viernes, 16 de septiembre de 2011

Un centro científico protegerá el patrimonio de Tiwanaku

Con la promulgación de un decreto supremo de creación del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT) se pretende iniciar la gestión de la protección, conservación, preservación, restauración, investigación, promoción, exhibición y difusión del patrimonio cultural del complejo turístico que fue heredado de la cultura tiwanacota.

La medida surge por la necesidad de “salvaguardar Tiwanaku, que no sólo es patrimonio nacional, sino también patrimonio de la humanidad, declarado por la Unesco”, afirmó en una anterior entrevista la ministra de Culturas, Elizabeth Salguero, quien remarcó que se consensuó con los mallkus y los dirigentes del pueblo de Tiwanaku.

La aprobación del decreto supremo permitirá la obtención “del financiamiento de un millón de dólares para la protección del sitio arqueológico y los museos regionales que necesitan apoyo de la Unesco”, aseveró Salguero.

El directorio del Centro, que está presidido por el mallku cantonal Félix Yupanqui, incluye en su conformación al Alcalde de Tiwanaku, los mallkus, la Junta de Vecinos, el Ministerio de Culturas y la Gobernación del departamento de La Paz.

El alcalde de Tiwanaku, Marcelino Copaña, considera que la socialización del decreto supremo para la administración del sitio arqueológico de Tiwanaku ha permitido que se posibilite el planteamiento de políticas estratégicas de desarrollo y de conservación y preservación del sitio milenario.

“Queremos que el sitio arqueológico funcione, que haya obras, que se conserve y se preserve, pero el proceso de reglamentación no es fácil”, reconoció el Alcalde de Tiwanaku.

Los tiwanacotas desarrollaron el arte y la ciencia, edificaron templos ceremoniales líticos y mantuvieron el culto al ancestro y la jerarquía de sus autoridades como elementos fundamentales para la consolidación de esa sociedad magnánima en Los Andes, que se expandió a otras regiones.

Una de las tecnologías agrícolas que permitió el desarrollo de los pueblos fueron los sukakollus o andenes, que permitieron contar con los productos alimenticios durante todo el año, incluso en las épocas prolongadas de sequías. Sorprende, sin duda alguna, los grandes templos de piedra que se erigieron en el centro ceremonial de Tiwanaku.

Algunos científicos bolivianos coinciden que la ideología de Tiwanaku no salía desde el centro del Taypi Kala, sino llegaban a él desde otros lugares, eso permitió la unificación en el ritual al ancestro, un aspecto fundamental para la diversidad de las etnias tiwanacotas.

Cerca del año 1100 de nuestra Era, una prolongada sequía y las guerras civiles ocasionaron que la milenaria cultura se disgregue. Pero los vestigios de su grandiosidad aún continúan siendo estudiados por los científicos.


DATOS

• Ubicación. Los tiwanacotas tuvieron sus asentamientos en la meseta del Collao, entre el occidente de Bolivia, el norte de Chile y el sur del Perú.

• Irradiación. La tecnología y religión fueron expandidas hacia otras civilizaciones.

• Grandiosidad. La magnificencia de su cultura es notoria en el arte de la cerámica y las construcciones líticas.


El ritual al ancestro y la unión de esa sociedad

Uno de los aspectos fundamentales para la consolidación de la sociedad magnánima de Tiwanaku fue el rito al ancestro y la jerarquía de las autoridades.

Son varios los investigadores que coinciden que los rituales que se repetían en las diferentes etnias de Tiwanaku conservaban una ideología que se expandió a otras regiones. También se menciona que la ideología llegaba al centro ritual tiwanacota y no salía del sitio.

Con una economía de reciprocidad y de redistribución, esa sociedad aglutinaba en grandes centros rituales, como el de Tiwanaku, a diversos conjuntos y grupos étnicos que llegaban de las regiones costeras, mesotérmicas, vallunas, amazónicas y del mismo altiplano para conformar la gran comunidad magnánima.

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