lunes, 16 de mayo de 2016

Bolivia debe atraer turistas que tengan mayor poder adquisitivo

Michel Goetschmann. El experto internacional en la industria del viaje, la hotelería y el turismo llegó a Bolivia el 16 de abril con el objetivo de visitar los lugares más atrayentes del país para efectuar un diagnóstico de la industria nacional sin chimeneas. Dos de las cosas que más llamaron la atención del experto son el potencial que tiene la actividad en territorio nacional y la falta de coordinación entre los diferentes operadores del sector.


¿Qué pensaba del turismo en Bolivia antes de llegar al país?

— Pensaba que era similar al de Perú. El primer paso para conocer el país fue el contacto con el embajador boliviano en Francia (Jean Paul Guevara), quien me pidió desarrollar el mercado boliviano para Francia. Entonces, empecé a ver las diferencias que hay entre Bolivia y los otros países de Sudamérica. Hay varias. Primero está la gente, luego que no tiene mar, no tiene playa. La mayoría de los países vecinos de Bolivia tienen playa y eso era importante hasta el siglo pasado, porque el turismo se relacionaba con la playa. Ahora la cosa ha cambiado, las personas piensan que viajar es una aventura y no solo es estar en la playa, así que Bolivia se presenta como un buen lugar para el turismo en Sudamérica.

— ¿Cuál es la visión que tiene ahora que ha conocido el país?

— Confirmé la idea que tenía: mucho potencial, gente muy amable y la pasión que tiene la población por su país. El turismo de Bolivia tiene esos tres puntos a favor que se pueden aprovechar de forma directa e indirecta.

— ¿Cuáles son los polos con más potencial para desarrollar la actividad en Bolivia?

— Dividí el país en cuatro segmentos. El primero es Santa Cruz, que tiene potencial para el turismo empresarial por las actividades económicas y viajes de negocios que concentra. El segundo es Uyuni, un lugar único en el mundo y con gran potencial. ¿Por qué?, porque si quieres ver las pirámides tienes que ir a Egipto, pero si quieres ver un lugar lleno de sal tienes que ir a Uyuni. El tercer mercado incluye a dos ciudades: a Sucre, por su cultura y arte, y a La Paz, considerada la capital más alta del mundo, aunque no lo sea (es sede de gobierno). El cuarto mercado es la amazonía. Estos cuatro sectores deben estar incluidos en cualquier oferta turística que haga Bolivia.

— ¿Cuáles son las debilidades que identificó en la industria?

— Bolivia no tiene una buena organización que permita que todos los actores de turismo trabajen juntos como un solo engranaje. Hay muchas agencias de viaje que, en muchos casos, son solo vendedores. Tenemos que definir los roles de cada sector. Realicé un plan y el primer paso es la organización y la formación en universidades e institutos (...). Sé que tendremos buenos resultados, porque hay personas que quieren apoyar el proyecto y porque el Gobierno tiene la voluntad de hacerlo posible.

— ¿Los destinos turísticos que posee al momento el mercado boliviano son atractivos en los mercados europeos?

— Uyuni y la amazonía nos hacen decir que sí, pero como digo siempre “el mejor producto del mundo, sin organización, no es un buen producto”; no se puede hacer una buena venta de éste y no tiene los clientes que merece. Se prefiere a 10 personas que gastan 100.000 euros a 100 que gasten 100 euros. El turismo masivo no es bueno para Bolivia. Así que necesitamos tener una buena organización, priorizando primero el mejoramiento del servicio (...). Los detalles son esenciales. En hoteles y aerolíneas no están bien, pero cuando el país reorganice esto podrá ser posible tener turistas de alto nivel. También las agencias y hoteles deberían cumplir requisitos (...). El mercado está acostumbrado a tener clientes que no planifican sus vacaciones y que regatean por la compra de paquetes para ir a algún destino, gente joven que no tiene dinero, malos clientes. No estoy en contra de ellos, pero ese no es el tipo de turistas que se quiere atraer. Lo que queremos es organizar un turismo de alto nivel para Bolivia.

— ¿Ese plan entonces está dirigido a clientes premium?

— Sí, pero para atraer esos clientes Bolivia tiene que cambiar algo.

— ¿Cuándo se empezará a ejecutar el plan para promocionar Bolivia en Europa?

— En seis meses se prevé desarrollar el primer paso: hacer fam trips (viajes de cortesía) para que los operadores turísticos o agencias de viaje de Europa visiten los destinos turísticos de Bolivia (...). El plan se aplicará paso a paso.

— ¿Qué resultados se prevé alcanzar luego de esos seis meses?

— Mi objetivo es doblar el número de turistas de habla francesa, aunque no hay muchas personas aquí en Bolivia que hable el idioma. En Francia, no hay muchas personas que hablen inglés o español; entonces, lo que se necesita es que haya gente aquí en el país que pueda entenderlos. Entonces, eso también está dentro del primer paso. Se tendría que desarrollar el idioma francés en Bolivia, lo cual es parte de la formación académica en el sector.

Perfil

Nombre: Michel Goetschmann

Cargo: Consultor

Casi cinco décadas en el sector

Estudió Turismo y Viajes en la Escuela de Estudios Empresariales de Ginebra (1966-1970). De 1973 a 1981 trabajó en reconocidas empresas del sector como American Express, Havas Suiza y otros. Francia, Suiza y Reino Unido son solo algunos de los países donde impartió docencia en el área desde 1994 hasta 2013. Goetschmannz, ciudadano franco-suizo, escribió libros como El papel del turismo en su economía. Actualmente es consultor independiente para el sector de desarrollo del turismo.

‘El único que no corre riesgo de desaceleración’

Wálter Vásquez - La Paz

La industria de los viajes en Bolivia ha crecido “en los últimos años a un promedio anual de 8%”, lo que la convierte en una actividad promisoria para la economía del país, sostuvo el viceministro de Turismo, Joaquín Rodas, quien considera que el país enfrenta cinco grandes retos para potenciar al sector, “el único que no corre riesgo de desaceleración”.

El año pasado se registró en el país un flujo de aproximadamente 1,13 millones de turistas extranjeros y 3,11 millones de turistas nacionales que generaron un movimiento económico de $us 650 millones y 519 millones, respectivamente, por lo que el fortalecimiento de esta industria “se traduce en una oportunidad para garantizar la dinamización y el bienestar de la economía”, aseveró la autoridad, según una nota de prensa institucional.

Rodas agregó que para consolidar a Bolivia como destino turístico sustentable se debe lograr “que todos los bolivianos sean buenos anfitriones” en los servicios directa en indirectamente relacionados con el rubro; crear una cultura turística en la población boliviana; tener una oferta adaptable a las exigencias de la demanda turística internacional, “sin perder de lado la esencia del destino”, el “turismo vivencial”; “mejorar las condiciones” para los visitantes; y facilitar la inversión privada en el rubro.

“Si logramos manejar” la actividad “responsablemente con una visión país, tendrá un futuro promisorio”, subrayó Rodas.

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