viernes, 12 de agosto de 2016

Bolivia, mágico encanto

Bolivia hechiza, de eso no cabe duda. Desde sus paisajes que parecen sacados de una cuadro de Dalí, pasando por los coros barrocos misionales que llenan las iglesias encantadas de la Chiquitanía, hasta esas personas mágicas que siguen realizando esos rituales ancestrales que hacen de nuestra cultura única.
CNN, Vogue, Conde Nast Traveller, El Huffington Post y muchas otras publicaciones prestigiosas, posicionan a Bolivia como un destino turístico top y describen nuestro país como cautivante, rico en diversidad y con unos paisajes y naturaleza sacados de cuento.
“Si buscas un viaje que combine aventura, otras culturas y paisajes que no se parecen a ningún otro, tu país es Bolivia. Un recorrido por una cultura milenaria, con una herencia arqueológica que abarca diferentes periodos y estilos y todo ello rodeado de una naturaleza impresionante. Descúbrela a través de los diferentes grupos indígenas que habitan sus poblaciones más remotas. Una gastronomía sorprendente y lugares únicos como el desierto de sal, en el que los atardeceres tiñen de rosa todo el paisaje”, asegura la revista Vogue en un artículo sobre los 10 destinos top para una luna de miel única.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa y la escritora chilena Isabel Allende, no solo pasaron unos años de su infancia en Bolivia, pero recuerdan al país plasmando sus sentimientos en las páginas que escribieron.
“Es un país al que yo quiero mucho, pues allí, en Cochabamba, pasé nueve años de mi infancia, una época que recuerdo como un paraíso”, dijo el premio Nobel que vivió en Cochabamba entre los años 1937 y 1945 en una columna de opinión publicada en el diario El País.
Por su parte, Isabel Allende describe la mágica ciudad de La Paz como solo ella puede hacerlo, tiñendo los paisajes paceños de realismo mágico.
“La Paz es una ciudad extraordinaria, tan cerca del cielo y con el aire tan delgado  que se pueden ver los ángeles al amanecer, el corazón siempre a punto de reventar y la vista se pierde en la pureza agobiadora de sus paisajes. Cadenas de montañas y cerros morados , rocas y pincelazos de tierra en tonos de azafrán, púrpura y bermellón, rodean la hondeada donde se extiende esa ciudad de contrastes”, se lee en un párrafo de su libro biográfico, Paula.
Para celebrar el 6 de agosto, en M realizamos una encuesta a jóvenes emprendedoras bolivianas, tanto fuera como dentro del país. Ellas revelaron qué las hace orgullosas de ser bolivianas y descubrimos que todas ellas concuerdan en algo: Bolivia es mágica, Bolivia es única.

Gastronomía única
Silpancho, cuñapé, pique macho, majadito, anticuchos, picante de lengua, sonso de yuca, sopa de maní, chicharrón o charque acompañado de un mocochinchi o un chuflay. ¿Qué más se puede pedir?
Si algo descubrimos en nuestra encuesta, es que no existe nada que se asemeje a los sabores únicos de la gastronomía boliviana.
“Extraño mucho la comida, principalmente las salteñas. Aunque las probé en otros países en los que viví, nunca es lo mismo”, reveló Evita Jungstein, Consultora Estratégica y Creativa de Moda, Belleza y Estilos de vida, que vivió en Buenos Aires, Barcelona y Miami.
Por su parte, Andrea Quiroz, pintora y diseñadora cochabambina asegura que vivir afuera la hizo descubrir el poder de la comida, “no solo para satisfacer el hambre física, sino también para llenar el alma. Es que la comida boliviana es deliciosa, sobre todo en Cochabamba”, aseguró a M.
Y es que no hay como la gastronomía boliviana, desde la sazón, la diversidad y la infinita variedad de papás y pimientos que presumen diferentes colores y formas hasta esas encantadoras mujeres mezclando los sabores de nuestra tierra con amor en grandes ollas de barro.
Los ingredientes y los productos que Bolivia ofrece son tan diversos y ricos como nuestra tierra, así como las prácticas culturales y productivas. Estos aspectos son los que llevaron a Claus Meyer a crear la ONG “Melting Pot” y el restaurante Gustu en La Paz.
“Bolivia tiene una diversidad increíble. Sólo aquí se puede encontrar piñas y papas a la vez, como en ninguna parte del mundo. Combinado todo esto con el turismo, Bolivia puede posicionarse en el primer lugar del mundo de la gastronomía”, dijo Kamilla Seidler, Chef de Gustu, en una entrevista con CNN.


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Toda la diversidad cultural que ofrece nuestro país nos concede una perspectiva única.
AP

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La riquísima geografía boliviana la hace poseedora de algunos de los paisajes más increíbles del mundo
AP
Paisajes de ciencia ficción
La riquísima geografía boliviana la hace poseedora de algunos de los paisajes más increíbles del mundo, desde el Valle de la Luna y el Camino de la Muerte a la Laguna Roja y por su puesto, el místico Salar de Uyuni. Y es que en nuestro país la naturaleza aún puede jugar por sus propias reglas. Prueba de ello son los paisajes naturales fuera de este mundo que hechizan y cautivan a todos por igual.
“Me enorgullece haber nacido en un país tan diverso. Un lugar donde existe una mezcla mágica de culturas, paisajes y gastronomía. Cuando alguien viaja a Bolivia y me pregunta que le recomiendo visitar y comer, no se por donde empezar. Es un país donde uno puede pasar del frío tenaz al calor extremo y de las montañas nevadas a la selva amazónica en muy pocas horas. Es un país en el que siempre hay algo nuevo para descubrir”, dice Evita, que vive fuera del país hace más de 10 años.

Riqueza cultural y diversidad:
un orgullo boliviano
Bolivia tiene una inimaginable diversidad natural y cultural. Los rituales ancestrales de los distintos grupos indígenas, aimaras, quechuas y guaraníes, encierran un misticismo único. La sagrada hoja de coca, la ch’alla con k’oa, o la veneración a La Pachamama o a El Tío, son algunos de los elementos únicos de los ritos ancestrales que se siguen celebrando en el país.
“Me enorgullece venir de un lugar con tanta historia y riqueza cultural. La música, el arte, los lugares, la comida, son todos diferentes aspectos de mi país que son partecitas de quien soy yo como persona”, comentó la blogger de The Big Brown Eyes Ana Lucia Gutiérrez, que estudió fuera y expresó que, además de su familia, extrañó “el calor humano”.
Toda la diversidad cultural que ofrece nuestro país nos concede una perspectiva única. “Lo que más me enorgullece de ser boliviana es el haber nacido en un país con una inmensa riqueza cultural e histórica. Somos un pueblo que tiene mucha fuerza positiva y empatía humana”, dijo la blogger Celina Lozano.
“Amo ser boliviana. No creo que existan personas, lugares y costumbres más lindas. ¡Es un lugar demasiado especial! Existen cosas grandes y pequeñas que no me dejan de sorprender. Es un país admirable”, expresó Brisa Lopezvidela, propietaria y gerente de marketing de Fleur de Lune.

La admirable mujer boliviana
A pesar de ciertas barreras y dificultades, como la alta tasa de desigualdad y de violencia de género que existe en el país, la mujer boliviana es valiente, luchadora e increíblemente trabajadora.
“La mujer boliviana rompe todo tipo de fronteras. Siempre estamos peleando con determinación por el respeto de nuestra integridad”, dijo Andrea Quiroz.
“Pienso que la mujer boliviana es muy trabajadora e increíblemente audaz. En las zonas rurales es muy común ver mujeres que se despiertan antes del amanecer para salir a trabajar y a su vez cargan en la espalda muchas otras responsabilidades, como las tareas domésticas y la crianza de los hijos. Además, en muchos hogares aún existe una gran desigualdad de género y las tasas de analfabetismo y mortalidad materna en Bolivia son muy altas. Sin embargo, a pesar de todas estas condiciones adversas, el país está lleno de mujeres valientes y trabajadoras haciendo cosas maravillosas en diferentes rubros”, dijo a M Evita Jungstein.
Por su parte, la joven emprendedora Pamela Prudencio, una de las propietarias de Fleur de Lune y de Patata brava, dijo a M que la mujer boliviana es muy trabajadora y lucha por lo que quiere. “Me parece admirable ver más y más mujeres bolivianas exitosas y cumpliendo nuevos retos”.
“Es una mujer q se puede adaptar a todo tipo de situación, es una mujer especial y llena de cualidades”, complementó su socia en Fleur de Lune, Brisa.
Por su parte, Ana Lucía afirmó que “la mujer boliviana es una mujer fuerte, de garra y una mujer muy valiente que lucha por su familia”. Y así lo constata Celina Lozano, que señaló que “la mujer boliviana es independiente por naturaleza pero con mucho amor a la familia. La veo como una fuerza imparable al luchar por lo que quiere, es emprendedora y una visionaria innata”. /

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