sábado, 11 de abril de 2015

Tariquía, el bosque nublado y su riqueza inexplorada



Tariquía es una de las reservas de bosque nublado más grandes de Sudamérica con una importante riqueza de flora y fauna que le han valido el estatus de Área Protegida pero además, de destino turístico.

La característica fundamental de un bosque nublado es la humedad que caracteriza a la zona y que hace que haya “mucha vida allí, es un ecosistema muy rico y variado”, según explica Rodrigo Ayala Bluske, director de la organización medioambiental Prometa.
Es de destacar la cantidad de especies valiosas de árboles como el nogal, el cedro, el urundel, el guayabo, el pacay del campo y otros que hacen de la zona una región muy codiciada por las empresas del rubro de la madera.
Tariquía cumple además con la importante función de purificar el agua de los ríos Bermejo y Grande de Tarija. En la zona también se encuentra una gran variedad de especies piscícolas, como el dorado, robal, sábalo, bagre y otros.
Lo mismo en cuestión de especies animales con mamíferos como el jucumari, el anta, la taruca, el jaguar-tigre, el carpincho y el oso hormiguero que son especies amenazadas.
En 1991, Prometa llevó adelante una expedición muy importante en el sentido de que dio a conocer a Tariquía, que hasta ese momento estaba ahí, con toda su riqueza pero sin que hubiera consciencia real de ello. En esta expedición participaron los fundadores de Prometa, Rodrigo Ayala Bluske, Alfonso Blanco y Gabriel Baracatt junto con otras 20 personas que entraron a la reserva en una especie de “viaje fundacional”. Entraron con cámaras para documentar esa travesía que se prolongó por seis días más o menos y de la que retornaron exhaustos y cubiertos de garrapatas.
En ese entonces no había camino, de modo que fue irse abriendo senda por el bosque y vencer una serie de dificultades. “En una ocasión decidimos ir a filmar con un fotógrafo de La Paz y nos alejamos del grupo y nos perdimos,- relata Rodrigo Ayala- supimos lo que es dar vueltas en círculos, volver a pasar por los mismos lugares y no encontrar el camino de vuelta. A las cinco ya oscurecía y tuvimos que pasar la noche a la intemperie cubiertos con hojas y ramas porque hacía frío, era invierno. Al día siguiente, Alfonso hizo unos disparos con un arma que llevó y eso nos orientó donde estaban y los reencontramos”.
En 1992 comienza la lucha por convertir a Tariquía en una reserva en toda la extensión de la palabra, ya que pese a existir un decreto supremo dictado por el ex presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro en 1989 que la declara Reserva, se escuchan rumores sobre el interés de una empresa italiana en realizar la explotación maderera en la zona.
Hasta ese momento, Tariquía había sido “área protegida en el papel”, es entonces que la Organización No Gubernamental (ONG) Prometa decide iniciar una campaña para evitar que cualquier empresa inicie la explotación de la riqueza maderera de la zona.
En el marco de esa campaña se logró que el decreto supremo que declara reserva a Tariquía sea elevado al rango de ley.
Prometa estuvo encargada de la reserva hasta 2005, cuando se creó el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y la ONG le cedió la administración de Tariquía
Dentro de la reserva hay varias comunidades. La mayor parte se encuentran en la provincia Arce en el municipio de Padcaya, pero también se encuentra parte de la reserva en Entre Ríos y una pequeña parte en Caraparí y el municipio de Uriondo.
Hace 10 años había unos 4000 habitantes en la reserva, que viven fundamentalmente de la agricultura y a quienes se les permite el aprovechamiento forestal con fines de subsistencia.
Una preocupación que tienen los medioambientalistas y el SERNAP es la explotación ilegal de la madera que no se ha podido erradicar, aunque según aclara el jefe de protección de Sernap. Enrique Gerrero, se da en forma de extracción hormiga, utilizando burros como animales de carga, debido a lo inaccesible de la zona.
Actualmente hacen un control en la reserva 15 guardaparques y un jefe de protección que no son suficientes para controlar 246.780 hectáreas de reserva. La preservación de la zona hasta el momento de logra en virtud de su inaccesibilidad, lo cual cambiará una vez concluido el camino Padcaya- Orozas- Pampa Grande que se estima estará listo para fin de año.



La humedad propicia
Un rico ecosistema

Fauna
El gato montés es una de las especies de la fauna de la reserva de Tariquía que se caracteriza por la gran cantidad de especies de mamíferos, aves, peces y otras especies que se pueden encontrar en el rico ecosistema.

Flora
La orquídea de Tariquía es una muestra de la gran variedad de especies en cuanto a flora que se pueden encontrar en la reserva, aunque en términos económicos la riqueza más codiciada es la madera debido a la gran variedad de árboles.

El agua
La cascada de Chiquiaca es una de las muchas cascadas que existen en la zona cuya principal riqueza es el agua que permite la existencia de un ecosistema rico en variedad de especies animales y vegetales. Además de cumplir con la función de purificar el agua de dos grandes ríos.

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