miércoles, 17 de abril de 2013

La nueva apuesta turística es Curqui, el territorio de los cactus gigantes



A unos 95 kilómetros de la ciudad de Tarija, centenares de gulliverescos cactus de más de diez metros, los más altos del país, adornan el paisaje. “Curqui es la tierra de los gigantes”, dice el poblador Rufino Gonzales, mientras camina entre los cardones. Esa tierra es la nueva apuesta turística del departamento.

Con sus 25 mil hectáreas es la reserva más grande de estas plantas en Bolivia, incluso en la región. Allí abundan más de 20 especies, entre rastreras, verticales y árboles enteros que exponen fauna y flora propias del lugar. “Sin duda es la reserva más grande de Sudamérica, porque hay otra en Salta, Argentina; pero en densidad y variedad Curqui es la de mayor dimensión en Sudamérica”, explica Fernando Díaz, técnico en turismo comunitario de la Gobernación de Tarija, que ha empezado a promocionar el sitio a los visitantes.

Calandrias. La zona parece una estampa extraída de las viejas películas western de Estados Unidos y México. “Aquí lo único que nos faltan son los cowboys, porque hasta calandrias (aves) tenemos”, bromea Díaz con relación al tema ranchero La Calandria, que el mexicano Pedro Infante dedicó hace décadas a una región similar en su país.Curqui —que provendría de la palabra “churqui”, un arbusto que domina el lugar— está en la provincia Méndez y para arribar hay que cruzar la

cuesta de Sama, el cruce de Iscayachi y el Campanario, desde donde ya se avizoran los cardonales, sobre los 3.360 metros de altitud.

Díaz nació en esta localidad. Rememora que de niño jugó entre los cactus y degustó los frutos verdes que aparecen entre sus puntas. Sabe además que aquellos de color naranja y rojo no son comestibles. “Curqui es único, porque en ningún lugar del país y de Sudamérica hay tantos cactus gigantes juntos”. Estas plantas llegan a vivir hasta 200 años y, en algunos casos, florecen una vez cada 50 años, casi como ocurre con la Puya raimondi, que habita en la comunidad paceña de Comanche.

A sus 67 años, Gonzales cuenta que todavía existen algunos vecinos que preparan un exquisito licor con manzanas y cardones secos. “Unos han preparado incluso singani con la savia de los cactus”. Eso no es todo. Otros elaboran artesanías con espinas de estos imponentes habitantes, las que pueden pasar los 30 centímetros; y muchos usan los troncos de estas especies para la construcción.

Nilo Sánchez, responsable de Turismo de la Gobernación, anuncia la instalación de tres albergues en Cieniguillas, Curqui y Ñoquera, donde los turistas podrán contar con guías, habitaciones y otros servicios para conocer la zona. “Vamos a crear circuitos turísticos que permitan conocer la fauna y la flora del lugar, porque aquí hay picaflores grandes jamás vistos, además de ruinas precolombinas de los chichas y de los incas”, explica el técnico Díaz.

Otras poblaciones vecinas que también esperan beneficiarse del nuevo destino turístico tarijeño son Cieneguillas, Warmasi, Condorhuasi, Chilcayo, San Luis de Palqui y Ñoquera. “Si quiere saborear el néctar de los gigantes, venga a Curqui”, invita Gonzales, el lugareño de este confín chapaco que acoge naturaleza y buen clima para los forasteros.

¿Dónde está?

Curqui está en la provincia Méndez, a dos horas de viaje de la ciudad y forma parte del Parque Natural El Cardón, Área de Manejo Integrado.

¿Cómo llegar?

Hay que tomar el bus interprovincial Guadalupana del Mercado Campesino de Tarija, que sale domingos, martes, jueves y viernes. El pasaje vale Bs 22.

¿Dónde dormir?

En Cieniguillas, que está al ingreso, se puede contactar con los pobladores para conseguir alojamiento. Desde la Gobernación recomiendan ir un día y retornar al otro.

Contactos

Los visitantes pueden contactar a la Unidad de Turismo de la Gobernación, que está en la calle Trigo 691 o llamar al 46672633.



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