domingo, 5 de febrero de 2012

Peligra la conservación de ciudadela prehispánica

La falta de financiamiento y promoción hacen peligrar la restauración de una ciudadela prehispánica de entre los siglos XI y XV, con forma de serpiente y considerada un "lugar muy sagrado", con rasgos comunes a Machu Picchu, situada en la cima de una montaña del departamento de La Paz.

Se trata de Inkataca (Valle Sagrado), complejo arqueológico hallado en el municipio de Irupana de la región de los Yungas, a 151 kilómetros de la ciudad de La Paz, con casi un centenar de estructuras, entre casas, templos, plazas y plataformas.

La existencia de la ciudad se hizo pública esta misma semana y las autoridades bolivianas ya se han lanzado a la elaboración de un plan de inversiones y de promoción cultural para salvarla.

El sitio ha sido estudiado en los dos últimos años por la arqueóloga italiana Patrizia di Cosimo, que presentó esta semana los resultados de su investigación al gobernador de La Paz, César Cocarico.

Di Cosimo explicó que llegó a Bolivia en 2001 para hacer una investigación sobre las rutas incas del Takesi, en los Yungas.

Al pasar por la comunidad de Lambate, en Irupana, los campesinos de la zona le informaron de la existencia de la ciudadela de Inkataca, en el valle de Chungamayu.

La experta señala que "no se puede hablar de un descubrimiento", aunque sí es la primera vez que un equipo de expertos "reconocen el valor" del sitio y lo estudian en detalle.

Las estructuras forman una serpiente que se extiende en casi dos hectáreas de una colina situada en un lugar que estudios previos al de la italiana identificaron como "Callejón Loma".

Según la italiana, la ubicación de la ciudadela es "muy particular" y de difícil acceso, porque se erige en la cresta de una loma, dominando el cruce de los ríos Chungamayu y Choqueyapu, lo que evoca en cierta forma al santuario inca de Machu Picchu en Perú.

"Tiene rasgos andinos: está emplazada en una loma, está resguardada, rodeada por un río, tiene plazas, sectores de habitaciones, sectores ceremoniales; tiene algunos rasgos que se repiten" con Machu Picchu, señaló Di Cosimo.

Por su ubicación, cree que era un lugar "muy sagrado" y cargado de energía, porque tiene "ese valor de los poderes de la tierra y el agua".

Con todo, la arqueóloga y su equipo aún no lograron determinar qué cultura habitó Inkataca, ya que el sitio tiene rasgos tanto incas como de la civilización tiahuanacota, que dominó el altiplano andino entre el 1.580 antes de Cristo y el 1.172 de nuestra era.

"Estamos hablando de una cultura local, de un señorío aimara, pero áun no se sabe exactamente cuál", dijo Di Cosimo, que bautizó con el nombre de "Chungamayu" al pueblo que habitó esa ciudadela.

Tareas urgentes

Di Cosimo señaló que el sitio está "relativamente bien conservado", pero es necesario aplicar un plan que requerirá mayor financiación para preservarlo adecuadamente.


Lo primero que recomienda Di Cosimo es resguardar la ciudadela de saqueadores y traficantes de materiales arqueológicos porque el sitio está lejos de las comunidades campesinas y no hay quien lo vigile para evitar los robos.


También se deben restaurar algunas estructuras, rehabilitar los senderos y construir caminos para facilitar el acceso de los visitantes al lugar.
La alcaldía de Irupana tiene un proyecto para revalorizar los sitios arqueológicos de la zona, incluida Inkataca, que tiene el apoyo de la gobernación paceña, pero precisa financiación.


El gobernador Cocarico agradeció a Di Cosimo por su investigación que, según dijo, servirá "para mostrar la belleza arquitectónica de la cultura ancestral" de La Paz.


Aseguró que ya se construyen caminos y puentes para llegar a Lambate y comprometió su apoyo a los proyectos para restaurar y preservar el sitio.

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