domingo, 18 de abril de 2010

Los “atractivos” turísticos dan pena, San Jacinto y Tomatitas son cantinas

Dirección de Turismo reclama para que las autoridades conformen una Policía Turística que haga cumplir las ordenanzas municipales

Dos lugares emblemáticos, infaltables en las postales de Tarija, el lago de San Jacinto y el bosquecillo de Tomatitas, muestran de manera cada vez más acentuada la imagen de la suciedad y la desidia. Visitados por turistas, tanto del interior como del exterior del país, reciben no pocas críticas y reclamos. Hay una observación que no falta entre quienes comentan el estado de ambos “atractivos turísticos”: se consume descontroladamente alcohol y no hay autoridad que siente presencia en ambos lugares.

En efecto, tanto San Jacinto como Tomatitas se convierten en cantinas inseguras durante los fines de semana. Principalmente los viernes y sábado en la noche, los jóvenes llegan en automóviles particulares a consumir bebidas alcohólicas.

No existen efectivos de la Policía para controlar y evitar accidentes, como ya ha pasado más de una vez en estos dos lugares turísticos. Es más, no hay medidas de seguridad, ni se realizan controles para evitar que los restaurantes vendan alcohol en grandes cantidades a las personas que llegan. Tampoco, los efectivos de la Policía Municipal realizan batidas para despejar la zona durante las noches.

El encargado de la Dirección de Turismo, Pablo Bustillos, explicó que si bien el Municipio tiene su policía, ésta no tiene el alcance necesario para controlar todos los lugares, porque también está en riesgo su propia seguridad. Cabe mencionar que por norma, ellos no pueden portar armas de fuego, y por eso muchas veces son agredidos.

Bustillos informó que en algún momento el Proyecto Múltiple San Jacinto, que es responsable de toda el área turística del lago, se comprometieron a realizar acciones para mantener la seguridad en los alrededores. Esta determinación lo tomó después de suscitarse muchos hechos lamentables que terminaron en muertes trágicas por falta de prevención y seguridad. Sin embargo, hasta ahora no hay avances.

Penosamente Tarija no cuenta con el servicio de Policía Turística, sólo hay dos funcionarios que hacen ese trabajo esporádicamente. Es decir, que no exista una brigada que se encargue de brindar seguridad y hacer recorridos por los lugares turísticos.

“Da pena el lugar, todo el potencial que tienen San Jacinto y Tomatitas como paisajes y lugares de sano esparcimiento se anula al ver tanta borrachera y suciedad en la zona”, señaló un visitante del interior del país.

“Es bien triste. Deberían no sólo controlar lo de el alcoholismo, sino también arreglar la zona y hasta cuidar que mantenga el encanto de antes. Hay destrozos en los cauces, hay restos de basura, botellas, pañales, y nadie hace nada. ¿no que éramos el departamento más próspero del país?”, cuestionó una vecina tarijeña.

Hace tres años la Dirección de Turismo presentó su solicitud al Comandante de la Policía Departamental para preparar gente de la entidad verde olivo, que se dedique exclusivamente a la policía turística; que pida documentos a las personas y así pueda brindarles la seguridad que ameriten.

La respuesta de la Policía Departamental fue negativa, y explicaron que el turismo es competencia de la Alcaldía, a través de su policía municipal. Sin embargo, las autoridades ediles necesitan de refuerzos porque las únicas dos personas encargadas del tema, son cambiadas constantemente de destinos laborales, y por consiguiente no hay funcionarios que se interioricen y se hagan expertos del tema.

“De todas maneras, la Alcaldía realiza siempre campañas masivas para evitar el consumo de bebidas alcohólicas. A pesar de aquello, Tarija tiene los más altos índices de consumo de bebidas alcohólicas en Bolivia. Eso no debe llenarnos de orgullo, sino de tristeza, porque es un problema para la juventud”, indicó Bustillos.

Según el reporte que tiene la Dirección de Turismo, los problemas en San Jacinto y Tomatitas comienzan a partir de las 19:00 de la noche. Por eso, es que la autoridad edil exige la creación de la Policía Turística, porque a raíz de estos hechos se generan incidentes con gravedad. Asimismo, solicitaron al Proyecto Múltiple a que realice acciones inmediatas para controlar la zona.

POLICÍA MUNCIPAL

Por su parte, el comandante de la Policía Municipal, Edson Rojas Orellana reconoció que el mayor problema se tiene durante los fines de semana, que son los viernes y sábado. La gente joven se desplaza a estos dos sectores a pasar la tarde junto a sus amigos, sin embargo, muchas veces se generan borracheras y hechos de violencia e inseguridad.

En este sentido, la autoridad edil se comprometió ante EL NACIONAL a enviar personal, y así se realicen controles esporádicos en esos dos lugares específicos, sin descuidar los barrios de la ciudad de Tarija.

La ordenanza municipal es clara. Los comedores y restaurantes que existen en San Jacinto y Tomatitas pueden vender bebidas alcohólicas, pero sólo debe servir como aperitivo para acompañar los platos típicos que están a la venta. Cuando existe venta masiva de alcohol, se incumple la norma y los comerciantes son sujetos a sanciones.

La medida inmediata es proceder a la clausura del local, inicialmente por diez días, pero debido al escaso personal que tiene la Policía Municipal, es difícil controlar a todos los puestos de venta y restaurantes de los lugares turísticos.

El mismo comandante reconoció que en estos dos lugares todavía no se realizaron controles. Lo cierto es que se detectó lugares específicos que venden bebidas alcohólicas indiscriminadamente.

“El problema es que mayormente los jóvenes llegan a estos lugares durante la noche, cuando no hay restaurantes, ya que compran sus productos en la misma ciudad, y se llevan para beber en el campo”, aseveró.

Según Rojas, la única manera para evitar que los jóvenes no vayan a consumir bebidas alcohólicas a lugares alejados, es mediante la concientización y la educación en la misma familia. La Policía Boliviana y la Municipal hacen todo lo posible para evitar estos hechos, pero lamentablemente las personas se dan modos para escarparse de las autoridades.

“Lo mejor es concientizar a la gente para evitar el alcohol, que es el foco de todos los males, como asaltos, accidentes, violaciones y agresiones físicos. Entonces hay que iniciar campañas educativas, en los colegios, universidades, propietarios de restaurantes y tiendas, además en los medios de comunicación, para reducir los índices de consumo”, afirmó

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