domingo, 7 de mayo de 2017

Promueven período de turismo en alta montaña con intensa nevada

Con intensas nevadas en las cumbres –mientras llovía en La Paz– se inició la época del turismo de alta montaña que también se caracterizó por sucesos fatales en el Illimani y en la cordillera del Himalaya, los ascensos tienen un riesgo por ser un deporte extremo, “los nevados a cualquier montañero pueden atrapar”, afirmó el escalador Bernardo Guarachi.

El experimentado andinista, el primer boliviano en conquistar en 1998 la cima del Everest la más alta del mundo (8848 m), dijo que estuvo ascendiendo el nevado Condoriri en la cordillera Real el pasado domingo, cuando se informó de la pérdida del afamado escalador suizo Ueli Steck con quien compartió el ascenso al Cho Oyu (8201 m) del Himalaya, haciendo cumbre en mayo de 2011 junto a su hijo Eliot Guarachi.

“La temporada del turismo de alta montaña de este año –el 2017– se inicia un poco difícil con nevadas intensas y otro fallecimiento, el mismo día de un turista alemán (Martin Ariel Freiman) que quedó atrapado por una avalancha en el Illimani. Hay que ver hacia adelante cómo uno tiene que actuar en las montañas”, aseveró el escalador.

Guarachi que realizó su primer ascenso al Sajama (6548 m) en 1976, acostumbra cada año ofrecer un ritual a las cumbres, iniciando de esa manera la época de turismo. Los últimos nueve años ascendió a diferentes nevados junto a decenas de personas pidiendo a los Apus o seres mitológicos andinos de los cerros, detener el retroceso de los glaciares en el mundo y por la armonía entre la naturaleza y los habitantes del universo.

“Como es de costumbre –exceptuando este año por las nevadas– agradecemos a las serranías, a las lagunas y los valles, a toda la vida y expresamos un profundo respeto por la naturaleza”, destacó el escalador, quien considera que en los últimos cinco años “el turismo de alta montaña disminuyó notoriamente por varios factores”.

Entre ellos –explicó Guarachi– se incrementó las ofertas pero no crecieron las demandas, alguna consecuencia tienen las redes, los viajeros o grupos especiales organizados se han convertido en turistas mochileros, esto puede darse en excursiones o caminatas, pero los ascensos a los nevados seguirán necesitando de la participación de guías especializados.

DIVERSIDAD DE MONTAÑAS

En relación con las escaladas a las cumbres, el andinista detalló que Bolivia posee una diversidad de montañas, resaltó que la Cordillera Real de los Andes tiene nevados de alturas que fluctúan entre 5500 a 6500 metros sobre el nivel de mar y que conforman una cadena montañosa que se prolonga por más de 200 kilómetros. “Empezamos en el Illampu (6368 metros) con admirables picos, luego ingresamos al Negruni con inigualables cumbres como el Janqu laya, Janqu uyu y el Wila Lloje un lugar exclusivo para esquiar”, añadió.

Mientras que el Condoriri (5648 m) con hermosas pirámides –detalló Guarachi– son bastante difíciles de ascender, entre sus picos están el Austria, el pequeño Altamayu y la Aguja Negra que este año recuperaron su nieve. “Si se congela –la nieve– intentaré después de muchos años realizar una escalada en el sector”, anunció.

Agregó que más al sur está el Mururata (5862 m) que también posee una amplia zona para esquiar, y en sus cercanías el Illimani (6462 m) que tiene cinco cumbres, de las que sólo tres son visibles desde la ciudad de La Paz. Dijo que más al sur se encuentra la cordillera Quimsa Cruz, un lugar exclusivo con interesantes rocas para el entrenamiento de los escaladores.

También se refirió al Sajama (6548 m) en la cordillera Occidental, región donde es posible escalar seis volcanes, el lugar es único con aguas termales y árboles de queñuas que crecen a una altura de más de cinco mil metros donde habitan camélidos y avestruces. Más abajo están los salares de Coipasa y el de Uyuni donde la cantidad de flamencos que solían llegar disminuyó por el exceso de turistas, añadió.

“La diversidad de montañas junto a su fauna y flora deben ser conservadas expresando el profundo respeto por la naturaleza, ya que los nevados en Bolivia son únicos en el mundo”, concluyó Bernardo Guarachi. (CienciaBolivia)

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