jueves, 25 de octubre de 2012

Caminando el cielo paceño

VÉRTIGO | AQUEL QUE SE ANIME A HACER RAPEL POR UN VÉRTIGO | AQUEL QUE SE ANIME A HACER RAPEL POR UNO DE LOS EDIFICIOS MÁS ALTOS DE LA PAZ, TIENE DÓNDE Y CÓMO HACERLO CON SEGURIDAD Y ADRENALINA.

"El rapel o rup dumping es una actividad que ahora se realiza en el centro de La Paz"

La promesa es que los que se atrevan a realizar la aventura, conocerán La Paz de una forma diferente y única. Y que tendrán una experiencia digna de cortar el aliento. Hasta ahora no hay un solo reclamo de que lo prometido no se haya cumplido.

Bajar 17 pisos colgado de una cuerda por una de las fachadas de un edificio cuya vista abarca lo más hermoso del centro de la ciudad, no es para cualquiera. Aunque Urban Rush ofrece seguridad y todo el equipo, muchas veces el vértigo juega en contra, pero como cuenta Andrés Thellaeche son los menos los que se desaniman. La mayoría de los que se atreve a enfundarse en el traje correspondiente (que incluye desde el disfraz del Hombre Araña hasta el del Capitán América y el de Batman), ponerse los arneses y el casco para lanzarse al vacío, termina la hazaña y sale de ella absolutamente satisfecho.

El lugar desde donde aquel que se anime, y tenga la estatura y el físico necesario para caminar por las paredes, es el Hotel Presidente. Su dueño, el Sr. Dueri, ha habilitado lo que fuera el espacio destinado a un restaurante- discoteca, para que funcione la oficina de Urban Rush, donde trabajan cinco de jóvenes emprendedores que usan su carisma para convencer a los aventureros a cumplir su experiencia.



Paso a paso

Son cinco estaciones donde se realiza el rapel, aunque también se hace el rupjumping que es donde se pone el sistema invertido y se hace el rapel caminando contra la pared, lo que la mayoría de las personas escoge.

La primera estación es donde se hace firmar a los turistas un documento de deslindamiento que recuerda a quienes la firman que están realizando una actividad de riesgo pero que al mismo tiempo se les garantiza que se les brindará toda la seguridad necesaria.

Los turistas son provistos de trajes especiales, se les dan guantes, arnés de cadera y de pecho y un casco. Un guía controla una de las cuerdas desde arriba y otro guía desde abajo, él además aprovecha para tomar fotos del turista. Cada cuerda soporta una tonelada de peso y esta sujeta a una estructura metálica. La segunda estación es donde los turistas son entrenados en una pared de aproximadamente tres metros. La tercera es donde se comienza el descenso, la cuarta el descenso en sí y la quinta, donde se llega finalmente.

El rapel es un descenso controlado, donde uno mismo va calculando velocidad con las manos, “hay personas sin experiencia que nunca han tocado una cuerda y pueden practicar rapel sin problema. En este momento tenemos mucha afluencia de gente extranjera al ser una actividad innovadora y estar situada frente a la calle Sagárnaga una de las más turísticas de la ciudad. No tenemos todavía mucha gente nacional”, cuenta Andrés.

Fernanda Agreda es una de las jóvenes guías que baja por la pared del Hotel Presidente como una ágil araña. No deja de sonreír ni un momento, y se nota que disfruta su trabajo porque combina lo que a ella más le gusta, la adrenalina y el aire libre, ¿qué más puede pedir un aventurero de pura cepa y qué mejor propaganda que verla descender como si volara?.



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