domingo, 14 de octubre de 2012

Una ventana al turismo y desarrollo

TRINIDAD | ES UN ESPACIO POTENCIAL DE TURISMO Y SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN EL CENTRO DE ATENCIÓN TANTO DE AUTORIDADES LOCALES Y NACIONALES ADEMÁS DE EMPRESARIOS, QUE VEN EN ELLA UN FUTURO PRÓSPERO Y NECESIDAD ACTUAL DE PROTEGERLA Y CONSERVARLA PARA CONSTRUIR UN SENDERO DE DESARROLLO SOSTENIBLE.

De belleza salvaje y exuberante, el Beni es uno de los departamentos más extensos en superficie. Constituye una de las regiones con mayor biodiversidad de Sudamérica y con abundancia de especies únicas en flora y fauna.

La ciudad de Trinidad es un espacio que tiene mucho por explotar responsablemente. Actualmente está ganando un espacio en la agenda de autoridades y empresarios para protegerla y así continuar creciendo de la mano con el turismo.

En un acto cumplido a bordo del flotel Reina de Enin, en las aguas del río Mamoré en el departamento del Beni, La Dirección de Desarrollo Turístico del Gobierno Municipal de Trinidad, con el apoyo de la línea aérea Aerocon, dio inicio a un programa de capacitación ambiental y turística en el área protegida Ibare Mamoré, hábitat privilegiado de los delfines de río o bufeos.

Este programa permitirá la capacitación en temas medioambientales y turísticos de cientos de jóvenes bachilleres de 70 unidades educativas de Trinidad, quienes ya han comenzado a recibir formación a cargo de expertos en estas materias, liderados por el prestigioso biólogo Enzo Aliaga Ph.D., reconocido como una autoridad internacional en mamíferos acuáticos.

Asimismo, el mejor estudiante del programa de capacitación recibirá un premio de Aerocon, que consiste en un viaje de tres días a la ciudad de Sucre, donde podrá visitar monumentos históricos y lugares patrimoniales y turísticos.

Educación medioambiental, una responsabilidad común

El apoyo de Aerocon, la línea aérea bandera del Beni a este programa, forma parte del inicio de su política de Responsabilidad Social Empresarial, “tres de cuyos pilares confluyen en este programa de la Alcaldía trinitaria: apoyo a la educación y formación profesional; protección del medio ambiente y fomento al turismo”, destaca Nelson Kinn, Jefe Nacional de Marketing de Aerocon, añadiendo que esto es una retribución que realiza la empresa a la sociedad por dejarla trabajar en ella.

Una de las premisas de este proyecto es la educación, que es el motor para un posible desarrollo y crecimiento sostenible.

“Queremos llegar a la gente joven, nos hemos dado cuenta que muchos trinitarios no conocen el Área Municipal Protegida que está tan cerca. Queremos que los mejores estudiantes puedan conocerla y ellos mismos promocionarla. Este plan pensamos repetirlo todos los años y que sientan que a través del estudio, el municipio los apoya y las empresas los pueden colaborar con premios”, asegura el Director de Desarrollo Turístico del Municipio, René Sánchez.

Siguiendo esta línea Kinn enfatiza que se está contribuyendo a la formación de los estudiantes de último curso para que sean potenciales guías de turismo y preserven su medioambiente, ya que el ecosistema es exuberante pero tremendamente frágil. “El tener oxígeno y atraer turistas, pasa por la protección del medio ambiente. No vamos a poder seguir trabajando si no hay a dónde llegar”, añade.

Esta premisa y lógica de adquirir un conocimiento responsable acerca del ecosistema y explotar el turismo como fuente de desarrollo, desemboca también en prestar especial atención a una especie animal emblemática de la región, que es también un atractivo a nivel mundial: el bufeo o delfín de agua dulce.

El bufeo, fascinante especie

El bufeo o delfín de agua dulce fue declarado el 18 de septiembre por ley, Patrimonio Natural del Estado Plurinacional de Bolivia. El presidente Evo Morales promulgó la norma que busca proteger y conservar a esta especie en peligro de extinción.

El bufeo es el único mamífero acuático de Bolivia, presenta la frente pronunciada, ojos muy pequeños y un hocico bastante largo. Es uno de los delfines de río más grandes. En promedio, los machos llegan a medir 2,55 metros de longitud y pueden pesar entre 160 y 180 kilogramos; las hembras llegan a medir hasta 2,16 metros y un su peso se aproxima a los 100 kilogramos.

Este mamífero es un vertebrado, que se reproduce por placenta, siendo por ello una especie atractiva y peculiar para el resto del mundo. Se encuentra en los afluentes del Río Mamoré, comprendido en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Cochabamba. Pertenecen a la familia de los delfines, siendo muy similares a los que se encuentran en Venezuela, Perú, Brasil y Colombia.

Posee la habilidad activa de percepción denominada ecolocación, es decir, emite un sonido que rebota al encontrar un obstáculo y analiza el eco recibido. Logra así, saber la distancia hasta el objeto (u objetos), midiendo el tiempo de retardo entre la señal que ha emitido y la que ha recibido. Cabe mencionar que respira voluntariamente.

El biólogo Enzo Aliaga que ha estudiado por más de 10 años a esta especie, enfatiza que declarar al bufeo como Patrimonio Natural de Bolivia es un gran avance y logro, pero todavía falta mucho por hacer e investigar. Añade que las acciones que se están realizando en el país son específicas y no muy grandes.

Explica que la situación del bufeo en el Beni es crítica, pero aún hay tiempo para conservarlo. Para ello, es necesario prestar bastante atención a las amenazas. Por ejemplo, comercializan en los mercados de Trinidad el aceite de bufeo para sanar enfermedades respiratorias; mueren atrapados en las redes, especialmente las crías; los pescadores los ven como una competencia, ya que ellos también se alimentan de peces; la especie tiene baja riqueza genética; hay un estrecha relación entre las madres y las crías (si la primera muere hay muchas probabilidades que la segunda también); el tráfico de botes y el cambio climático afectan a su existencia y desarrollo. Además, cualquier cosa que afecte al agua afecta a los bufeos y los índices de mercurio por la basura se van incrementando cada vez más.

Descubriendo la naturaleza y el turismo

Trinidad presenta una eco región única y especial, con paisajes dominados por sábanas húmedas y rodeada por una variedad de bosques, ríos y pantanos. Además el Área Protegida Municipal Ibare-Mamoré, hace gala de una variedad de especies de animales y plantas, donde viven nueve comunidades entre indígenas y campesinas que pertenecen a ella.

“Tenemos la naturaleza a la mano que está en un estado intacto y no ha sido afectada todavía por grandes poblaciones. Queremos convertir a Trinidad en un centro de distribución del turismo en el Beni, para llegar a cualquier destino del departamento tienes que llegar a ella, queremos que la gente llegue y se quede (…) estamos compitiendo con otros destinos pero estamos en buen camino”, asevera René Sánchez.

Otro tesoro de Trinidad es el Mamoré, el río más grande de Bolivia. Gracias al Flotel Reina de Enin uno puede navegar por el Área Protegida Municipal Ibare-Mamore. Escoltado siempre por los delfines de río uno se deleita con el encanto del entorno salvaje y a la vez sereno. Este catamarán de 14 camarotes con baño privado, agua caliente y aire acondicionado, permite a uno desconectarse de las rutinas citadinas y evocar la belleza de la naturaleza. Es una opción ideal para respirar aire fresco y puro, cerca de animales salvajes pero seguro. En un tour de tres días uno puede nadar entre los juguetones delfines de río, pescar, visitar comunidades indígenas, observar animales y la exuberante vegetación de la amazonía, disfrutar baños en playas solitarias y realizar paseos nocturnos, entre otras actividades. Trinidad invitada a descubrir tanto a los oriundos del departamento como a la gente del interior y exterior del país, un majestuoso paisaje y una naturaleza casi intacta que los bolivianos tienen cerca y el resto del mundo aún puede disfrutarla.



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