jueves, 11 de septiembre de 2014

En carretera a los Yungas Deporte extremo en camino de la muerte

Lo que en años pasados fue una de las rutas que más vidas han cobrado en la región yungueña, hoy se ha convertido en uno de los atractivos más importantes, para aquellos que buscan sentir la adrenalina en sus venas posicionando la carretera antigua a Coroico en un referente del turismo de aventura en La Paz y el mundo entero.

“A nivel mundial se ha puesto de moda el turismo de aventura en lugares en los que se puede practicar deportes extremos o que conlleven cierto riesgo que haga que los visitantes se llenen de adrenalina”, manifestó Arturo Suxo, chofer de transporte turístico a la carretera de la muerte.

La carretera o camino de la muerte, es la antigua vía de aproximadamente 80 kilómetros que antiguamente unía la sede de gobierno y los Yungas, muy celebre por el peligro que significaba para pasajeros y transportistas el circular por la región, siendo que en 1995 fue nombrado por el Banco Interamericano de Desarrollo, como uno de los caminos más peligrosos del mundo al presentar cifras de hasta 300 accidentes por año, con innumerables muertes.

“Uno pensaría que de tanto peligro nadie querría usar esta antigua vía, pero desde que existe la nueva, el camino de la muerte se ha convertido en un atractivo para los turistas, sobre todo extranjeros que son los que rentan bicicletas y con estas llegan hasta Coroico sólo para sentir emoción”, comentó Suxo.

Parte de esta carretera fue construida con mano de obra de prisioneros paraguayos, durante la Guerra del Chaco en la década de 1930. Debido a sus pendientes pronunciadas, con un ancho máximo de tres metros es una vía de un sólo carril en el que la mayor parte del tiempo llueve y se ve cubierta de niebla.

Según relatan en una página web, que promociona esta ruta, los más de 700 visitantes que ya pasaron por el camino de la muerte, la principal atracción es la mezcla de peligro y aventura que se genera en medio de un cambio de paisaje brusco, en el que se va desde el clima y paisaje frio de la cumbre hasta los montes verdes y espesos que caracteriza a los Yungas.

Si bien por seguridad se recomienda que este camino sea recorrido fuera de la época de lluvia, los que lo han realizado de noviembre a mayo señalan que la lluvia hace que se tengan caídas de agua en medio del camino, que hacen que la experiencia sea aún más atractiva, por la impresión de pasar por debajo de cascadas que en el resto del año no tienen esa magnitud.

Existen varias agencias que ofrecen un paquete especial, para realizar este tramo y que cuentan con guías expertos que hacen que este recorrido sea seguro, la mayoría de las agencias cuentan con un itinerario que comienza a las 07.00, con el traslado de los aventureros hasta la cumbre, donde se dan las últimas indicaciones sobre las complicaciones del camino y el uso de las bicicletas.

La primera parte del camino, es un recorrido de al menos dos horas sobre el asfalto en el que se debe ver las condiciones de la bicicleta. Para luego entrar el tramo de ripio hacia Unduavi y Chuspipata, esto se puede hacerse tanto en bicicleta, para los que van de manera independiente, o tener la opción de hacerlo en vehículos, para los que optan por contratar una agencia.

Desde estos lugares el camino es ininterrumpido hasta la localidad de Yolosa, ubicada a una altura de 1.180 metros sobre el nivel del mar y que cuenta con un clima semi tropical, con una temperatura de 28 grados promedio, donde termina la ruta y se puede contar con un refrigerio y movilidad de retorno.

RECOMENDACIONES

Lo primero es contar con una buena bicicleta apta para montaña, equipo especial tanto en ropa como en casco y protectores para cualquier eventualidad, la ropa debe ser abrigadora impermeable y ligera, ya que el inicio de la ruta en la cumbre es bastante frio, pero al llegar a Yolosoa, el clima se torna cálido y húmedo.

No debe olvidar llevar agua para hidratarse, ya que el recorrido exige bastante esfuerzo, gafas protectoras y bloqueador solar, además de pastillas para el mal de altura, en caso de los extranjeros.

En caso de haber contratado los servicios de una agencia de viajes ellos se encargarán de dotarles de todos estos implementos dentro del costo del paquete.

Una de las recomendaciones más importantes, por la peligrosidad del terreno, es el mantener la concentración, por lo que en caso de ir por medio de un paquete turístico se debe dejar las fotografías y videos al personal que acompaña y dirige la ruta, quienes en la gran mayoría de los casos se los entregan en un CD como parte del servicio.

COMO LLEGAR

Para los que contrataran una agencia de viajes, este tiene un costo desde los 50 dólares, que incluye el equipo y el traslado desde la sede de gobierno hasta la cumbre, lugar donde comienza el recorrido y de vuelta una vez terminado el mismo.

Para las personas que van de manera independiente, los taxis y minibuses a la cumbre salen desde la Terminal Minasa en la zona de Villa Fátima. Una vez en la cumbre sólo queda tomar la ruta a Unduavi y Chuspipata, por la carretera antigua, donde encontrarán el primer punto de control policial, en el que se debe hacer un pago de 25 bolivianos, para el ingreso a la zona de ciclistas, lo que garantiza que el tránsito de vehículos sea mínimo.

Para volver, desde la localidad de Yolosa, puede tomarse vehículos directamente hasta la terminal Minasa por montos de hasta 20 bolivianos.

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