miércoles, 31 de mayo de 2017

Travesía en Catamarán. El encanto del lago Titicaca

El impacto que causa el lago Titicaca, desde donde se lo vea, es impresionante. Por eso es que la empresa Samsung eligió ese escenario para el lanzamiento de los celulares Galaxy S8 y S8+ a orillas del lago más alto del mundo. El espec-tacular evento se realizó en la bahía de San Miguel, con la asistencia de más de 150 invitados, entre empresarios bolivianos y chilenos, autoridades del municipio de Copacabana, líderes de opinión (influencers) y periodistas.

Más allá de probar las cualidades extraordinarias del S8 para la fotografía, el tour que acompañó a la presentación de los celulares permitió poner la mirada del mundo en uno de los sitios más hermosos del país y dar un atisbo a la invaluable riqueza que atesora esa región, ubicada a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de La Paz.

El lago Titicaca es, desde hace mucho tiempo, emblema del turismo en Bolivia y no ha perdido su precendencia a nivel mundial. Uno de sus puertos está en Chúa, desde donde parten los catamaranes de Transturín.

Un viaje en catamarán permite disfrutar del paisaje y la vida a orillas del lago, disfrutar de la mística del escenario, admirar los nevados Illimani, Mururata y otros desde un sitio privilegiado. Las terrazas de las embarcaciones se convirtieron, por momentos, en espacios de competencia de selfies para no perder el recuerdo de estar en medio del lago, rodeados de montañas o del movimiento náutico que se registra en el Estrecho de Tiquina.

En Copacabana, los ejecutivos de Samsung adelantaron las cualidades del último modelo de celular y distribuyeron móviles S8 a los periodistas. Probar el nuevo equipo fue una experiencia interesante, tanto por su fácil manejo, como por todas las posibilidades que ofrece, incluyendo la virtud de sumergirlo en el agua. Siendo un equipo prestado y valuado en al menos 900 dólares, a pesar de su resistencia, nadie puso el equipo en el agua, excepto los técnicos de Samsung que hicieron toda clase de demostraciones con el S8.

El celular recibe instrucciones de voz y aprende las rutinas del usuario para ofrecer un menú personalizado, de acuerdo al día o la hora, para citar algunas cualidades del nuevo Samsung.

La noche del 12 de mayo, la bahía de San Miguel de Copacabana fue escenario de la fiesta del lanzamiento del S8, organizada con seis meses de anticipación, desde la planificación, la búsqueda de la locación y las negociaciones. Más de 100 personas pertenecientes a seis diferentes agencias publicitarias, de turismo y otras trabajaron en la logística y construcción del escenario de la presentación, incluyendo a la gente de la comunidad de Copacabana. Una banda de música y algunos comunarios estuvieron a la llegada de los buses de invitados con un tradicional arco de bienvenida, mixtura de flores y saludos.

TURISMO COMUNITARIO

La Isla del Sol es uno de los sitios imperdibles en una visita a Copacabana. A pesar del corto tiempo del programa de lanzamiento de los celulares Samsung S8 y S8+, el recorrido por la parte sur de la Isla del Sol se constituyó en una experiencia inolvidable para todos los visitantes. El recorrido por el complejo cultural Inti Wata es un paseo que toma al menos dos horas. En el puerto está un barco de totora para 40 personas. El responsable de su construcción, mantenimiento y renovación es Arsenio Mamani, dispuesto a compartir con todos sus conocimientos y experiencia.

Las plantas de totora, que crecen en el lago a profundidades de uno a cuatro metros, son la materia prima de la fabricación de balsas, sillones, techos y otras artesanías. Mamani contó que otra balsa está en construcción y que su labor comienza con seleccionar las totoras para emplear las buenas afuera y las que están mal van adentro. “Se arman dos cuerpos en forma de ocho y se los une. El medio se llama corazón. Una balsa tiene cinco cuerpos y dura entre nueve meses a un año”, señaló, al puntualizar que se tarda tres semanas en la construcción de una balsa grande. Mamani aprendió el oficio de una persona de la isla de Suriqui que le enseñó construir llampus (balsas).

Para llegar al Centro Inti Wata se suben 203 escalinatas de piedra. Luego se atraviesa un jardín botánico con al menos 300 especies medicinales bien identificadas. En la cima están los museos subterráneos de arqueología y antropología, el altar de bendición de kallawayas, un almacén de medicina tradicional y un área de descanso. ”El turista tiene un panorama completo en un solo lugar”, afirmó el gerente de Transturín Juan R. Luzio, que construyó el complejo hace unos 12 años.

Según Luzio, el turismo en Bolivia ha tenido siempre una tendencia al crecimiento. Sin embargo, en los últimos años se ha estancado. Parte de ese retroceso lo atribuye al pedido de visa a los estadounidenses que “ha sido lapidario para el rubro”. Opinó que cobrarles por el ingreso ha sido perjudicial para Bolivia, pues los turistas se fueron a Ecuardor y a Perú. “Igual pasó con la visa a los israelitas que destruyó el turismo a Rurrenabaque. En vez de ir hacia adelante, vamos para atrás”, lamentó Luzio.

Recientemente, Perú amplió facilidades a los ciudadanos chinos y los que tienen visa americana o Schengen (para Europa) ingresan libremente. Gracias a esa medida, el 2016 se duplicó el número de turistas chinos a Perú.

Luzio indicó que mientras “otros países están corriendo, nosotros gateamos, porque no se fomenta la industria del turismo”. Cuestionó el que la Fuerza Naval haya convertido el barco escuela en multipropósito para restar mercado a las empresas turísticas. ”No se puede competir con un barco que tiene subvencionado el combustible y el personal, porque es un barco militar”, acotó.

”Son políticas que desincentivan la inversión, a lo que se suman las políticas de aumentos salariales”, indicó Luzio.



SE VE SOLO EL 10 por ciento

La parte boliviana del lago Titicaca es la zona preferida para el turismo, que sigue las últimas tendencias de un enfoque ecológico y comunitario.

La técnica en Turismo Carla Noriega señaló que la parte arqueológica del área de influencia del lago es extraodinaria. Se ha descubierto apenas un 10 por ciento de las ruinas y piezas arqueológicas que hay en la zona tanto sumergidas en el lago, como fuera de él. El potencial es enorme y lo que se exhibe para el turismo son las reminiscencias de lo que se explotaba en los años 70 y 80. Aun así, “es solo la punta del iceberg”, destacó, al indicar que la zona del lago conserva valiosos vestigios de al menos cuatro culturas: Tiwanacu, Wancarani, Señoríos Aymaras e Inca.

El Titicaca, que llegaba hasta Tiwanacu, fue un área de ceremonial importante, no solo en la Isla del Sol, sino también en Sampaya, en la penínusula de Copacabana y otros.

El turismo comunitario del lago Titicaca permite apreciar y vivir diversos aspectos de la cultura aymara de forma auténtica. “No hay ninguna puesta en escena para los turistas”, subrayó Noriega. En la comunidad de Challapampa, que está al norte de la Isla del Sol, se visita la escuela, la capilla y una vivienda. La empresa turística pone el transporte y todo lo demás corresponde a la comunidad campesina que cultiva flores para recibir a los visitantes, tocan su música, muestran su forma de pescar, de cocinar y cultivar la tierra con el arado egipcio. Los visitantes tienen la oportunidad de interactuar con la gente, ver cómo viven y esto es lo que más gusta.

El gerente comercial de Transturín Juan Luzio lamentó que desde hace cuatro meses no se pueda visitar la parte norte de la Isla del Sol, “por un conflicto entre comunidades que se disputan el beneficio que el turismo provee”.

El alcalde de Copacabana, Félix Pedro Nina Ramos, explicó que el problema entre las comunidades de Challa y Challapampa data de 1983. Este año, la comunidad de Challa empezó la construción de una cabaña ecológica, para dar mejores condiciones al turista que no puede quedar a la intemperie. Los de la otra comunidad afirmaron que allí no debía construirse, porque era un sitio arqueológico. La Alcaldía de Copacabana consultó al Ministerio de Culturas y un experto descartó que sea un sitio arqueológico, basado en un decreto de Paz Zamora que identifica a los sitios arqueológicos, pero no los delimita.

“Son otros los intereses y los turistas no ingresan por falta de seguridad”, afirmó el Alcalde. Añadió que con el Defensor del Pueblo, Derechos Humanos, el Viceministerio de Interculturalidad y el Ministerio de Culturas trataron de encontrar solución, pero el tema todavía está pendiente.

Copacabana busca siete millones de bolivianos para edificar un museo. Tiene varios objetos arqueológicos, incluyendo piezas de oro y cobre, que todavía no están en exposición por falta de seguridad.

A pesar de las falencias, el turismo en Copacabana crece a un ritmo de 10 por ciento , dijo el Alcalde agradecido por las visitas.



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