jueves, 17 de enero de 2013

La Villa de París está atrapada



Una habitación de aproximadamente seis metros cuadrados es el obstáculo que impide el inicio de los trabajos en la denominada Villa de París, un inmueble colonial de la calle Comercio destinado a ser parte del Museo Nacional de Arte (MNA).

El cuarto en cuestión corresponde a la portería del edificio Terrazas, contiguo a la casa patrimonial y ubicada sobre la calle Yanacocha. Tanto el repositorio como los copropietarios de la construcción se adjudican la propiedad del espacio.

El problema es que, según los documentos que tiene la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), esa habitación no tiene un dueño. El lío es atribuido por ambas partes a la falta de reglas claras y deficiencias de Derechos Reales cuando se levantó el edificio Terrazas.

“En los planos de la vivienda no existe esa portería. Y eso impide que iniciemos los trabajos de restauración de la Villa de París”, informó Édgar Arandia, secretario ejecutivo interino de la FCBCB, institución a la que pertenece el museo.

Félix Vargas, miembro del directivo de la edificación, aseguró a La Razón que ellos poseen los documentos que certifican que el cuarto les pertenece y no piensan ceder este espacio. “No lo hacemos por oponernos. Lo que pasa es que necesitamos esa parte. Es esencial para la seguridad de los copropietarios y de nuestros clientes”, manifestó.

Arandia garantizó que la fundación quiere llegar a un acuerdo entre las dos partes, incluso si el arreglo determinara que el museo obtuviera sólo la mitad del espacio y exigiera el arreglo de la portería. “Lo haremos sin problemas, pero necesitamos hacerlo ya”, apremió. Sin embrago, para ello, los representantes del MNA necesitan reunirse con los 48 copropietarios del Terrazas, la mayoría de ellos abogados.

Mientras tanto la Alcaldía no da el permiso necesario para que comiencen los arreglos en la casona, trabajos que no se pueden realizar por la fata del espacio en conflicto. La portería se encuentra en un punto muy importante de la estructura, en el que se tienen que apuntalar varias de las obras de restauración.

La labor es urgente, advirtió Arandia, ya que la estructura de la Villa se encuentra en mal estado y se necesita un proceso de restauración inmediata. Construida en el siglo XVIII por Tadeo Díez de Medina y Mena, la casona fue durante décadas un conventillo, alojando viviendas y locales comerciales. Los arrendatarios y propietarios de los espacios desmembraron la propiedad levantando muros.

Así, los dos patios internos fueron techados y sus arcadas derribadas o cubiertas por bloques de ladrillo o cemento. El portal principal de la casa, una muestra de la arquitectura del barroco colonial, se encuentra tapado por una construcción de metal de un restaurante.

En una de las habitaciones de la segunda planta, los funcionarios del MNA descubrieron restos de los murales que alguna vez decoraban casi toda la propiedad. El techo original —carcomido por el tiempo, la humedad y la falta de cuidado— apenas resiste las lluvias.

La FCBCB cuenta con un presupuesto asignado, con apoyo de la cooperación española, para la restauración (obligatorio al tratarse de una casa patrimonial) y la adecuación del espacio. Sin embargo, el dinero sigue en las arcas y la casona solo les sirve de refugio a las palomas e insectos.

Otros problemas del museo

Escuela

Entre las instalaciones del MNA y la Villa de París se encuentra la unidad educativa Jorge Siles Salinas. La fundación trabaja en la adquisición de ese espacio.

Expansión

El Museo Nacional Casa de la Libertad y el Archivo y Biblioteca Nacionales, ambos en Sucre, también tienen planes de ampliación programados para 2013.


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