"Tienen que ir a Güembé, está lejos y es un poco caro, pero tienen que ir a Güembé”.Cuando la recomendación pasó de simple consejo a consenso general, es evidente que durante el viaje a Santa Cruz, teníamos que pasar por Güembé. Toda clase de personas nos lo habían aconsejado: desde padres de familia con hijos chicos, pasando por señores y señoras mayores y hasta adolescentes rockeros, así que vistos los hechos, y una vez realizado el contacto con la gerencia del Biocentro, partimos.
Una de las cosas que nos llamó la atención en la creciente ciudad del oriente, es que la mayoría de los taxistas no saben dónde están parados. Si Ud. cree que solucionará su problema de ubicación tomando un taxi, piénselo dos veces. Aunque Güembé es un lugar bastante conocido, no lo era para nuestro taxista, así que un recorrido que debía tardar 45 minutos terminó siendo el doble. También nos sorprendió la cantidad de urbanizaciones que se están construyendo alrededor de las 24 hectáreas con las que cuenta uno de los parques y reservas naturales más grandes de esa ciudad.
Ideado por Carlos Resnicek, el lugar comenzó como un sitio de estudio de insectos y de la vida silvestre en la zona. La pasión por la naturaleza de este empresario se desarrolló en base a la generosidad de la tierra cruceña, rica en especies de flora y fauna. Resnicek no podía encontrar mejor lugar para emprender su sueño. Hoy, Güembé se ha convertido en una referencia, tanto para el turista que desea un momento de esparcimiento con una atención de cinco estrellas, como para el biólogo experto o el fanático de la naturaleza que quieren sumergirse en la magia verde. Hay de todo y para todos en Güembé.
PARA TODO GUSTO
Es divertido ver que cuando llegan a Güembé las familias se separan. Mientras el papá está haciendo kayak, el hijo mayor monta a caballo, la madre toma un baño de sol, los hijos menores chapotean en una de las piscinas, el abuelo puede pasar horas viendo insectos y la abuela admirando esculturas o paseando jardines… o viceversa. No importa el orden de los factores, la diversión está asegurada para todos. Con un balneario conformado por 15 piscinas y lagunas naturales, el agua es protagonista en Güembé. Algunas piscinas están diseñadas para los más pequeños, otras están hechas para que los mayores puedan dar largas brazadas. Algunas de las principales piscinas tienen cascadas artificiales, mientras que las lagunas conservan su forma original, pero también han sido adaptadas para que especies silvestres puedan vivir en la zona sin ningún riesgo. Por ello, en medio de una de las lagunas está la Isla de los Monos, y en la otra la Isla de los Conejos.
Siendo la naturaleza la esencia de la creación de Güembé, las áreas biológicas son fundamentales. El mariposario (conformado por 180 especies de mariposas diurnas encontradas en la zona), el tortugario, el aviario (con una extensión de 2.500 metros cuadrados, 30 metros de altura y con un puente de 250 metros de largo que cruza las instalaciones), el lugar donde se cobija a los llamados insectos sociales, el laboratorio entomológico y el Evoluseum, que es dónde se hace la interpretación de historia natural, son supervisadas por personal especialmente entrenado. El concepto de reserva es seguido literalmente porque los animales, si bien están cubiertos (en el caso de las aves y mariposas) por enormes extensiones de red, están libres e incluso interactúan con los turistas.
Se ha establecido un límite de visitas (de aproximadamente 800) para no afectar el hábitat de los animales ni las especies florales, y para brindar los servicios necesarios sobre todo en el área de gastronomía y hotelería.
PARA DORMIR MEJOR...
Pablo Resnicek, gerente comercial de Güembé, explica que si bien no hay una sola especialidad en sí, la mezcla en el menú de comida típica del oriente y del occidente del país, con comida fusión e internacional, ya hacen que el restaurante de Güembé sea uno de los preferidos de los cruceños. Además del restaurante principal, Güembé tiene tres snacks cercanos a las piscinas, una heladería-cafetería y un bar.
Güembé, además de ser un biocentro y un lugar donde se puede pasar el día fabulosamente, también tiene un hotel, en forma de resort.
Son varias cabañas de cinco estrellas con todos los servicios (baño privado, refrigerador, wi-fi, cable, aire acondicionado, etc), y habitaciones especiales en lo que se llama La Casa Vieja, que conforma la estructura del hotel principal. También hay espacio especialmente destinado para acampar.
Dentro de Güembé funcionan tres empresas, la primera es la del Biocentro Güembé, la segunda la que se encarga de la parte gastronómica, y la tercera la que se ocupa de la seguridad. Aproximadamente 150 personas trabajan en el lugar, generando fuentes secundarias de empleo.
Siendo que este es un centro cuya finalidad es apreciar la naturaleza, el tema del reciclaje es muy importante, así como el de las energías renovables. “Toda la basura que se recolecta diariamente se selecciona, se lava y se separa. Con lo que es orgánico hacemos compost y lo inorgánico lo llevamos a empresas que trabajan con estos materiales”, explica Pablo Resnicek. El biocentro cuenta con un efectivo sistema natural de reciclaje de aguas residuales. Las lagunas y piscinas poseen un sistema combinado de circulación cerrada y oxigenación.
Además Güembé acoge un proyecto innovador y único en Bolivia, cuenta con un parque híbrido de energías renovables que emplea energía eólica y solar. La energía eólica proviene de la acción del viento sobre una turbina que gira produciendo limpiamente energía eléctrica. Los fuertes vientos de la ciudad de Santa Cruz hacen que este tipo de energía resulte idónea y rentable.
La energía solar proviene de la incidencia de los rayos solares sobre una placa solar diseñada para transformar la energía calorífica en energía eléctrica de forma limpia e ilimitada. Ambos tipos de energía son idóneos para el auto abastecimiento del hotel.
Es importante destacar que Güembé acepta voluntarios y practicantes nacionales y extranjeros, para las áreas de hotelería, turismo, biología y ciencias sociales, para el desarrollo de programas de sensibilización y capacitación ambiental orientados a fomentar la conservación, conocimiento y valoración de la flora y fauna de la región.
Datos
para tomar en cuenta
• La entrada a Güembé es de Bs.90.
• Dentro del biocentro se tienen áreas de atletismo, senderos ecológicos, laguna para pesca, volley de playa, fútbol, gimnasio, el Mini Club
(especial para niños), boutique, un spa, kayaks, caballos y carrozas.
• Casi todas las áreas cuentan con Wi-fi.
• Se tiene además una completa área ejecutiva para reuniones empresariales.
• El biocentro atiende los 365 días del año.
• Hay paquetes especiales para recién casados, para estudiantes, para delegaciones, etc. (www.biocentroguembe.com)
La visión de Güembé
Güembé quiere preservar las riquezas naturales y culturales, mejorar el entorno social y desarrollar los recursos humanos e infraestructura necesaria para contribuir a la formación y bienestar integral del ser humano y promover el conocimiento, el sano esparcimiento, la interacción, la valoración y conservación de la naturaleza.
un encuentro con la naturaleza
En Güembé, las terapias alternativas han comenzado a tener cada vez más aceptación, “una de las principales actividades que realiza el Biocentro Güembé, son las diversas terapias alternativas, que mezcladas con la tranquilidad espiritual del lugar, permiten consolidar un proceso de curación integral y elevar la calidad de vida. El área de salud alternativa, se encuentra distribuida en diferentes partes del biocentro, porque cada terapia requiere un lugar especial cuyo estilo se integra armónicamente en los diversos espacios naturales.
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