lunes, 18 de enero de 2016

Cóndor Trekkers, una agencia que reinvierte en el área rural



Esta agencia de viajes sin fines de lucro maneja un programa de inversión de 1.000 bolivianos por comunidad en el Distrito 8 de Sucre. Las juntas escolares les dejan solicitudes con sus necesidades y ellos reinvierten en los lugares adonde llevan turistas para que conozcan las culturas originarias aún vivas.

Cóndor Trekkers, agencia de viajes sin fines de lucro, que reinvierte sus ganancias en comunidades rurales de Chuquisaca, maneja ofertas especialmente dirigidas a turistas extranjeros, sin dejar de trabajar con clientes nacionales.

Un reciente estudio publicado anteayer, domingo, en la revista ECOS da cuenta de que la mayoría de los turistas extranjeros visitan Bolivia por tres motivos: naturaleza, cultura y bajos costos. Se trata de un trabajo de tesis elaborado por la estudiante suiza Martina Weber, para la Universidad ZHAW de Wädenswil, bajo la coordinación del boliviano-suizo Marco Birchler, director de la oficina de información Casa de Turismo en Sucre.

CAPITALES entrevistó al instructor de viajes Alan Condori, gerente de Cóndor Trekkers, quien, justamente pensando en satisfacer los intereses del turista que llega a Sucre, informa que “realizamos proyectos en todas las comunidades del Distrito Municipal 8 (D-8) y otras de la cultura Yampara”.

Antes de partir a Bolder, Colorado (Estados Unidos), donde pasará unos cursos de Educación Experiencial y Liderazgo, Condori explicó que su agencia en lo posible trata de que todas actividades sean sostenibles. “Nos reunimos con los habitantes del lugar y el dinero que se gana se invierte en proyectos. Tenemos un programa de inversión de 1.000 bolivianos por comunidad en el D-8: la junta escolar viene acá y nos deja una solicitud, nos dicen qué necesitan: una cocina, una biblioteca, agua, y nosotros reinvertimos en la comunidad”, precisa él.

Cultura de viaje
Condori suele enseñar a adolescentes cómo viajar responsablemente, sin gastar mucho y teniendo además conciencia del medioambiente, de las relaciones políticas en un país. También les instruye en cómo tener empatía con la gente de los pueblos. “No solo ser un turista que disfruta de discotecas, etc., sino también conocer las culturas y las diferentes visiones del país que se visita”, cuenta a CAPITALES.

Luego, recuerda las características particulares de turistas bastante frecuentes en nuestro medio. “Recién tuve dos clientes: ‘Queremos un tour de dos días, pero 500 bolivianos nos parece caro, ¿podemos tomar transporte público, un camión?’. A veces buscan menos calidad, bajos precios. Hay muchos europeos que buscan menor precio, quieren ahorrar”.

En ese sentido coincide con Roberto Alvarado, otro guía con experiencia de trabajo en agencias de turismo de La Paz, quien opina que tanto en Sucre como en Potosí se ofrecen buenos y malos servicios, con precios altos y bajos, pero lo que preocupa es que algunos cobren mucho por un servicio deficiente.

Distintos niveles
“Atendemos desde mochileros (de 18 a 40 años) hasta los turistas que se hospedan en hoteles de cinco estrellas. Yo creo que la agencia de viajes se tiene que acomodar a los distintos niveles económicos de sus clientes”, dice Condori.

Para un tour de mochileros, las caminatas son la mejor opción. Como este segmento de viajeros suele tener recursos económicos limitados, a veces les ofrecen transporte público y ellos aceptan gustosos. Lo mismo que la idea de convivir con la gente originaria, durmiendo en campings. “El precio de estos tours es relativamente barato”.

Pero hay gente que pide un servicio de mayor nivel (40 a 75 años), tours privados con vehículos 4x4, cabañas, mejores hospedajes y comida cinco estrellas. “Los norteamericanos vienen más por las áreas verdes y montañas”, sostiene Condori, “no necesariamente a lugares vírgenes: quieren respirar aire puro, salir de las ciudades”.

A este tipo de turistas les ofrecen el D-8, donde está el cráter de Maragua y el camino del Inca, los dos tours más comunes en Sucre. “También interacción con la gente local en comunidades yamparas, por ejemplo en Pisiri, cerca de Tarabuco”. Allí mismo, Cóndor Trekkers impulsa un centro que tenga un lugar de hospedaje, una biblioteca para los niños, un museo, para que la gente pueda interactuar con los habitantes de la comunidad. “Allí se ve mucho el etnoecoturismo, donde se aprende cómo están nuestras culturas vivas todavía”, finaliza Condori.

PROFESIONALIZACIÓAN Y ESTRATEGIA
- Según Alan Condori, gerente de Cóndor Trekkers, hace falta profesionalización entre los guías turísticos. Dice que el guía es “solo un guía”, como si fuera algo menor. Es una materia más en la carrera de Turismo y, según su experiencia, lo óptimo sería tener una carrera específica de Guía Turístico.
- Al respecto, el guía turístico Roberto Alvarado, quien trabajo habitualmente con Andean Expedition, de La Paz, dice lo siguiente: “El nivel de idiomas extranjeros es bajo, lo mismo que la cultura general de los guías. Todo parte de un conjunto de problemas estructurales. No hay una estrategia nacional de desarrollo del turismo”.
- El año pasado no ha sido bueno para el sector de las agencias de viajes, especialmente, debido al perjuicio ocasionado por los bloqueos en Potosí.
- Pero Condori es optimista: “La gente está empezando a darse cuenta de que somos bolivianos y no conocemos nuestros propios lugares. Eso pasa en todo el mundo… En el Salar he notado que hay muchos bolivianos, especialmente de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Yo creo que estamos en buen camino”.

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