísticos. Asimismo, se cuenta con todos los implementos para el ingreso de los turistas a la mina, como ser cascos, botas y otros.

Los visitantes realizarán un recorrido turístico social, en el cual podrán ver de cerca las condiciones laborales de los trabajadores de interior mina y compartir una experiencia con ellos. Esta nueva forma de turismo ofrece tres circuitos, todo en interior mina.

El recorrido normal se inicia en el nivel cero, ingreso por la bocamina principal que es San José, para ver algunos mineros que trabajan y también al ‘Tío de la mina’, que es considerado un Dios por los trabajadores, pues les proporciona los minerales preciados que extraen.

Los turistas también verán los buzones, que son repositorios de minerales que cumplen la función de trasladar el mineral de arriba hacia abajo. Otra herramienta de interior mina es el guinche manual o mecánico que sirve para la transportación de minerales de abajo hacia arriba.

En el segundo recorrido ofertado se puede visitar hasta el nivel 200, donde se llega luego de descender a través de la jaula, que es una especie de ascensor. Una característica es que la temperatura a esa profundidad ronda los 30 grados centígrados, donde también se verá a grupos de mineros que trabajan.

El tercer recorrido que está en oferta es el denominado tours de extremo, para el cual los visitantes descienden en la jaula hasta el nivel 380, pero también a otros niveles con escaleras y sogas. Los turistas que accedan a este paquete, tienen que contar con buenas condiciones físicas. Ahí también se visita a los mineros y al Tío de la mina.


‘Tío Cachinas’, protector de turistas

Oruro es catalogado un departamento turístico porque cuenta con más del 30 por ciento de atractivos del país, como afirmó una ex autoridad municipal.

Pero con el emprendimiento de la Mina San José como un producto turístico, la región busca una nueva alternativa de generación de recursos económicos, tanto para la población en general, como para los cooperativistas mineros que administrarán este emprendimiento.

El ingreso a la mina es sin duda una experiencia única. Los parajes del lugar tienen distintas características, se conforman de túneles oscuros y angostos sostenidos por troncos de madera que impresionan durante la entrada.

Un aspecto que fue destacado en el acto de inicio de la actividad turística en la mina fue la presencia del ‘Tío Cachinas’, ahora denominado el ‘Tío Turista’, imagen a la cual los mineros y los propios turistas le ofrecen coca y cigarrillos, pidiéndole protección para ingresar y salir con vida del interior de la mina.


Centro minero por esencia en la Colonia

Oruro ingresó al siglo XVIII en la plenitud del colonialismo. En esas épocas, La Colorada, Alacranes, Flamenco, Pie de Gallo y otras fueron las minas explotadas por casi un siglo.

El siglo XVII había sido un período de luces para el sistema colonial en Sudamérica, pues las minas enriquecieron a la corona española, pero el costo en sangre fue inmenso.

La mita era un sistema de trabajo incaico de producción, pero los españoles la aplicaron en las minas con más rudeza, de modo que en dos siglos de explotación murieron ocho millones de nativos.

La fundación de Oruro, en 1606, hizo que se incremente el trabajo en las minas de plata, por lo que también aumentó considerablemente la cantidad de gente y la construcción de viviendas.

El epicentro temporal del auge económico por causa de la minería fue la segunda mitad del siglo XVII. Si Potosí contaba con 160.000 habitantes, Oruro tenía alrededor de 80.000 personas.

Pero cuando comenzó el siglo XVIII, muchos socavones estaban desiertos y otras minas se habían inundado, de tal suerte que la producción marcó un descenso visible. Eso provocó que la población disminuya severamente y por ende el comercio.

domingo, 24 de julio de 2011

Promocionarán el turismo en misiones jesuíticas del continente

San José, capital de la provincia Chiquitos, que ostenta el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, fue elegida para albergar al Tercer Foro Latinoamericano de las Misiones Jesuíticas, en 2012, donde se definirán los mecanismos para impulsar actividades de atracción turística.
La información fue proporcionada por la ministra de Culturas, Elizabeth Salgueiro, que llegó a San José acompañada de la directora de la Unidad de Patrimonio Mundial de la Unesco para América Latina y el Caribe, Nuria Sanz, a fin de coordinar los primeros pasos para ese foro que ya concitó la atención de los habitantes de esta región.
El alcalde josesano, Germaín Caballero, manifestó que las visitantes quedaron impresionadas con los trabajos de restauración que se realizaron en la estructura del templo jesuítico y del entorno misional.
Nuria Sanz destacó la importancia que le asignan los lugareños al valor del patrimonio arquitectónico legado por los jesuitas. Señaló que ese elemento será decisivo en el momento de impulsar los plantes turísticos.
La ministra Salgueiro comprometió el respaldo del Gobierno central para este emprendimiento. El burgomaestre Caballero anunció que la Alcaldía movilizará a sus técnicos para los preparativos del foro en tanto se define la fecha de la realización del foro.

Experto ve gran potencial turístico en región chiquitana

Es impresionante la biodiversidad y la cantidad de sitios de belleza natural en una extensión relativamente pequeña”, dice el experto brasileño Arsildo Strauss al empezar a describir las vivencias de su visita a Santiago de Chiquitos y sus alrededores. Y eso es mucho decir viniendo de un doctor en agricultura y gestión ambiental que tiene amplia experiencia en el manejo de suelos de la Amazonia de Brasil.
Strauss hizo un recorrido por la zona de San José, el santuario de Chochís, las aguas termales de Aguas Calientes, el Valle de Tucabaca, las formaciones rocosas de Santiago de Chiquitos y otros lugares. “Las piedras talladas por el viento parecen ciudades antiguas que se detuvieron en el tiempo”, relata, y aclara que el paisaje místico no es lo único que ofrece la región.
La variedad de plantas medicinales, por ejemplo, representan una riqueza muy grande que apenas está siendo explotada por la gente del lugar. Sin embargo, ya existe una asociación de mujeres que comercializa remedios caseros en pequeña escala. Lo propio se puede decir de los que aprovechan las frutas nativas en jugos, conservas y otros productos que son promocionados como beneficiosos para la salud por no contener agroquímicos.
“Todo esto es un buen comienzo”, dice Strauss, “pero queda por organizar la producción de lo que la región puede ofrecer al turista y mejorar los servicios”. En el contexto global, el experto brasileño recomienda regularizar y normar el acceso a todos los atractivos turísticos, y capacitar a la gente del lugar de manera que la riqueza natural se convierta en una actividad lucrativa, generadora de empleos y sostenible en el tiempo.
Sin salir de su asombro, Strauss elogia las bondades curativas de las aguas termales de Aguas Calientes, la paz que infunde la observación del Valle de Tucabaca, la experiencia única de apreciar plantas endémicas, la majestuosidad de torres rocosas como la del Santuario de Chochís. “Claro que es un spa natural; la belleza estimula mucho, eleva la autoestima y las ganas de vivir”, afirma.
Se estima que la industria turística chiquitana se verá potenciada una vez se finalice la carretera Santa Cruz-Puerto Suárez, último tramo del corredor bioceánico. A mayor afluencia de turistas habrá mayores exigencias en calidad de servicios y accesos, lo que hará necesario tomar mayores recaudos para proteger el medio ambiente que, como muchos, es bastante frágil. Strauss sintetiza las asignaturas pendientes con una frase: “Hay que organizarse antes de que el caos consumista atropelle a todos”.
Las iniciativas van por buen camino. Se está avanzando en el desarrollo del turismo con la realización de talleres productivos por parte de diferentes organizaciones. Incluso, la Fundación de Exalumnos de Santiago de Chiquitos (Fundesanch) ha encargado al propio Strauss la elaboración de propuestas de capacitación para impartir en varias instituciones chiquitanas donde sus afiliados son conscientes del valor del paraíso natural en el que viven y trabajan.

Arsildo Strauss

Experto brasileño en agricultura y gestión ambiental. Ha obtenido maestrías y doctorados en universidades de Moscú y Brasil en los campos de tecnologías de gestión ambiental, factores naturales en la formación de suelos, manejo y conservación de éstos, impactos ambientales de las inversiones agropecuarias en la Amazonia. Ha ocupado importantes cargos en instituciones públicas y privadas.
Ha trabajado en el levantamiento cartográfico de suelos en el ámbito del proyecto de desarrollo rural integrado del estado de Amazonas, Brasil. Cuenta con amplia experiencia en investigación de propiedades nutricionales y
curativas de plantas.

Casa de Moneda abre los juegos de antaño

A partir de las 9:30 de hoy, en el segundo patio de la Casa de Moneda, se desarrollará el primer festival de tradiciones populares denominado Rescate y Revalorización de los Juegos de Antaño.
Esta actividad se cumplirá como un número más de los actos de celebración del 238 aniversario de apertura de este centro museológico.
Lo que se quiere es abrir el espacio para la práctica y exhibición de los juegos tradicionales de antaño, donde abuelos, hijos y nietos puedan compartir en familia esta actividad.
Las personas que se animen a participar podrán hacerlo libremente en juegos como el trompo, la tawasara, la cadena humana, los chuwis, el enchoco, las pepas, las tulas, el pescador, la farolera y las pacancas, aunque se espera que se lleve otros juegos más.
El director de la Casa de Moneda, Rubén Ruiz, lanzó la invitación para esta actividad que pretende es recuperar a la familia con estos juegos que hoy se practican cada vez menos por las ofertas tecnológicas.

Migraciones prevé ingreso de mil turistas

Según el responsable de la oficina de Migraciones Bermejo, Esteban Blanco, el ingreso de turistas llegados de Argentina se verá incrementado en gran escala debido a la celebración de la fiesta patronal de San Santiago. “Los reportes del año 2010 indican que para estas fiestas de Santiago, el ingreso de turistas fue de más de ochocientas personas, por ende, para este año y previniendo un largo fin de semana, se espera recibir la visita de más de mil personas, que llegarán de zonas cercanas a Bermejo”, indicó.
“Es evidente que vamos a tener mayor flujo turístico por esta fiesta de Bermejo, más que todo de Argentina, ya que como indican los reportes del año pasado, de 250 personas que ingresan por el puesto de control del puente Internacional en días normales, ahora creció en un 60%, haciendo que el paso de turistas crezca a más de 850. Para esta gestión estamos esperando que por lo menos unas mil personas de zonas argentinas como Orán, Pichanal, Irigoyen, Güemes, Embarcación y Tabacal”, señaló.
Agregó que los turistas tendrán de buena atención porque existe un convenio binacional. “Todos los turistas que lleguen podrán permanecer 24 horas sin recabar la tarjeta migratoria, si es decisión permanecer más tiempo, deberán acercarse hasta las oficinas de Migraciones o en el puesto de control del puente Internacional para recabar la tarjeta vecinal, que no tiene costo alguno”, indicó, a tiempo de solicitar que las personas que sufran algún cobro indebido, presenten la denuncia correspondiente.

VILLA ALBINA, LA MIMADA DEL REY DEL ESTAÑO

Simón Iturri Patiño tuvo todo lo que quiso. O casi todo. El Barón del Estaño satisfizo muchos de sus deseos. Menos uno: vivir y morir en su casa de campo en el valle cochabambino, en su hacienda Pairumani que guarda la mansión amurallada de 16 hectáreas que mandó construir para su amada esposa: Albina Rodríguez Ocampo, la mujer que lo acompañó en pobreza y riqueza, en malas y buenas.

Se cuenta que cuando el hombre nacido en el pueblo de Santiváñez en 1860 fue de vacaciones junto a su novia orureña de 16 años a esa región situada en las faldas de la cordillera del Tunari, alrededor de 1889, cuando era sólo un empleado de la Hermann Fricke y Compañía, le hizo una promesa bajo un huerto de olivos, al notar que ella quedó cautivada por el paisaje: le regalaría una casita allí para vivir junto a sus hijos.

Poco más de cuarto de siglo después, cuando el ya empresario radicaba en Europa y disfrutaba de su apogeo tras haber descubierto en 1901 la mayor veta de estaño en la mina potosina La Salvadora, cumplió con su compañera y le edificó cerca del huerto de olivos una propiedad que bautizó como Villa Albina, un edén que hoy enamora a los turistas y acoge a la ciencia fitoecogenética en sus ambientes.

El ingreso a este palacio señorial es un camino flanqueado por jacarandas y ceibos, cual si fueran guardianes reales. Los jardines habitados por dos esculturas de mármol con motivos neoclásicos talladas por el francés F. Cavaroc, muestran centenares de especies arbóreas nativas y de confines europeos y sudamericanos, marcadas con sus nombres científicos y comunes para ser presentadas a los visitantes.

La fachada de la vivienda luce lineamientos arquitectónicos europeos y un coqueto color plomizo claro, con puertas y ventanas ornamentadas por el matiz terracota tipo ladrillo. Los balcones tienen hierro forjado y en la parte superior de la puerta principal del ala norte se ve una leyenda: Villa Albina, el sitio a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar que fue vetado a Patiño por sus dolencias cardiacas.

El inmueble estilo alemán es el corazón de la hacienda Pairumani, con 200 hectáreas en total. Como dice el biógrafo del potentado minero Charles F. Geddes, era “la niña de sus ojos”. La armó como un rompecabezas, comprando y uniendo propiedades en los años 20 del siglo pasado. Así creó una granja modelo para la que importó animales de pedigrée; para entonces, el mejor centro agropecuario de Bolivia.

El sitio que hoy es administrado por la Fundación Universitaria Simón I. Patiño persigue el sueño productivo de su impulsor. En la finca del municipio de Vinto se implementa un modelo de producción lechera agrobiológica, el mejoramiento genético de alimentos como maíz, haba, arveja, frijol, vainita —cuyos laboratorios se hallan en Villa Albina—, y de semillas que son repartidas a los pequeños agricultores.

La heroína tras el poder

Patiño deseó hasta el fin de sus días caminar por Pairumani e instalarse en Villa Albina, a pesar de todo el esplendor de las mansiones que habitó desde 1912 en Europa: en la Rue Washington, sobre los Campos Elíseos franceses; en la Avenue Foch; el Cháteau Valrose en Cimienz, cerca de Niza; en los peñascos de Biarritz o en las torres del hotel Waldorf-Astoria, en lo alto de Manhattan.

Quería disfrutar del clima benigno de Cochabamba con la mujer que conoció en sus domingos de iglesia y que llevó al altar de la Catedral orureña en 1889. Aquella que empeñó sus joyas por los apuros económicos de su esposo y que por la tozudez de éste por olfatear o escuchar alguna veta mineral en La Salvadora, dejó las comodidades citadinas para acompañarlo a vivir en una casa de piedra que fue levantada en la entrada de la mina.

Según Geddes, Albina fue el sostén del hogar, mientras Simón era el sostén de las empresas. Tenía gustos sencillos y sus primeros regalos “grandes” de matrimonio fueron un coche y un par de caballos para recorrer su natal Oruro. Era la vigilante de la salud de Patiño, quien arriesgaba su alta presión arterial por ser “buen diente” y por sus dos cigarros, dos botellas de vino y una botella de champaña por día.

En el interior del palacio de Villa Albina se respira un aire señorial. Tras pasar la puerta principal del lado norte se encuentra una fuente de agua que es el eje alrededor del cual se muestran las habitaciones finamente decoradas con muebles del denominado “art deco”, de comienzos del siglo XX. Los empapelados vieneses hacen que cada pieza sea una obra artística que no sólo evoca buen gusto, sino historia.

Por la derecha comienza el recorrido. El primer cuarto es una sala de billar convertida en auditorio, con muebles originales firmados por casas comerciales de París, y cortinas fabricadas en Bolivia con tela importada. Otra puerta conduce a un espacio rectangular que expone la bien conservada mesa de billar; es el antiguo salón de música cuyo piano fue llevado al Espacio Patiño de La Paz.

Luego está la sala de visitas. Un arco con un espejo empotrado recibe a la gente, junto con los muebles de marquetería. Un candelabro que parece telaraña le brinda un toque ceremonial. Resaltan un reloj dorado sostenido en el lomo de un par de leones y con dos indígenas que flanquean el escudo de Bolivia, que igual ornamenta una lámpara que tiene inscritos los monogramas de los hijos de Patiño.

El matrimonio tuvo siete retoños, dos murieron de pequeños. Los sobrevivientes fueron René, quien tuvo una vida enfermiza y falleció en 1976; Antenor, que se casó primero con Cristina de Borbón, hija del duque y de la duquesa Durcal, y luego con Beatrice Rivera, exesposa del conde de Rosavenda, y murió en 1981; Graziela, que dejó este mundo en 1980; Elena, que lo hizo en 1942, y Luz Mila, que fue pareja del conde de Boisrouvray y falleció en 1958.

Tras pasar una pequeña sala de estar, se halla el escritorio arriñonado de Albina Rodríguez, con un estante de esquina. Al lado, el cuarto de trabajo de su compañero, que tiene los retratos de la pareja en el frontis, una vista de la entrada de la hacienda y un escritorio “secreter” con cajas que, de acuerdo a si lucen abiertas o semiabiertas o cerradas, activan una clave para acceder a un compartimento secreto.

El salón contiguo estaba destinado a la recreación, con mesas para jugar ajedrez, damas o a la ruleta; arriba, sobresale el candelabro que tiene los cuernos de un alce como armazón, junto a la imagen de una santa trovadora y las iniciales “ARP”, por Albina Rodríguez de Patiño. Siguen el comedor y la sala de reuniones festivas, con lámparas de alabastro y sillas de mimbre, y que tiene salida a la fachada del área sur.

Los Patiño gustaban de las celebraciones, pero no escandalosas. Aparte, querían tener a la familia unida, por ello el empresario no comulgaba con los casamientos de sus hijos por miedo al alejamiento, y si daban ese paso, tenía campo en su hogar para recibirlos junto a sus parejas e hijos. Prueba de ello son los dormitorios del piso superior de Villa Albina, cuyos tapices de muebles tienen monogramas de los cinco.

La alcoba de los padres está en el ala oeste. Las ventanas abiertas de estos espacios sirven de mirador para apreciar la belleza de los jardines y la laguna que posee un puente de madera que conduce a una especie de kiosko en el centro. Cerca de allí, la casa de huéspedes. Al este del edificio, unido a la fuente del patio, las salas que antes cobijaban a la servidumbre y ahora son las oficinas y laboratorios científicos.

Gonzalo Ávila, director de la Fundación del desaparecido potentado minero y del Centro de Investigaciones, informa que Villa Albina es actualmente un importante atractivo turístico, que resalta por su esmerada conservación externa e interna: una persona vigila y cuida el palacio y entre cuatro y cinco se encargan de mimar la vegetación que rodea este sitio.

En 1947, a los 87 años de edad, Patiño falleció en Argentina, sin cumplir su anhelo de volver a disfrutar de su valle cochala. Pero se le hizo un último deseo: ser enterrado en el mausoleo de mármol de Carrara con esculturas de Cavaroc que hizo armar en su hacienda preciada, cuya cúpula guarda una efigie de bronce del Cristo resucitado y aquella piedra moledora de mineral que recuerda su tesón en los “siete años flacos” de sus inicios como minero.
Allí yacen sus restos, los de su querida esposa y algunos de sus hijos, junto al huerto de olivos testigo de su promesa de amor, en el paraíso de Villa Albina.


Aventura La 'Carretera de la Muerte'

Las cruces a los costados atestiguan la peligrosidad de la famosa "Carretera de la Muerte". Esta vía que conecta La Cumbre con la localidad de Coroico, en La Paz, es muy visitada por turistas extranjeros que la recorren montados en bicicletas y cuadratracks.

Paisajes y precipicios. La "Carretera de la Muerte" es un exuberante descenso de 64 kilómetros que se inicia en La Cumbre, a 4.700 metros sobre el nivel del mar (msnm), y concluye en los valles subtropicales de los Yungas, a 1.200 msnm.
El descenso demanda casi cinco horas a los ciclistas. En el trayecto se observa una flora exuberante con paisajes inolvidables, pero también hay precipicios con caídas de más de 300 metros.

Popularidad. Sus tres metros de ancho y los 205 accidentes que en promedio ocurrían cada año hasta el 1995 le dieron a esta carretera la fama que hoy la convierte en un destino turístico.

El camino, que era transitado en doble sentido, fue cerrado el 2005 para que sea recorrido por turistas a bordo de bicicletas o cuadratracks.

A lo largo de estos años se comenzó a dar nombres singulares a determinadas locaciones en el recorrido y que los guías utilizan para explicar a los turistas la peligrosidad del camino, entre los más conocidos tenemos: Chuspipata, la curva de la muerte, las cascadas de San Juan, el mirador del cerro rojo y el cruce del río de Yolosa.

Costos. Madness Adventure es una de las primeras empresas en ofertar este recorrido. Tiene paquetes de 400 y 600 bolivianos que incluyen el alquiler de la bicicleta, guías y mecánicos especializados y bilingües, transporte privado, snacks, agua, almuerzo buffet, piscina, ducha con agua caliente y CDs con fotos y pequeños videos del tour. Quienes desean pueden pasar también una noche en el Eco Lodge "Las Cascadas", con costo adicional.

400 Bolivianos
Cuesta uno de los paquetes que oferta Madness Adventure para el descenso en bicicleta de esta vía.

Tras los muros franciscanos

Una estructura de estilo colonial, se ubica en uno de los sitios más concurridos del centro cochabambino desde hace 430 años: la iglesia y convento de San Francisco. Actualmente es dirigida por el fraile de nacionalidad española, Carlos Folgado (75), quien como primera autoridad del lugar considera entre sus propósitos principales refa- ccionar las áreas dañadas de la histórica estructura de la iglesia.

Su frontis está en la calle 25 de Mayo, entre Heroínas y Bolívar. A lado de la puerta principal sobresale una espadaña (torrecilla) que es la construcción más alta que existe en todo el espacio que ocupa la iglesia. Según el Fr. Folgado, por normativa municipal, los edificios que rodean la Orden Franciscana no deberían ser más altos que la torrecilla, pero la mayor parte de las construcciones infringen esta regla. “Se construyeron hoteles, heladerías y residencias más altas de lo debido, sin dar el respeto que merece a este lugar sagrado”.

Muchos hallan atrayente la estructura de la iglesia San Francisco, pero pocos conocen la infraestructura donde residen los franciscanos. Con la mayor de las satisfacciones Fr. Folgado nos abrió las puertas del convento y describió a detalle el interior de la iglesia durante un recorrido por sus instalaciones.

“PECES FRANCISCANOS”

La entrada al convento dirige al patio central, un espacio cargado de árboles, arbustos, flores, todos ubicados estratégicamente para hacerlos atractivos a la vista (incluso en invierno). Exactamente en la parte central de este espacio verde, destaca una fuente de agua de prototipo arabesco. Bajo la premisa: “no existe una persona que sea igual a otra”, la peculiaridad de la fuente es que en su interior existen cerca de 100 peces y cada uno es diferente al otro.

Los peces de la fuente deslumbran por su variedad en colores y especies (irrepetibles), pero la fastuosidad de estos animales acuáticos se ve amenazada por un revoltoso Martín pescador. Muy seguido, pero especialmente en primavera, un ave de unos 20 cm que tiene el pico ligeramente alargado, se posa expectante cerca de la fuente aguardando el momento indicado para lanzarse al agua, atrapar con el pico a los “peces franciscanos” y alimentarse de ellos. “Tenemos que estar al pendiente de que no se robe a los peces –con un tono de impotencia- ese pájaro es un dolor de cabeza” asegura Folgado.

La fuente es limpiada con una periodicidad de 15 días, pues un problema adicional son las palomas, que a menudo hallan apropiada el agua donde están los peces para lavar su plumaje e incluso hacer sus necesidades.



La misma está rodeada de dos decenas de flores de loto, éstas son plantas acuáticas con grandes hojas flotantes que florecen entre julio y septiembre. Fr. Folgado se muestra admirado por la existencia de un jardín lleno de frescura en un lugar tan congestionado y concurrido como lo es el casco viejo de Cochabamba, que es mantenido por los hermanos franciscanos.

DE LA MANO CON LA NATURALEZA

Si existen lugares donde la naturaleza es útil e indispensable, uno de ellos es el patio central del convento, puesto que ahí existe un área destinada al cultivo de plantas medicinales y alimenticias. Mientras Elsa, la cocinera del convento, adereza sus preparaciones con perejil, cilantro, y quirquiña, los hermanos franciscanos encuentran el remedio perfecto a sus malestares en plantas como la manzanilla, limón real, sábila, etc. Todas cultivadas en el convento. Es menester destacar que reducen el gasto de energía eléctrica usando paneles solares para calentar el agua cuando es necesario. Por otra parte, el agua que abastece a la iglesia proviene de un pozo propio que contiene 10 mil litros de agua. Por lo tanto el proceso de saneamiento del líquido elemento depende de equipos propios del convento y no mantienen ninguna relación con Semapa.

En la planta baja del convento está la biblioteca, la sala de reuniones, el comedor, la cocina y las gradas con nexos verticales. La planta superior tiene una baranda de madera que delimita el corredor y las habitaciones. En la parte posterior del convento está un segundo patio donde está una cancha multifuncional y cuartos de lavado.

CASTIDAD, POBREZA Y OBEDIENCIA

De momento el convento alberga a 10 estudiantes que cursan los últimos cuatro de nueve años de estudio para ordenarse como sacerdotes. El primer año la orden franciscana envía a los hermanos a Alto Beni, el segundo año realizan sus estudios en Copacabana, Sucre es el destino del tercer año, dos años adicionales están en Santa Cruz y concluyen su preparación en Cochabamba.

Las edades de los hermanos franciscanos oscilan entre los 22 y 26 años; todos provienen de distintos departamentos de Bolivia. De momento cursan la carrera de Teología en la Universidad Católica Boliviana, que tiene una duración de tres años y una vez concluidos sus estudios realizarán un año de pastoral.

La obediencia es un principio de vida, por tal motivo cada hermano tiene asignados dos días específicos de la semana para realizar trabajos en carpintería, cuero y atención a la sacristía. Los beneficios de estos trabajos contribuyen económicamente al convento.

VANGUARDIA AL DÍA

Los corredores perimetrales del convento tienen sensores que activan la iluminación de manera inmediata ante cualquier señal de movimiento. Las luces se encienden automáticamente durante cinco minutos incluso cuando alguien transita por estos pasillos.

De manera anecdótica Fr. Folgado cuenta que a menudo las luces se encendían y todos quedaban espantados al evidenciar que no había nadie transitando por los pasillos. El miedo de los hermanos franciscanos terminó cuando descubrieron al enigmático ser: “era el gato negro de la iglesia -afirma sonriente- fue un alivio haberlo descubierto”.

Por otro lado, se tiene un exhaustivo cuidado con las conexiones eléctricas en toda la iglesia para mantenerla segura de peligros internos y externos. El retablo del altar es un elemento bastante significativo que fue tallado en madera de cedro y está dorado a la hoja.

En definitiva, es lo primero que la gente distingue al ingresar a la iglesia, por tal motivo todas las instalaciones cercanas no tocan en absoluto la estructura del mismo. El material sobre el que fue diseñado es inflamable y un descuido mínimo puede ocasionar daños irreparables.

La actualidad va de la mano con los hermanos franciscanos. En la planta baja del convento está la biblioteca y cada mes se adquieren nuevos libros para mantenerla actualizada. Asimismo cada uno de los 10 hermanos tiene una computadora a su disposición, “no se puede concebir la universidad si no tienes a mano una”, asegura Folgado.

VIDA COTIDIANA

Los ingresos económicos que tiene la iglesia de San Francisco vienen de la venta de objetos hechos por los hermanos. Además de las limosnas, los franciscanos cobran un alquiler mensual a las tiendas que están a sus alrededores y de las que obviamente la Congregación es propietaria.

La Iglesia de San Francisco realiza celebraciones eucarísticas a diario. Iniciando la jornada, a las ocho de la mañana, en la Capilla de la Virgen de Altagracia, que está dispuesta a lado dere- cho de la iglesia; la imagen de la virgen se halla en un altar privilegiado ya que tiene dos hornacinas (cavidades) neoclásicas a ambos lados. Por la noche, a las siete, la misa es celebrada en el presbiterio principal.

Sin lugar a dudas, las continuas refacciones y mejoras que se realizan en el convento e iglesia de San Francisco hacen que este monumento sea un lugar atractivo de culto religioso y además una auténtica simbiosis entre el arte neoclásico y la vanguardia.

Aposento bendito visita juan pablo ii en 1988.



Un hecho memorable para los franciscanos y para Cochabamba fue cuando el Papa Juan Pablo II oró y se hospedó en el convento. La ubicación de la habitación en la que se alojó fue cuidadosamente seleccionada.

Por un lado, el cuarto está en la parte superior y central del convento; “si arrojaban una bomba el impacto en este sitio sería mínimo”, argumenta Folgado. La habitación está hecha íntegramente de adobe, material que tiene la particularidad de mantener los ambientes calientes en invierno y frescos durante el verano.

Un pequeño estudio está dispuesto al ingreso, más al fondo ésta el cuarto de baño y una cama. Los mobiliarios de la habitación fueron renovados, excepto la cama y el escritorio. Este sitio es ocupado desde hace dos años por el Fr. Carlos Folgado.

En pocos días se pondrá una plaqueta en la puerta de esta habitación, y la frase que tendrá grabada, según Folgado es: “en recuerdo de su santidad Juan Pablo II que se hospedó en estos aposentos”.

viernes, 22 de julio de 2011

Relanzan ruta de Tomás Katari

“Por las rutas de Tomás Katari”. Así se denomina a la nueva ruta turística que se reestructura en el municipio de Sucre para explotar la riqueza natural y cultural que atesora el Distrito 8. Una caminata con nutridos premios y actuaciones culturales será la primera actividad de lanzamiento de esta ruta que rescata las culturas vivas de la región, tras lo cual será sugerida a los operadores locales de turismo.
Recursos arqueológicos y paleontológicos, la composición étnica, el legado cultural con sus singulares textiles Jalq’a y su tradicional música, además de los incomparables paisajes, son parte del atractivo que ofrece el Distrito 8 ubicado al norte del municipio y del Departamento. Son 37 comunidades distribuidas en los cantones de Potolo, Mama Huasi, Maragua, Chaunaca y Quila Quila.
Para revalorizar este importante recurso turístico con que cuenta Sucre, la Dirección Municipal de Turismo realiza esfuerzos para establecer y consolidar este nuevo producto turístico con el que pretende dar continuidad al proceso de incorporación efectiva de las organizaciones campesinas en la actividad turística.
Según explica la directora Municipal de Turismo, Analy Fuentes, la actividad de relanzamiento de esta ruta se realizará entre el 28 y 31 de este mes. El jueves 28 comenzará con un conversatorio en el que se abordarán temas relacionadas a la vida de Tomás Katari y el turismo comunitario.
El viernes 29 iniciará la caminata por las rutas de Tomás Katari. La primera jornada comprenderá desde la comunidad de Guzmán hasta Quila Quila; al día siguiente se proseguirá hasta Potolo y el tercer día desde Chaunaca hasta Chataquila. Los enlaces se recorrerán en microbús.
La caminata de 63 kilómetros está orientada a grupos de seis personas que serán permanentemente asistidas y que se harán acreedoras a premios en efectivo.

Propondrán Ley para cuidar el Qhapaq Ñan

Ayer se anunció que se trabajará un proyecto de ley para preservar la conocida Ruta del Inca o Qhapaq Ñan después de una inspección
ocular al lugar que autoridades realizaron el pasado martes.
“Todo lo que hemos recogido en cuestión de fotos y testimonio ha de ser un documento válido para trabajar a través de la misma Asamblea para elaborar un proyecto de ley departamental para su preservación, conservación y particularmente el cuidado de estos caminos que recorrimos desde Potosí hasta Porco, y un poco más allá”, manifestó Valentín Poclaba, presidente de la comisión de Desarrollo Productivo de la Asamblea Legislativa Departamental.
La autoridad informó que la visita fue conjunta con el Asesor, personeros de la Secretaría de Turismo, dos concejales de Porco y el comunario Jacobo Paco que reclama esta pérdida.
Dijo que en la inspección se ha podido evidenciar que existe daño en diferentes tramos de la Ruta del Inca, ya sea por los trabajos de construcción del camino asfaltado a Uyuni y por la creación de sembradíos.
También se logró el compromiso para emitir una Ordenanza Municipal del Municipio de Porco y luego evacuar informe a las autoridades nacionales para buscar una ley nacional.
Poclaba reconoció los vestigios que dejaron nuestros antepasados como las terrazas, las wuayra chinas donde fundían la plata y las huellas en piedra.
Estuvieron en Agua Dulce, Cebadillas, cruce Uchuy Chaquilla – Sacka Sacka, donde en grandes piedras se hallan huellas rupestres (patas de avestruz).

Tarija El sector turismo perjudicado por la Ley 100

Debido al cobro a precio internacional en la venta de combustibles que deben realizar las gasolineras a los ciudadanos extranjeros, que se instruye en la Ley 100, el sector de turismo del departamento se encuentra en emergencia, puesto que la medida perjudica el movimiento turístico en la región.

El miembro de la Cámara Hotelera y gerente del hotel Los Parrales, Carlos Vera, manifestó que la norma “es totalmente perjudicial para el departamento y para la ciudad de Tarija”, es por ello que las autoridades no deberían poner trabas al turismo. “El hecho de que los turistas lleguen al departamento y tengan que comprar gasolina a precios más altos, es un proceso de discriminación”.

Vera señaló que el turista también tiene el problema de perder hasta tres horas en la frontera, puesto que la atención en las oficinas de la Aduana es lenta, hecho que perjudica aún más la imagen del departamento.

De la misma opinión es la responsable de la Organización para la Gestión del Destino Turístico de Tarija (OGD) Lorena Terzo, quien además señaló que “es una medida que atenta con todo lo que se está haciendo en turismo, porque se está trabajando mucho para promover el territorio y la bondad de la gente”. “Este es un elemento que desdice lo que estamos haciendo, porque nosotros invitamos al viajero que llega a Tarija y una vez que llega, no puede abastecerse de combustible, se siente discriminado, de hecho no se va con una buena sensación”.

Terzo señaló que si lo que se quiere es evitar que se realice contrabando y especulación con el combustible, se pueden crear otros mecanismos que no perjudiquen al turista, como una boleta del lugar donde se hospedan, para demostrar que no residen en el país y que les permita abastecerse de combustible. Además indicó que tampoco es “conveniente” que la Dirección de Migración realice cobros a los turistas que entran por la frontera, porque esta medida no es recíproca.

Por su parte, la representante de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo Receptivo de Tarija (Canoturt) Silvia Martínez, señaló que la gran mayoría de turistas que llegan al departamento son argentinos y lo hacen en vehículos propios, por lo que la medida del cobro, afecta a toda la cadena de turismo.

El representante de la Asociación de Empresas Operadoras de Turismo de Tarija (Asoturt), Pablo Canedo, apuntó que el sector turístico tiene que dar las mayores facilidades al turista “para que pueda sentir que Bolivia es un país amistoso donde se puede hacer gestión turística de una manera ágil”.

Canedo manifestó que la medida “desalienta” a que el turista llegue al país, porque se concibe como una “hostilidad”, lo cual es “desfavorable” para los emprendimientos turísticos. Es importante que un turista llegue en su vehículo, porque consumirá más servicios, como la gasolina, un garaje, llantas, lo cual tiene un efecto multiplicador.

APUNTE

Asambleístas de Tarija no podrán hacer gestiones

En una carta abierta a la Asamblea Legislativa Plurinacional, la Cámara Hotelera, dio a conocer las razones por las cuales la Ley nº 100 perjudica al sector. La asambleísta por Camino al Cambio (CC) Sara Cuevas, manifestó que si bien no tiene conocimiento de la carta, afirmó que la Ley 100, al ser una norma nacional, la Asamblea Departamental no podrá realizar gestiones para modificarla.

jueves, 21 de julio de 2011

Arquitectura de poder en las misiones jesuíticas

La arquitectura de las misiones jesuíticas en Latinoamérica, y por ende en Bolivia, utiliza la radiación o fuentes de energía para incrementar el poder de control sobre las personas a las que se dirige, según estudios realizados por la Asociación Gea Bolivia.

Las misiones rescatan las enseñanzas templarias, buscando lugares “sagrados”, que presenten condiciones naturales geomagnéticas de emisión de radiación de energía, nociva y perjudicial para habitar, pero favorable para la acción de transmisión de conocimiento, afirma el arquitecto Nés-tor Guzmán Chacón, presidente de la asociación Gea Bolivia, a través de una de sus publicaciones precedentes a la investigación.

Una de las metas de los caballeros de la Orden del Temple de Europa fue, en apariencia, el poder económico y territorial, a partir de un acontecimiento político, guerrero o religioso.

Es por este motivo que el emplazamiento y disposición de las construcciones religiosas, templarias -arquitectura gótica- y jesuíticas, responden a lógicas de disposición magnética de la tierra en forma de malla denominada la red Hartmann (radiación natural del subsuelo).

“La parte interior a la red se denomina “neutra” siendo el mejor lugar o “seguro” donde descansar, dormir o trabajar, y el cruce de mallas se denomina nudo “cáncer” o nudo de emisión de radiación que favorece la transmisión de conocimiento y poder de control sobre las personas.

La arquitectura religiosa rescata estos “saberes o conocimientos milenarios” de detección de mallas dictados por los radiestesistas, por lo tanto su diseño y construcción “no es casual”,

En la actualidad, el diseño y construcción de templos no rescata esos saberes de radiestesia.

Restauración del templo de Paria es promovida en Oruro

El antiguo templo colonial de Paria, localidad ubicada en el municipio de Soracachi, provincia Cercado del departamento de Oruro, recuperará su esplendor, luego de que las autoridades de la Gobernación anunciaron que la estructura será restaurada.

Construido en el año 1535, el templo es considerado el primero de Bolivia, por lo que fue declarado Monumento Nacional del Estado Boliviano, mediante el Decreto Supremo 8171 del 7 de diciembre de 1967.

“Este templo debe ser restaurado y es obligación de los orureños lograr que como patrimonio tenga el lugar que le corresponde en la historia de Bolivia, porque ha sido el primero del país”, dijo a Cambio Pedro Ramos, jefe de la Unidad de Cultura y Turismo de la Gobernación.

La autoridad señaló que existe premura por iniciar los trabajos, debido a que en la actualidad el peligro de que se derrumbe el techo es inminente, como consecuencia de la falta de mantenimiento que no se hizo antes. “Por eso, en una primera fase, se va a reparar la cubierta y luego las otras estructuras”, añadió.

Según el historiador Mauricio Cazorla, antes de la llegada de los españoles en la región de Paria se estableció en un tambo de singular importancia para la vinculación entre el altiplano y los valles, pues se facilitaba el intercambio de productos, por lo que en tiempos del incario se le dio una categoría muy especial.

El año 2003 el templo y el pueblo fueron declarados Monumento Nacional, aunque la estructura del centro religioso siguió deteriorándose, por lo que en la actualidad se encuentra vacío, debido al temor de que el techo se desplome.

Una característica del templo es que la portada es de piedra y la edificación de adobe. También se observan cuatro faros que eran encendidos cuando se realizaban las celebraciones eucarísticas.

Los cuadros y otras reliquias que datan de la misma época se encuentran restaurados en otros ambientes improvisados, donde corren el riesgo de ser objeto de sustracción, por tener un gran valor artístico.

A pocos metros del templo se encuentran las torres con cuatro campanas, donde la más grande representa al padre, la segunda a la madre y las dos pequeñas a los hijos. La torre tiene otra historia.

Isaac Sipe, alcalde de Soracachi, informó que desde hace diez años los pobladores y autoridades gestionan la restauración del templo colonial, pero lamentó que aún no se tengan resultados para que este patrimonio del país atraiga al turismo.

La localidad de Paria está ubicada a casi 14 kilómetros de la ciudad de Oruro, y en el mes de febrero el periódico La Patria constató que el techo había cedido, por lo que colocaron una carpa de plástico que ya estaba deteriorada por efectos de los rayos del sol.

Por esos motivos, cuando se producían lluvias, el agua ingresaba y ocasionaba que las paredes se humedezcan. Sumado a ello, centenares de palomas hicieron del templo su nido, donde los excrementos dañan el patrimonio arquitectónico.

Los primeros días de abril se informó que se encontró un legajo de documentos con el proyecto a diseño final para la restauración de la edificación que data de la época de la Colonia. En la oportunidad, Pedro Ramos Choque informó que dicho proyecto fue elaborado por Pablo Ayala y Aldo Suxs.

En abril, también se reveló que ex dirigentes y autoridades del municipio de Soracachi firmaron un acta de compromiso con las autoridades de la Prefectura de Oruro, en la cual se establecía gestionar y conseguir financiamiento para la restauración.

Hasta donde se sabe, el documento establecía que la Prefectura de Oruro (actual Gobernación) debía aportar una parte, el municipio otra, y finalmente obtener una contraparte del Gobierno.

Asimismo, en el mes de junio se informó que el proyecto de remodelación del templo de Paria debía ser replanteado para iniciar los trabajos de refacción de la cubierta que está totalmente dañada.

Según dijo esa vez Pedro Ramos, un estudio permitió ver la necesidad de actualizar el proyecto, sobre todo en lo que se refería a los precios del material que debe ser utilizado en los trabajos, por lo que las autoridades del municipio de Soracachi debían ajustar los precios y modificar algunos ítems.

El proyecto a diseño final de 2006 tiene ocho capítulos, donde se contemplan trabajos en distintas fases, aunque por el tiempo transcurrido la actualización es necesaria.

miércoles, 20 de julio de 2011

Qué esconden las iglesias en sus entrañas Túneles mito o verdad Sucre

Oscuro panorama el de los sótanos de las iglesias de Sucre, que yacen anidando historias pavorosas sin concederles paz a quienes dejaron sus huesos en extraños cementerios subterráneos, debajo de los altares de los templos o cerca de conventos, museos y de caserones de la época de la Real Audiencia de Charcas.

El mito se ha ido alimentando con los años a partir del morbo que despiertan las murmuraciones acerca de que túneles habrían podido interconectar iglesias y conventos con fines relacionados con la Santa Inquisición o servido para que se concretaran allí encuentros clandestinos entre religiosos. Hoy, en medio de un silencio cómplice despuntan pocas certezas, en forma de criptas o de modernas versiones de lo que seguramente fueron rústicas edificaciones donde nadie podía verlas.

Aquí se inicia un recorrido por el casco viejo de la capital boliviana, en un intento por descorrer el velo de la apatía de un pueblo que hace décadas resolvió “no tocar más el tema”, como dijo peregrinamente un ciudadano, a tono con el misterio abierto en un primer contacto con otro que en voz baja había confiado la existencia de un pacto secreto en el círculo de historiadores. Los medios de comunicación, con su mutismo, aparentemente también habrían preferido mirar hacia otro lado cuando se rumoreaba de los túneles.

“Es un tema muy privado. Falleció un señor, miembro de la Sociedad Geográfica (Sucre), muy ligado al Cabildo Metropolitano (y) se llevó el secreto a la tumba”. La revelación proviene de un hombre de ciencia que según cuentan —aquí todos se conocen— sabe más de lo que dice. Él admite que hay una veda y que ésta se debería a una orden del Cardenal Maurer de quemar todo lo concerniente a los túneles. No sólo la Iglesia Católica, al menos dos investigadores desmienten esa hipótesis que toca la vida de uno de los sacerdotes más venerados de la historia; una historia que no es la primera vez que alude negativamente al cura José Clemente, para algunos, vinculado con la dictadura militar.

El vicario de la Arquidiócesis de Sucre, padre Percy Galván, recuerda que en la ciudad se encuentra el Archivo Eclesiástico Nacional, abierto, según sus palabras, a toda persona interesada en investigar la historia y la vida eclesiástica. Asegura que la Iglesia nunca se opuso a ninguna averiguación, en este caso, de los habitáculos bajo los templos.

Galván dice haber participado en la refacción de las iglesias y conventos durante los últimos 20 años y que no han encontrado comunicación subterránea alguna. “Sería incluso una cosa muy linda porque querríamos, nosotros los sacerdotes, abrir un circuito turístico”, ríe el vicario.

Las criptas, según la Iglesia, se utilizaban para “hacer una oración especial en tiempos litúrgicos fuertes”. Y los huesos y cráneos son de personas sepultadas en los cementerios vecinos a los templos: “Estando cerca de Dios, más fácilmente mi alma puede ir al Cielo”.

De los civiles que se atreven a hablar, Juan Zárate, profesor de Historia, al principio se muestra convencido: “En realidad, sí existen estos túneles o por lo menos fracciones de los que quedan. Yo he trabajado en el colegio Junín y, cuando estaba en la vida activa en este colegio se hacía un rebaje de la tierra en la cancha que queda en el segundo patio y ahí se encontró una especie de túnel que comunicaba posiblemente la iglesia de Santo Domingo con algún otro convento u otra iglesia”. Y aunque a medida que transcurre su relato acaba reconociendo que, a falta de pruebas, todas son suposiciones, él prefiere confirmar la idea de los túneles al dar cuenta de ellos por indicios en el excuartel militar y en la iglesia de San Francisco, ambos colindantes al Mercado Central.

La visita a estos dos sitios es apasionante. Si los turistas admiran el templo, cuánto más se sorprenderían de enterarse de que descendiendo por la inofensiva rejilla ubicada entre el altar mayor y la primera hilera de bancos darían con dos habitaciones subterráneas, en cuyos rincones hay sacos de huesos y cráneos pertenecientes —se cree— a los conquistadores. Experimentarían una sensación inolvidable, de adentrarse en esa cueva de telarañas y encontrar un desfallecido tubo fluorescente como único testigo de aquellos 10 metros de ancho por cuatro de largo y dos de alto, enterrados bajo el altar principal; de tocar las puertas tapiadas que llevan a pensar en túneles; de atreverse a manipular los restos humanos, confiados en el permiso de San Francisco, descuidados de la mirada de los santos y de la celosa vigilancia de la campana que repiqueteó en 1809.

Si supieran los turistas que detrás del altar de San Antonio, previa apertura de candado por Petrona Mendoza, la encargada de la iglesia, se encontrarían con pasillos angostos en cuyo interior se esconden puertas flotantes a una altura de cinco metros. Allí conviven sin mayor problema las palomas y los cráneos, algunos claramente de niños y forrados con motivos dorados. “Toda la parroquia fue como un cementerio. Cuando hubo las guerras (de la independencia), aquí la gente se refugió y los huesos son de personas que han fallecido en los pasadizos que ven allá abajo”, indica Mendoza al asegurar que la cripta bajo el altar es parte de los “pasadizos que conectan a La Recoleta, a la Catedral, al Liceo Militar (‘Teniente Edmundo Andrade’) y aquí al Mercado Central”. Atribuye sus afirmaciones a los conocimientos del padre Carlos Catalán, un guatemalteco que administró el templo entre 1988 y el 2000.

Al lado, en el Museo Histórico Militar, Jorge Alvarado Mendoza, suboficial I de la Armada Boliviana, sirve de guía por una bovedilla, con arqueado en el techo, ubicada bajo unas gradas y que en el Ejército creen fue un lugar de resguardo contra el enemigo en los tiempos de la revolución o de la Colonia, cuando la Iglesia estaba a cargo del convento. Según Alvarado, los militares tienen particular interés en que se dilucide la razón de esta bóveda y su posible conexión con templos y conventos, porque las consultas de los turistas son constantes.

A varias cuadras de distancia, sobre la calle Bolívar, el hotel Parador Santa María La Real, una casona de la segunda mitad del siglo XVIII, edificada sobre las dependencias y la huerta de la Real Audiencia de Charcas, expone como uno de sus atractivos al denominado Watanay (canal de desagües que documentación de aquella época sitúa en la huerta del antiguo palacio y sobre el cual se ha explayado, en un meticuloso estudio, el historiador William Lofstrom).

Hoy, el Watanay es un pasadizo —encontrado durante la remodelación de la casa— que desemboca en dos habitaciones subterráneas y por el que uno pareciera moverse a través de un túnel. Sonia Ávila de Pascual cuenta que, como propietarios, desconocen para qué se utilizaban en el pasado estos cuartos bajo tierra. “Hemos encontrado inclusive puertas tapiadas que continuaban a la casa vecina, y en la casa vecina hemos encontrado otro Watanay”.

Ávila no cree que hubiera una conexión del hotel con iglesias o conventos por el subsuelo. Pero, acota que “Sucre está edificado sobre una red de túneles”, por donde supuestamente habrían podido escapar quienes tendrían sus motivos para hacerlo. Esos túneles podrían deberse también a las quebradas: “Eran túneles con bóvedas, por donde corría el agua”. Por eso se dice que la ciudad se asentó sobre quebradas.

Puro cuento

El director del Museo Antropológico Colonial Charcas, Edmundo Salinas, resta importancia a las puertas que podrían adivinarse a simple vista, trayendo a cuento un cuarto oculto detrás de la torre más antigua de San Francisco, que “posiblemente era para guardar víveres, alimentos del convento; pero en los años 50, durante el gobierno del MNR, este sitio —ya en su fase cuartelaria, a cargo de las FFAA por disposición del Mariscal Sucre— se utilizó como carceleta y quienes estuvieron detenidos allá intentaron escapar e hicieron unas perforaciones, unos agujeros. Esohace pensar en pasadizos y cosas por el estilo”.

Para Salinas, no hay ninguna duda: “Desde el punto de vista científico, es dable afirmar que no existen los tales socavones y es otro de los mitos de nuestra ciudad. Yo lo puedo afirmar porque lo he comprobado”. Declara haber investigado y revisado prácticamente todo Sucre en los años 80, junto al Taller de Arqueología de la extinta Corporación Regional de Desarrollo (Cordech); “no hemos encontrado ningún vestigio de túnel alguno ni sistema de comunicación. Todos se refieren a ‘dice que dice’, nadie los vio”. De esos trabajos quedan documentos en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia; son, principalmente, papeles burocráticos sueltos —litigios, documentos de propiedad, etc.— y están dispersos, nunca fueron reunidos.

Otra persona que, dicen, conoce cada uno de los rincones ocultos de la ciudad es el arquitecto Francis Arce, ex Oficial Mayor Técnico de la Alcaldía. Él puede dar fe de la existencia de tumbas en las entrañas de los templos católicos.

—¿Túneles? —pregunta obligada.

—No son túneles propiamente, sino catacumbas o sótanos nada más —responde, para luego admitir que, en honor a la verdad, nunca se ha certificado nada con una investigación exhaustiva, “porque no hay la plata suficiente para seguir excavando”.

—¿Se plantearon alguna vez la posibilidad de túneles que conectaran iglesias?
—Bueno, es un mito, una tradición.

—Pero, ¿siguieron investigando para desmitificar esto?

—No, tenemos que partir de algo cierto. No podemos investigar por investigar, sino ver si hay algún vestigio; entonces sí empezamos a analizar seriamente la cosa.

La información se torna confusa porque el mismo Arce dice primero que “encontramos ahí unos sótanos, pero no se pudo continuar más por la falta de recursos. Estaban sellados, obviamente, y descubrimos que había esos pasadizos. Pero solamente era eso”. Y más tarde: “No son túneles, sino una especie de sótanos. Puede que tengan sus conexiones, pero eso no tiene una base, un asidero científico; es mito”.

Ambos arquitectos, en entrevistas individuales, coinciden en que las iglesias fueron utilizadas como cementerios hasta 1826, cuando por decreto se obliga a usar los cementerios públicos atendiendo razones de salud de la población. Los sistemas de enterramiento variaban de acuerdo con la jerarquía del muerto: los restos de los más poderosos económica o políticamente eran depositados cerca del altar, “más cerca de Dios”, refiere Salinas. La costumbre, cuenta de su lado Arce, viene de los moros, que enterraban a su gente “mirando hacia La Meca o hacia donde sale el sol; los españoles tomaron el hábito y enterraban alrededor de las iglesias, y los más notables dentro”. Para usar espacios de iglesias como cementerios, se construyeron criptas subterráneas.
Polémica servida

Al aire enrarecido que envuelve cada paso por estos ambientes se suman las distintas percepciones. Unas, muy seguras; otras, incrédulas o perfumadas de suspicacia.

El profesor Zárate entra en el grupo de los interesados en que se desvelen los misterios subyacentes. “Lo ideal sería que se organice una, entre comillas, expedición, que pueda ir por aquellos lugares y verificar en qué medida son realmente túneles o bóvedas que estaban debajo de algunas iglesias”. Cuando se le pregunta si considera importante reabrir una investigar al respecto, contesta: “Yo creo que sí, la historia siempre deja mensajes hacia el futuro. No pensemos en una historia muerta, de que había habido un túnel y se acabó, sino que eso nos tiene que enseñar algo para el futuro”.

Zárate va más allá: “Si es que existieran, estarían plenamente identificados estos túneles y si tenían alguna finalidad, ésta incluso puede hacernos cambiar la percepción que tenemos en cuanto a la labor de la Iglesia en el tiempo de la Colonia. No olvidemos que los españoles vinieron con la cruz y la espada, ¿más era la cruz o más era la espada? De repente juzgamos bien o mal a la Iglesia de la Colonia, incluso actualmente, pero tenemos todavía varias cosas que saber de ella”.

Ademaf y Cepb ven potencial en Amazonía

En una actividad organizada por la Agencia de Desarrollo para las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), los principales ejecutivos de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) visitaron Guayaramerín, Cobija y Riberalta con el objetivo de conocer las iniciativas productivas de castaña, madera, copoazú y servicios de lavanderas, que impulsan el desarrollo en la amazonía boliviana y analizar las alternativas para impulsar su sostenibilidad. El grupo liderado por Juan Ramón Quintana, director de Ademaf, y Daniel Sánchez, presidente de la CEPB, inició su recorrido en Riberalta, conocida a nivel mundial por su producción de castaña. Luego visitó Guayaramerín en la frontera con Brasil y finalizó en Cobija, capital de Pando. Sánchez explicó que esta actividad es un paso para atraer inversión nacional e internacional.

Santiváñez, la casona enigmática

La historia de la Casona se inicia con sus primeros habitantes, la familia Santiváñez. Su descendencia habitó la edificación por 220 años y luego pasó a terceras personas.

El origen criollo de la familia propietaria de la Casona comienza a fines del siglo XVIII, cuando Juan Antonio Santiváñez Gazma y Barrao llega de España, de la región de Viscaya, a la Villa de Oropeza. Se dice que este hombre se dedicó a la actividad comercial internacional y nacional.

Juan Antonio contrajo nupcias con la cochabambina Francisca Gumucio García Claros, de cuya unión nacieron siete hijos. Entre ellos José María, el primer propietario de la casona. Éste fue un personaje único en la región, debido a su carácter ecléctico en sus actividades personales, cumplió funciones de médico, abogado, político y diplomático.

José María Santiváñez dejó el inmueble como herencia a sus hijos y éstos a su vez a sus hijos; los que siguieron habitando esta propiedad por más de 220 años.

El último dato que se tiene sobre la propiedad de esta Casona es el de las hermanas Santiváñez: Leonor, Gertrudis y María Josefa.

Gloria Santisteban, administradora y coordinadora de Museos de la Alcaldía Municipal de Cochabamba, asegura que estas damas habitaban en el segundo piso, mientras que el piso inferior era alquilado a diferentes negocios, entre ellos un estudio fotográfico, un taller artístico y el inquilinato. Asimismo se cree que éste es un periodo en el que la casa atraviesa por un proceso de adecuación espacial para tratar de satisfacer la demanda de los arrendantes.

A la muerte de las hermanas Santiváñez el inmueble pasó a manos de la Iglesia católica, la cual deseaba fundar allí la Universidad Católica, pero luego gracias al interés de la Alcaldía es que se permuta este terreno por uno que estaba ubicado en la zona de la Muyurina.

Los habitantes ocultos

Pero la Casona también tiene una parte oculta, porque dicen que estaba habitada por entes espectrales, los que de tanto en tanto lograban hacerse ver y llamar la atención de los nuevos habitantes. Tanto Santiesteban como Ramos aseguran que sus ambientes son algo pesados y que alguna vez se llevaron sorpresas.

Mario, el portero, dice que antes de la restauración la casa era muy pesada y que apenas se entraba el sol, buscaba la compañía de alguien para hacer sus rondas, y que durante toda la noche su perro emitía aullidos desgarradores, que finalizaban al amanecer.

El portero cuenta la historia que vivió la esposa del “cabo Sabino”, su antecesor, quien dijo haber visto a un grupo de sombras que daban vueltas alrededor del toborochí, -árbol que existía antes en medio del patio-, con unas velas. Ramos recuerda que al día siguiente la familia dejó el cargo y el lugar.

Gloria también asegura que esporádicamente llegó a sentir cosas raras, como pasos, golpes e incluso un frío especial que pasó a través de ella, “una noche al irme, mientras aseguraba las puertas del salón principal sentí cómo alguien caminaba detrás de mi, al darme vuelta, no había nada, sólo un frío y un estremecimiento recorrió por mi cuerpo”.

Pero no sólo son trabajadores municipales los que pasaron por este tipo de situaciones sino tambien los turistas, como es el caso de una peruana que afirmó haber visto un nombre con vestimenta antigua en el patio, él cual desapareció frente a ella.

Otra de las historias más comentadas es la que vivió una ex senadora, quien se vio casi obligada a salir corriendo de uno de los ambientes al observar como un cadena gruesa metálica se movía frente a sus ojos.

Y así como ésta son otro tipos de historias las que se van sumando pero nadie sabe con exactitud cuál es el ente que se niega a dejar la Casona.

Historia de una edificación

La Casona se encuentra ubicada en la calle Santiváñez entre la avenida Ayacucho y la calle Junín, a dos cuadras de la Plaza Principal 14 de Septiembre. Ya desde la puerta de ingreso el visitante puede quedar prendado de la belleza de sus ambientes elegantes, altos, amplios y singularmente únicos.

Gloria Santisteban explica que en contraposición a la belleza de la arquitectura colonial de esta infraestructura, -en la cual se observan las paredes tapizadas con figuras llamativas, pisos de loza de piedra construidos detalladamente, los cuadros y muebles que pertenecieron a la familia-, pocos son los datos históricos que se tienen de esta estructura.

“Lamentablemente no existen datos precisos de su construcción y hay vacíos sobre sus orígenes y habitantes” aseguro Santiesteban.

Algunas de estas piezas arquitectónicas aún conservan la belleza y prestancia de sus años mozos y por ello son considerados como ejemplares únicos y por eso son joyas coloniales y patrimoniales de la ciudad de Cochabamba. Éste es el caso de la Casona de Santivañez.

Periodos Arquitectónicos

Patricia Dueri integrante de la Sociedad de Patrimonio Histórico de Cochabamba asegura que debido a diversos

 factores e indicios de varios tipos de construcciones que presenta la Casona, es muy difícil precisar el periodo de su construcción.

Según Dueri, la arquitectura colonial de los siglos XVI, XVII y XVIII se caracterizaba por el aspecto funcional, la cual se origina a través de un zaguán que comunicaba al primer patio con las habitaciones que se encontraban alrededor de la misma, un área que estaba destinada a la vida social y a los dormitorios.

“Muchas veces la arquitectura habitacional colonial presenta más de un patio. El primero estaba muy próximo a la calle, los dormitorios de los habitantes estaban en el piso superior y por lo general allí también se ubicaba el salón principal, donde se recibía a los invitados; las actividades secundarias se distribuían entre el segundo y tercer patio” aseguró Dueri.

Prosiguiendo con la descripción, la edificación cuenta con cimientos de piedra, muros de adobe, el revoque de barro y cal; la cubierta de los balcones internos son de estructura de madera de par y nudo y la teja muslera.

Pero la Casona también presenta indicios de un tipo de edificación republicana, la cual se originó a fines del siglo XIX y principios del XX, “aproximadamente desde 1870 hasta 1910 la arquitectura se caracterizaba por los detalles decorativos que se utilizan en fachadas e interiores, los que han sido influenciados por los estilos neoclásico y neogótico” afirmó Dueri.

Recuperación de identidad

Al poco tiempo del trueque de terrenos, Cochabamba estuvo a punto perder este legado histórico, ya que el techo de los ambientes del segundo patio se había desmoronado y sus paredes se debilitaron a tal punto que estaban a punto de colapsar; pero, las autoridades municipales se dieron a la tarea de encarar un proyecto de refacción, restauración y revitalización de la Casona de Santiváñez.

Esta edificación está emplazada en una superficie de 1.478,10 metros y su construcción está dispersa en 797,86 metros cuadrados; el resto del terreno queda distribuido en los dos patios, la huerta y el canchón trasero.

Mario Ramos, portero de la Casona, asegura que cuando asumió sus funciones en 1995, él vio una puerta trasera que contactaba la huerta con un ambiente posterior, pero que a la fecha ésta ya no existe.

Dicha situación daría a entender que este lote contaba con una salida hacia la calle General Achá.

Es así que en 1995, dentro del criterio de políticas de preservación del patrimonio cultural, se comenzó a trabajar en la recuperación de esta Casona, tarea que fue concluida dos años después con la entrega. Desde entonces esta infraestructura se ha convertido en un museo y centro cultural.

miércoles, 13 de julio de 2011

Un circuito turístico une 27 pueblos de La Paz

La obra, en la que se invirtió Bs 122 millones, y que tiene una extensión de 48 kilómetros, fue entregada ayer en un acto en la localidad de Santiago de Huata por el gobernador César Cocarico, en el marco de los festejos por los 202 años del Grito Libertario del 16 de julio de 1809. Al mismo asistió el vicepresidente Álvaro García Linera.

Distante a más de 100 kilómetros de la sede de gobierno, el circuito asfaltado Achacachi-Janko Amaya une a 27 comunidades que están asentadas a orillas del Titicaca, las cuales no tenían conexión entre sí, ni tenían acceso a las rutas fundamentales que van hacia Copacabana y La Paz.

Esta infraestructura permitirá a estas poblaciones desarrollar proyectos turísticos que mejoren su calidad de vida, como la construcción de muelles cerca del lago Titicaca, el mejoramiento de calles, la construcción de miradores y otras actividades que pueden atraer a turistas.

La vía tiene un asfaltado denominado tratamiento superficial doble, el ancho de la plataforma es de 7,60 metros y es de doble vía.

Entre las poblaciones beneficiadas están Achacachi, Chauira, Ajaria, Zona Central Ajliata Pueblo, Chauira Chico, Carmen Lipe, Ajaria Chico, Uricachi, Santiago de Huata, Japu Raya, Millipaya, Coquena, Cocotoni, Wichi Wichí y Janko Amaya Pueblo.

Inversión. “Esta vez me tocó llegar como Vicepresidente. Antes recorrí estos lugares como revolucionario”, dijo García Linera ante la multitud que se congregó para recibir la obra. El Vicepresidente arribó hasta el lugar en un helicóptero que aterrizó en la cancha de Santiago de Huata.

El Segundo Mandatario recibió de los campesinos regalos típicos de la región, como un poncho rojo, un lluch’u y hasta una trucha. Además, fue declarado Huésped Ilustre y le entregaron las llaves de la ciudad de Santiago de Huata.

Ante la concurrencia, la autoridad dijo que el circuito Achacachi-Janko Amaya es sólo “una parte de los 450 kilómetros de vías que se van a construir en el departamento de La Paz, con una inversión de $us 500 millones”, provenientes del Tesoro General de la Nación (TGN).

Obras. El gobernador César Cocarico destacó la coordinación entre las autoridades de las comunidades beneficiarias y las autoridades electas por voto para terminar la vía, que comenzó a ejecutarse hace tres años.

“Es un conjunto de obras que entregamos en homenaje a La Paz, porque la fiesta no sólo es en la ciudad sino en todo el departamento”, dijo a los asistentes. El Gobierno Nacional también entregó ayer 400 viviendas sociales, que tienen instalación de agua potable y electricidad, a ocho comunidades de Omasuyos. La inversión en estos inmuebles fue de Bs 13,8 millones.

“El Gobierno ha invertido Bs 8,5 millones y los restantes Bs 5,3 millones han sido la contraparte de los comunarios (aportados) con su trabajo y parte de material”, resaltó el Vicepresidente del Estado.

Las comunidades beneficiadas con las viviendas son Tola Tola (67), Tulusi (30), Cotapampa (44), Toramaya (33), Chauira Chico (43), Ajaria Grande (34), Arazaya (53) y Tajani (48). Los comunarios solicitaron al Mandatario que se propicien carreras de coches para promocionar la vía.

Festejos oficiales

Actos viernes
Hrs.12.00. Misa en la iglesia de San Francisco.
Hrs.15.30. Traslado de los restos de los protomártires a la plaza Murillo.
Hrs.17.00. Concentración de autoridades en la Casa de Murillo.
Hrs.18.00. Acto protocolar e inicio del desfile de teas.

Comunarios de Ajllata tomaron dos rehenes

Comunarios de Ajllata, cerca de Achacachi, denunciaron ayer que el asfaltado desde esta localidad hasta Ancoraimes, que es parte del circuito turístico que entregó ayer el Gobierno Departamental de La Paz, está inconcluso.

Comunarios bloquearon la ruta a Achacachi y tomaron como rehenes al alcalde de ese municipio, Constancio Gutiérrez, y al presidente del Concejo edil, Toribio Huanca, porque consideran que son los responsables. Ambos fueron liberados por la tarde tras un acuerdo.

“Estamos sorprendidos por las actitudes que programó nuestro Gobierno Departamental, nosotros repudiamos la obra inconclusa. Nosotros no queremos esta obra a medias, sino una bien definitiva y concluida”, indicó a La Razón Nelson Ticona, dirigente de esa comunidad.

Según dijo, falta la instalación de cunetas, señalizaciones, además de rompemuelles. El concejal Huanca señaló a su vez que la entrega no fue coordinada con los dirigentes.

“Ha sido una actividad mal programada por la Gobernación, debía ser una entrega definitiva, pero ha sido una imposición del Gobierno central, ellos nos han querido utilizar para que vayamos todos, no les ha gustado mal hecha la obra, el Gobernador se escapó”, dijo el concejal.

La Razón intentó conocer la versión de la Gobernación sobre este caso; sin embargo, hasta el cierre de esta edición (19.00) el móvil del director del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), Juan Carlos Salazar, estuvo apagado.