lunes, 10 de abril de 2017
Recrearán la era del hielo en Parque Cuaternario de Uriondo
Hace tres horas cayó una torrencial lluvia pero el suelo está totalmente seco debido a la acción del sol que está en su punto alto. La resolana es intensa; el paisaje, árido, con algunos plantines espinosos; el terreno, irregular, con sectores planos y unas curiosas formaciones de tierra que contrastan con el entorno. Es inevitable tratar de ubicarse en el Cuaternario e imaginarse a gigantescas bestias pastando tranquilamente por este lugar, y conjeturar una serie de hipótesis sobre que causó su extinción…
ECOS se trasladó hasta el municipio de Uriondo, departamento de Tarija, para visitar la comunidad de Rujero donde restos fósiles de mamíferos prehistóricos que habitaron en el periodo Cuaternario, conocido como la ‘Era del Hielo’, están a flor de tierra. Allí nos espera el custodio del yacimiento, Primitivo Gira, un afable hombre de 67 años y nativo del lugar. Nos introducimos en la aventura acompañados por sus dos fieles compañeros y guardianes: “Pulgoso” y “Macarena”.
Desparramados
Empezamos la caminata y Primitivo explica que este sitio es visitado, sobre todo, entre diciembre y febrero, especialmente por turistas europeos. Dice que tiene que hacer un riguroso control porque algunas personas (bolivianas, aclara) quieren llevarse fósiles que están desparramados a lo largo de varios kilómetros.
Mientras recorremos el lugar vemos que los restos óseos se encuentran en el terreno plano, pero en mayor cantidad en las lomas de tierra cuya superficie tiene unas formaciones y texturas extrañas. Algunos montículos son muy empinados y accidentados, de difícil acceso.
El color de las capas de la tierra que están una sobre otra también varía; hay desde blanquecinas, pasando a amarillas, rosadas, naranjas, guindas y café. Se divisa una gran variedad de restos→ →fósiles, sobre todo de Glyptodon (género extinto de un gran mamífero acorazado perteneciente a la subfamilia Glyptodontinae, emparentado con los armadillos, que vivió durante el Pleistoceno).
Los expertos que nos acompañan los reconocen por los diseños de las corazas que se exponen entremezclados con la tierra, la mayoría volcadas; dicen que es posible que estos mamíferos quedaran patas arriba en el momento de su muerte.
También hay una serie de osamentas que sobresalen y que, al parecer, están enteras. Son totalmente diferentes a la del Glyptodon, unas más grandes que otras. Y vértebras de la espina dorsal, algunas muelas de gran dimensión, otras piezas que tienen forma de colmillos enteros o puntas rotas, pedazos de fémures, peronés, tibias, pelvis, costillas y otros. El color de los fósiles es variado.
Es notorio que la acción de las lluvias, desde hace miles, millones de años, fue lavando de a poco la tierra, dejando expuestos los restos.
Proyecto
La especialista en Turismo y miembro del equipo multidisciplinario encargado del proyecto a diseño final del Parque Cuaternario de Uriondo, Roxana Acosta, explica a ECOS que “el crecimiento de la demanda de turismo especializado, en el que se sitúa el ‘turismo paleontológico’, promueve la necesidad de estructurar productos orientados a este segmento generando condiciones para el desarrollo del turismo en los sitios paleontológicos en los que se encuentra la riqueza fosilífera o icnológica”.
Esta realidad confirma la tendencia de un nuevo tipo de turista, que busca experiencias que le permitan disfrutar del atractivo en su propio hábitat, en armonía con el entorno y en interacción directa con la naturaleza, agrega.
Esta profesional chuquisaqueña cuenta con una gran experiencia en esta área por haber participado, entre otros, en el proyecto del Parque Cretácico de Sucre.
El municipio de Uriondo se encuentra a 24 kilómetros de la ciudad de Tarija. Es un valle con tierra privilegiada por sus microclimas, reconocido por su producción vitivinícola, que le ha permitido desarrollar un turismo enológico, con una clara perspectiva de crecimiento y consolidación en el mercado nacional y con proyección en el ámbito internacional.
A 12 kilómetros del centro poblado de Uriondo se encuentra la comunidad de Rujero, donde afloran vestigios fósiles de la megafauna de mamíferos que habitaron en la Era del Hielo.
Un parque temático
“Estos recursos motivaron la elaboración de un proyecto para la construcción de un parque temático, con el objetivo de dotar de valor agregado a los yacimientos existentes, promoviendo la protección y conservación de los mismos e impactando de forma positiva en la economía local”, agrega Acosta.
Para alcanzar ese objetivo, el Gobierno Municipal de Uriondo contrató a la empresa consultora CREARCON, que conformó un equipo técnico multidisciplinario con el arquitecto Saúl Rendón como gerente para la elaboración del proyecto a diseño final.
El dos veces elegido alcalde de Uriondo, Álvaro Ruiz, que actualmente cumple su séptimo año de gestión, comenta a ECOS que este municipio apostó por dos vocaciones con gran potencial turístico: la producción de uva, que es la mayor a nivel departamental y nacional, y el yacimiento de restos fósiles, que se encuentra en la comunidad de Rujero, donde se construirá un Parque Museo Cuaternario.
Dice que los rujereños donaron más de 20 hectáreas de terreno para la construcción del parque.
Ahora, lo que resta es garantizar para este año los recursos económicos (alrededor de 8 millones de bolivianos) con el Gobierno nacional, departamental o con esfuerzos de otros gobiernos municipales.
“Hasta junio se definirá la ejecución del proyecto. El fin es comenzar a construir el próximo año”, anuncia la autoridad ejecutiva. •
Ruta Paleontológica
El equipo multidisciplinario de la empresa consultora CREARCON, a cargo de la elaboración del proyecto a diseño final del Parque Museo Cuaternario, busca que este forme parte de una ruta paleontológica.
La idea es integrar los sitios paleontológicos más representativos del país, en un recorrido que cuente la historia de la Tierra, a través de las diferentes edades geológicas presentes en los yacimientos fosilíferos e icnológicos más importantes, contribuyendo a su valoración científica y educativa.
El propósito es lograr una integralidad en el país, potenciando el turismo en esta temática, informa a ECOS la experta en turismo Roxana Acosta.
Retrocediendo hasta la época del Pleistoceno
El Pleistoceno es una de las dos épocas geológicas que constituyen el periodo Cuaternario, precisamente el que contuvo a los animales prehistóricos cuyos restos óseos se encuentran diseminados en Uriondo, departamento de Tarija.
Esa época comienza hace 2,59 millones de años y finaliza aproximadamente hace 12.000 años. Está precedida por el Plioceno y seguida por el Holoceno.
Transcurre de 2.6000.000 a 8.000 años antes de Cristo y fue el momento culminante de un largo proceso de decenas de millones de años de evolución, durante el que se dieron cita, en lo que ahora es Bolivia, diversos grupos de mamíferos de distintos orígenes, detalla a ECOS Omar Medina, miembro de la Red Boliviana de Paleontología y docente de la Universidad San Francisco Xavier.
Así como diverso fue su origen, también lo fueron sus características e historia. No todos evolucionaron simultáneamente, ni los que se extinguieron lo hicieron al mismo tiempo. Varios de ellos, como el Toxodon, Mylodon, Megatherium y el Glyptodon, entre otros, llegaron a convivir con los primeros pobladores humanos, acota Medina.
Según el especialista, las mortandades se dieron en las postrimerías del Pleistoceno y al principio de la época reciente, marcando la crisis más amplia y destructiva de toda la historia de los mamíferos, no menos sorprendente que la gran mortandad de reptiles ocurrida hace 65 millones de años.
“Ambas pérdidas provocaron diferentes hipótesis. Actualmente existe un interés considerable en tratar de establecer las causas de dicha desaparición”, enfatiza Medina.
Para el estudio del Pleistoceno, la cuenca de Tarija es un lugar privilegiado porque allí hay restos fósiles de la megafauna tarijeña o paleofauna. No solo existen partes de mamíferos gigantes, también de pequeños como roedores y hasta diatomeas (un grupo de algas unicelulares. Actualmente hay unas 20.000 especies vivas que son importantes dentro de la cadena alimenticia).
Esa identificación fue hecha por la misión F. Takai.
Identificación de las especies del Pleistoceno tarijeño
La cuenca de Padcaya (2.100 m) tiene un diámetro de seis kilómetros, está situada a 40 kilómetros del sur de la ciudad de Tarija y desagua por el sur mediante el río Orozas hacia el Bermejo. Sufrió una mayor erosión que la cuenca de Tarija y los sedimentos se muestran solo en ciertos lugares como residuos extensos, capas de lignito y bancos de margas calcáreas de color ceniciento, donde existen fósiles del Pleistoceno.
Una cuenca pleistocena importante está en el territorio del municipio de Uriondo, donde los últimos meses la empresa consultora CREARCON realizó una prospección paleontológica para identificar los sitios repositorios de mamíferos fósiles de la megafauna y microfauna pleistocena, informa a ECOS Omar Medina, miembro de la Red Boliviana de Paleontología.
Precisa que los sitios repositorios que contienen gran cantidad de ejemplares fósiles son: el distrito de Rujero, Huayco Grande, Huayco Chico, distrito de Barbas Cuyo, distrito de Huayriguana Sur, distrito de Huayriguana Norte, San José de Charaja, Barrientos, Almendros, San Nicolás, Saladillo, Alisos, Mullicancha, Chorrillos, La Choza y San Isidro.
En el municipio de Cercado, se registraron en las zonas de El Portillo, La Gamoneda, Monte Sur, Sella, Pueblo Viejo, Las Barrancas, T’urumayu, Guerra Huayco, Tolomosa, San Jacinto, San Blas, Aranjuez y Santa Ana.
En el municipio de Padcaya, los repositorios pleistocenos están ubicados en las barrancas de El Zaire.
En la comunidad de Rujero se emplazará el Parque Cuaternario.
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