lunes, 11 de enero de 2016

Turistas extranjeros en Bolivia

La naturaleza y la cultura son las dos principales razones por las que los turistas extranjeros llegan a las ciudades más visitadas en Bolivia, incluyendo a Potosí y Sucre. Además, la gran mayoría tiene entre 20 y 39 años de edad y una buena parte escoge este destino turístico por sus bajos costos.

Estos y otros valiosos datos se encuentran en una tesis de maestría que una ciudadana suiza trabaja actualmente con la oficina de información “Casa de Turismo” en Sucre. Martina Weber, que concluye en su país la Maestría de Ingeniería Medioambiental especializada en Ecoturismo y Turismo de Cultura, coordinó su trabajo académico con el boliviano-suizo Marco Birchler, director de Casa de Turismo e ingeniero medioambiental con la misma especialización por la Universidad ZHAW de Wädenswil.

“Plan de promoción turística para una región en Bolivia” es el título de su tesis y contempla las poblaciones de Sucre, La Paz, Potosí, Uyuni, Rurrenabaque y Coroico, lugares donde Weber entrevistó a más de 600 personas en cuatro idiomas durante cuatro meses.

Información
El estudio contiene 70 preguntas, la primera de todas abierta: “¿Cuál es el motivo principal de su visita a Bolivia?”. De entre decenas de respuestas, la tesista obtuvo las siguientes cuatro más mencionadas: el Salar de Uyuni, la cultura, el paisaje y la naturaleza.

Luego consulta las “razones principales” de la visita, pero esta vez con una pregunta de opción múltiple. Naturaleza, cultura y precios bajos son las tres preferidas por los turistas extranjeros consultados.

Tipos de turistas
El estudio identifica cuatro tipos de turista, de los cuales el mayoritario de la encuesta es el “explorador” (según Bichler, más o menos el mochilero que tiene la particularidad de traer dinero y planificar sus actividades con dos o tres días de anticipación).

En segundo lugar aparece el “individual organizado” (sabe lo que quiere hasta una semana antes).

En tercero, el clásico “hippie” (raramente sale en las mañanas, tiene poco dinero y realiza actividades livianas en la tarde y en la noche).

Finalmente está el “organizado en grupo” (trabaja con agencias grandes, por lo general de La Paz, y compra el paquete turístico en su país. Él no tiene tiempo y suele regirse a lo señalado en el paquete, sin variantes).

¿Cuánto gastan por día?
La mayoría, entre 20 y 40 dólares. Luego aparece el grupo de los que gastan entre 40 y 80 dólares. El resto (menos de 20 y más de 80) constituye un bajo porcentaje.

Los que no hablan nada, poco o más o menos castellano gastan más y, por ejemplo, complementa Birchler, muchas veces tienen que contratar un guía. Para tomar en cuenta.

Nivel de castellano
El trabajo mide también el nivel de manejo del idioma español por parte del turista. La mayoría respondió que “poco”; después, “más o menos” y, en tercer lugar, “nada”.

Los menos son los que respondieron “perfecto”, que el castellano era su “lengua materna” y “fluido”.

Nivel económico en su país
De acuerdo con las respuestas de los entrevistados, la mayoría de los visitantes pertenece a la clase media y, posteriormente, el segundo grupo es el de clase media alta.

Pero aquí se presenta la curiosidad de que las apariencias engañan: el más rico a veces es el que menos gasta, y el que no tiene tanto dinero a veces también gasta. Así, el aspecto no siempre es determinante.

Actividades de su interés
Volviendo a las preguntas con varias opciones, casi el 98 por ciento se muestra en primer lugar interesado en visitar parques nacionales y áreas protegidas.
“Para el turista es lo más importante”, remarca Birchler.

Las siguientes respuestas fueron: Ver lagos, lagunas o ríos; encontrar naturaleza virgen; observación de fauna; aprender acerca de las culturas bolivianas; vivir y compartir con gente local.

En un cuadro similar, bajo el título de “Otras actividades”, sorprende la cantidad de turistas que buscan jugar al fútbol en Bolivia, seguramente por la popularidad de este deporte y su vínculo inevitable con Sudamérica.

Fuentes de información
La tesis de Martina Weber contiene el dato de las fuentes de información del turista respecto a Bolivia. En primer lugar aparecen los que preguntan a otros turistas, es decir, el conocido sistema del “boca a boca”.

A continuación figuran: Google, amigos/conocidos, libros de guías turísticas, Tripadvisor (la web de viajes más grande del mundo), entre los más importantes.

Libros de guías y webs
Muestra la preferencia de los extranjeros a la hora de consultar los famosos libros de guías turísticas (que son como sus “biblias” en Sudamérica, según Birchler), además de las páginas webs especializadas.

En estos acápites, las respuestas mayoritarias fueron, entre los libros: Lonely Planet (67%, dos tercios) y Routard (9%, solo en francés: ellos no hablan inglés y no compran el otro). Entre las webs en Internet, Tripedvisor (46%, casi la mitad), Google (14%) y Lonely Planet (12%).

¿Volvería otra vez?
Por último, la encuesta se cierra con una pregunta clave, que muestra el nivel de satisfacción del turista extranjero: ¿Le gustaría visitar Bolivia otra vez? La mayoría respondió que “sí, probablemente”. Luego aparece el grupo de los que no están seguros y, en tercer lugar, pocos contestaron que no.

Análisis de los datos

El primer lugar de interés en la naturaleza implica una obligación de cuidarla, desde el punto de vista de Marco Birchler, ingeniero medioambiental con especialización en Ecoturismo y Turismo de Cultura de la Universidad ZHAW de Wädenswil, Suiza. Y, en el caso de Potosí y de Sucre, conviene prestar también atención al segundo y tercer lugar de la votación: la cultura y bajos precios.

“De una vez deberíamos empezar a trabajar con El Palmar, son atractivos que el turista busca”, recomienda. Pero, “en Chuquisaca tenemos dos, tres lugares y ninguno está abierto al turismo”.

Roberto Alvarado, guía con experiencia de trabajo en agencias de turismo como Andean Expedition, de La Paz, menciona en ese sentido los destinos del Iñao, Incahuasi y la ruta del Che. Él se mueve permanentemente con visitantes extranjeros por el salar de Uyuni, las lagunas, el lago Titicaca, Sucre y Potosí.

Birchler considera que la cultura y los precios económicos representan una fortaleza para el sur de Bolivia, pero alerta con “no cobrar precios más altos prestando servicios más deficientes o iguales”. Alvarado coincide con el ciudadano boliviano-suizo, que luego hace hincapié en la cuestión del idioma; en su criterio, debería ser tomado en cuenta por los sectores relacionados con el turismo. “El museo, por ejemplo, tiene que explicar en otros idiomas, si no, no tiene chance”, enfatiza.

En cuanto a las actividades interesantes para los extranjeros en Bolivia, aclara que el boliviano visita ciudades pero el turista del exterior generalmente no es así: prefiere la naturaleza. Luego, busca cultura, compartir con gente local y fotografiar.

Con relación a las fuentes de información, en el “boca a boca” entre los turistas no se puede influir pero sí en el segundo: Google. Birchler explica en primer lugar que “para nosotros, en la industria del turismo, es interesante saber en qué vas a invertir”.

A la luz de los datos, recomienda trabajar más a nivel institucional porque encuentra que este aspecto no está siendo bien atendido. “Si yo no tengo una página web en Internet, no existo”, sentencia él.

¿Cuánto gastan por día? La mayoría, entre 20 y 40 dólares. Luego aparece el grupo de los que gastan entre 40 y 80 dólares. El resto (menos de 20 y más de 80) constituye un bajo porcentaje.

2015, un año flojo: ¿En qué estamos fallando?

“Este año fue un poco flaco en turismo. Cuando ya empezábamos a ganar un poco, llegó el golpe del bloqueo de Potosí y en plena época alta, julio y agosto, cuando deberíamos recuperar todos los meses bajos (en afluencia de turistas)”, opina Marco Birchler.

Junto con el guía turístico Roberto Alvarado coincide en que muchos extranjeros hicieron solamente la ruta La Paz-Uyuni, saltándose Potosí-Sucre.
Como se ha vuelto costumbre, a principios de año llegaron sobre todo latinos: argentinos, chilenos y brasileños, en ese orden. También mencionan como aspecto negativo el del fenómeno de El Niño.

“Esperemos que el 2016 sea mejor, cada vez hay más oferta y la demanda está un poco atrás. Necesitamos más turistas”, augura Birchler.

Las fallas
En criterio de Birchler, hace falta más promoción para atraer al turista nacional (destaca que solo en La Paz y Santa Cruz hay cuatro millones de personas). “Mucha gente llega a la oficina de información y dice, sorprendida: ‘¡Qué linda es esta ciudad, no sabíamos que era tan linda!’”, dice al cuestionar la calidad de algunos folletos producidos por las diferentes gestiones de las alcaldías y las gobernaciones locales.

“Estamos atrasados en materia de administración de turismo, a nivel público, respecto a otros países. No se puede dejar todo en manos del privado”. También critica que no se resalte la cuestión de los precios bajos respecto a los de La Paz y Santa Cruz. Y que Bolivia, en general, es más segura que otros países de Sudamérica.

A juicio de Alvarado, falta flexibilidad, apertura a las exigencias del turista extranjero. “Estamos fallando en el concepto”, dice él. “Mucha gente viene a Bolivia y pide un programa individualizado, pero se encuentra con paquetes cerrados. El boliviano mira desde Bolivia; en vez de mirar ‘desde Bolivia’, debería mirar ‘hacia Bolivia’”, es decir, con otra mentalidad, para ponerse en el lugar y la pretensión del extranjero.

Luego, de acuerdo con su experiencia, aclara que “el turista no pide lujo sino comodidad, limpieza e higiene: guías y vehículos en condiciones limpias, lo mismo que la comida para no tener problemas de salud. Puede ser un lugar rústico, pero no necesariamente incómodo: puede ser rústico pero cómodo”.

Por otro lado, enfatiza en la importancia de reinvertir en el negocio. “Si quieres cobrar bien, entonces tienes que ajustarte a los estándares europeos”.
Finalmente, a nivel nacional falta una mejor promoción de lo Jalq’a y lo Yampara, que son dos culturas vivas. En ese sentido, destacan la valía de tener en Sucre al Museo de ASUR, según Birchler, el mejor de Bolivia.

La Casa de la Libertad es el más importante, también la Casa Nacional de Moneda, pero ASUR es el mejor de Bolivia sobre culturas vivas, sintetiza el especiali

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